James Stuart nació en el norte de Escocia, en Inverness, localidad muy cercana al castillo de Balmoral, donde la reina Isabel II falleció este jueves 8 de septiembre.
Lleva más de treinta años viviendo en la provincia de Cádiz, a la que llegó en el año 1988 atraído por el windsurf que practicaba con frecuencia en Tarifa. Puso en marcha una empresa de turismo activo que operaba en toda Andalucía y ahora es CEO del grupo Califa en Vejer, localidad en la que siempre ha residido.
Asegura que echa de menos su tierra, sobre todo, en verano, cuando «mientras aquí hace calor, en Escocia hace muy buena temperatura». Pero, al dedicarse al sector turístico, los veranos los pasa trabajando en Vejer, que recibe cada año a miles de turistas.
James reconoce sentir «sorpresa y tristeza» tras conocer la noticia de la muerte de la reina Isabel II asegurando que «la vimos hace varios días recibiendo a la nueva primera ministra de Gran Bretaña y a las 48 horas murió. Ha sido muy rápido y todos pensábamos que iba a vivir más años por su fortalece aunque acusó mucho la muerte de su marido el año pasado».
Apunta que detalles tan pequeños como los sellos o las monedas llevan su cara y ahora todo cambiará. «Voy a cumplir sesenta años y no he conocido a otra reina. En todos los recuerdos de mi vida está ella porque han sido setenta años de reinado».
«Ayer hablé con mi madre y estaba muy triste por esta noticia. Al igual que mi padre, forman parte de una generación que adoraba la monarquía e Isabel II ha sido todo un símbolo. Mi madre aún recuerda que conoció a la reina cuando apenas tenía siete años y siempre nos lo contaba cuando éramos niños».
Respecto al papel del rey Carlos III indica que «estoy seguro de que lo hará muy bien. Aunque haya habido altos y bajos en la monarquía y polémicas en los últimos años, pienso que es una persona muy activa y comprometida con la sociedad británica. Creo que lo tendrán más difícil las futuras generaciones».
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