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La nueva Plaza de España de Cádiz renace tras diez meses de obras de transformación

El Ayuntamiento presenta este jueves la emblemática zona renovada como entorno turístico y peatonal que abrirá al público en octubre

El espacio situado ante el monumento a la Constitución de 1812 ha sido ampliado y acogerá conmemoraciones y eventos culturales. FRANCIS JIMÉNEZ

J. L.

Cádiz

En todas las capitales de provincia hay una plaza con el nombre del país, o el de la comunidad autónoma, o de la provincia. Concentra la primera y última parada de cada autobús urbano, la sede principal de algunas instituciones (diputaciones, delegaciones de gobiernos autonómicos, a veces, el mismo ayuntamiento...) es el eje administrativo y oficial de la ciudad, a menudo con algún atractivo turístico, histórico, más simbólico que con protagonismo por el devenir real de los acontecimientos.

En Cádiz, ese papel lo juega la Plaza de España. Y durante los últimos diez meses ha vivido un proceso de transformación. De zona de aparcamiento y actividad burocrática, con algo de turismo –por el monumento a la Constitución de 1812– pasa a ser un entorno dedicado al paseo peatonal, sin acceso a los vehículos de motor, destinado a la visita turística y al disfrute reposado más que al ajetreo de los conductores. Ese es, al menos, el objetivo del Ayuntamiento de Cádiz que, a través de su Delegación de Movilidad y Urbanismo, dirigida por el concejal Martín Vila. Para alcanzar ese objetivo y la reapertura al público anunciada para mediados de octubre han sido necesarios diez meses, dos más de los previstos inicialmente, desde que comenzaran los trabajos en diciembre de 2021.

El propio edil que ha encabezado el proyecto presidirá este jueves una vista previa a la inauguración, prevista para octubre, junto a entidades y colectivos de la Mesa de Movilidad. La comitiva parte desde la esquina de la Diputación Provincial con la avenida Cuatro de Diciembre de 1977.

La misma Concejalía ha recordado que la presente es la mayor transformación de la zona desde que se urbanizara por primera vez hace casi 110 años, cuando el polémico derribo de la muralla que circundaba el casco antiguo y la construcción del monumento a la Constitución de 1812 dieron por primera vez una configuración similar a la actual a esa zona de la capital gaditana.

El cambio en la nueva Plaza de España se centra en la eliminación de calzadas al tráfico para, una vez ensanchadas, consagrarlas al peatón. Desaparecen todos los aparcamientos en superficie, regulados (zona azul) existentes hasta ahora. Incluido el mayor aparcamiento de motos del término municipal, frente a la fachada de la Diputación. Ya no hay aceras. Todas las superficies quedan al mismo nivel y se abren los viales frente al Palacio de la Aduana (sede de la Diputación) y las históricas fincas con torres miradores. El objetivo es que puedan contemplarse con mayor y mejor perspectiva, a modo de atractivo turístico. Para conseguirlo se crean nuevos paseos como el que pasa ante la sede de la Corporación Provincial y que ahora tendrá dos hileras de 12 naranjos cada una, a modo de ancho pasillo. En la renovación de la flora de toda la zona destaca también la inclusión de una docena de plataneros. Todo este arbolado se añade al ya existente.

Jardines abiertos

Las zonas ajardinadas ofrecerán una llamativa novedad respecto a otras de la ciudad y al anterior diseño de la Plaza de España: estarán abiertas al peatón, sin separación física mediante vallas, bordillos o límites de cualquier tipo. El Ayuntamiento de Cádiz admite que persigue que sean usadas por los visitantes para sentarse, descansar, leer, al modo que se hace en los grandes parques de capitales de toda Europa.

Hay previstas dos zonas de juegos infantiles ubicadas ante el colegio de Infantil y Primaria José Celestino Mutis y ante la Delegación de la Junta de Andalucía en Cádiz. El diseño, justo ante el monumento, prevé una gran explanada para la celebración de espectáculos o actos institucionales, conmemoraciones y eventos culturales de todo tipo. El granito y las baldosas hidráulicas, que unificarán esta zona con la colindante plazuela de Argüelles, serán las piezas dominantes en el firme que pasa a rodear toda la zona. Se acabaron el asfalto y el alquitrán.

La Junta de Andalucía –como garante del patrimonio histórico, los bienes de interés cultural y el urbanismo– dio el pasado mes de julio el visto bueno a los materiales y al diseño en un proyecto incluido en el Plan de Regeneración del Espacio Público Urbano.

Dinero de Europa

Hasta el 80% del dinero utilizado para la obra procede de los Fondos Feder de la Unión Europea, articulados por la Junta de Andalucía a través de los fondos ITI (Inversiones Territoriales Integradas). Las cifras oficiales dicen que el proyecto supone una inversión de 1,6 millones, de los que el Ayuntamiento de Cádiz aporta 400.000 euros.

Como sucede en todos los proyectos de reformas de amplios espacios y vías públicas, el Ayuntamiento ha aprovechado para renovar todas las conexiones subterráneas, desde el abastecimiento de agua potable al saneamiento, el alumbrado, más económico y a través de luces LED, fibra óptica y telecomunicaciones o suministro eléctrico. El apartado de paradas de autobús urbano, hasta ahora muy deterioradas, también experimentan una completa reforma. El Ayuntamiento, como recuerda el concejal de Urbanismo y Movilidad Martín Vila, quiere convertir la Plaza de España en una bandera de su política de peatonalización. Habla de crear «espacios con vida. La premisa es que la calle es para el peatón y que éste no puede verse afectado en su circulación con elementos ajenos», en referencia a los coches y las motos.

Cámaras de vigilancia y sanción

Las cámaras de control, y sanción, tratarán de garantizar que sólo accedan al perímetro los vehículos comerciales, de reparto, carga y descarga, en los horarios habilitados. Igualmente, tendrán acceso regulado los ocupantes de garajes de la zona y los conductores con movilidad reducida.

«Tenemos muy claro el modelo de ciudad que queremos y es lo que estamos llevando a la práctica con rumbo fijo. Diversas zonas ya se han peatonalizado y a punto estamos de acabar la más importante de los últimos años, que va a cambiar, mejor dicho, ha cambiado ya la fisionomía de una parte tan emblemática de la ciudad, como es la Plaza de España y sus alrededores», defiende Vila.

El Ayuntamiento también argumenta que la peatonalización va a mejorar de forma más que considerable la calidad ambiental de la zona, con menos ruido y menos contaminación, que la hará más atractiva para la presencia de comercios y hostelería, además de facilitar la conexión del barrio de San Carlos con el resto de la ciudad.

Aparcamiento y alojamientos, los damnificados

El mayor inconveniente de las obras de reforma iniciadas el pasado mes de diciembre es la eliminación de plazas de aparcamiento en una zona fundamental de acceso al casco antiguo. El rediseño de la plaza de España provocó críticas en algún colectivo por el estacionamiento que supuestamente se perdía. Hasta que comenzaron los trabajos, hace diez meses, el entorno contaba con 350 plazas para aparcamiento de pago, regulado y en sistema de rotación, zona azul.

Vecinos y comerciantes se han quejado desde entonces del perjuicio que suponía su eliminación. Es, sostiene, un elemento disuasorio para que visitantes y clientes del comercio acudan al centro. El Ayuntamiento argumenta que esta pérdida queda compensada con el aparcamiento dispuesto en el interior del recinto del puerto, que dista apenas cien metros, y que ofrece 1.590 plazas gracias a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. Sin embargo, este aparcamiento puede resultar poco visible y menos accesible por lo que su función sustitutoria queda en duda.

Las obras de peatonalización de la plaza de España de Cádiz, ya en su tramo final, también ocasionaron graves perjuicios económicos a negocios hoteleros situados en esta zona. Fue el caso de los apartamentos turísticos Plazuela del Carbón Suites, situados en la acera más cercana al edificio de la Diputación Provincial.

Las quejas de los usuarios para acceder y la imposibilidad de descansar con el inevitable ruido fueron las principales durante la temporada alta. Desde estos apartamentos aseguraban que el retraso de las obras les perjudicaba notablemente: «Estas obras, que se están alargando en el tiempo, están provocando que tengamos pérdidas porque son muchas las reclamaciones que tenemos a diario de los clientes que se quejan sobre esta situación ya que vienen a Cádiz a descansar y a pasar sus vacaciones. Y claro, tenemos que compensarles en muchas ocasiones devolviendo parte del dinero por estas molestias».

Uno de los locales de hostelería más célebres de la zona, sin embargo, ha aprovechado para cerrar durante las obras, ya reabierto, ofrecer un nuevo aspecto tras una profunda reforma. Se trata del Nuevo Labra. Con 50 años de trayectoria, cerró a finales de abril y funciona completamente transformado desde el 8 de agosto.

Un clásico absoluto de los desayunos, el aperitivo, el tapeo y el almuerzo en el casco antiguo gaditano mantiene su oferta intacta pero en un entorno renovado. Con la inauguración de la renovada Plaza de España el próximo mes de octubre también esperan recupera la terraza que ofrecía a los clientes hasta el pasado mes de diciembre.

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