Con 'C' de Cádiz

Fali Figuier: «Todo el mundo me conoce por el Carnaval, pero mi gran pasión es la Semana Santa»

Rafael Figuier Fernández. autónomo, comparsista y cargador

Gaditano de pro, acaba de vivir la fiesta con la que más disfruta de una ciudad en la que ha tenido la suerte o el don de haber estado en el centro de todas las miradas de sus paisanos

Fali, en la rampa de la Catedral que tanto le gusta recorrer sufriendo bajo un paso. Francis Jiménez
Alfonso Carbonell

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Que en esta sección que lleva por nombre 'C' de Cádiz no estuviera desde hace mucho tiempo un gadita de pro como Rafael Figuier Fernández (Cádiz, 1977) es para que se lo vea un servidor que cargó hace ya más de 25 años -que se dice pronto- el Señor de la Cena junto a -entonces- otro imberbe cargador que ya desde la popa daba muestras de lo mucho que sentía y sigue sintiendo una fiesta tan de Cádiz como el fervor que le procesa a esta bendita y cada vez más desconocida ciudad.

La entrevista se desarrolla cerca de su casa, en una terraza de la plaza de una Catedral atestada de turistas y donde no dejan tomar café ni para charlar un rato. Da igual, a pesar de que todo cada vez se va haciendo más para el que viene que para los que están. Fali acude a la cita en la mañana del Martes Santo tras haber sacado el accidentado día anterior a la Virgen de Patrocinio y después de haber disfrutado el Domingo de Ramos con su 'Manué', el Señor de la Cena. Le quedaba el caballo el Miércoles, otra imagen que disfrutó a medias por culpa del agua. «Hoy es el día con más riesgo», dice tras el abrazo de rigor y antes de ponerse a hablar de lo que más quiere, Cádiz, y de lo que más le apasiona, la Semana Santa. No se equivocaba con su pronóstico este cofrade que, como persona de costumbre, ya tiene en el bloc de notas de su móvil las horas y los sitios en los que verá procesionar junto a su hijo las cinco de un Martes que resultó caótico y que hizo saltar por los aires la agenda de un gaditano con el que da gusto charlar de todas las cosas de su ciudad.

Cargador gaditano sin llegar a ser talibán a pesar de defender a muerte lo de aquí, Fali Figuier es uno de los rostros más conocidos de un Carnaval al que accedió con las llaves de los más grandes de la fiesta. Su cara de niño no la puede esconder, como tampoco la felicidad que le produce recordar esa infancia a la que volvería sin dudarlo si pudiera pedir un deseo de los muchos que ha vivido. Le ha puesto voz a las letras más comprometidas y como sus autores, también él se abre con sincera bondad en una charla que lo define como un gaditano de primera y una persona que irradia la alegría de un niño, la nostalgia del que se hace mayor y la comprensión aun cuando no se pueda ser comprendido. Rafael Figuier Fernández acaba de dejar atrás su semana más santa y para que no se le pase amenaza con poder entrar en una junta de gobierno -obligaciones al margen- para vivir este mundo los 365 días del año.

-¿Su primer apellido es gaditano?

-Figuier. F-I-G-U-I-E-R. Nadie lo pronuncia bien, así que no te preocupes.

-Jajajajaja

-Un bisabuelo mío era francés, pero yo soy más de Cádiz que... Como dice mi niño: 'na má que te hace falta hase un juanillo, papá'.

-Jajajaja. ¿Por dónde sitúa su infancia?

-Yo, en la calle Hércules. Nací en Santa María, en la calle Santo Domingo, vecino de Junco, el 'bailao'. Nacimos juntos, vamos, prácticamente.

-Que tiene su plaquita en el barrio.

-Correcto. Ahí nací yo, pero ya me fui a vivir, 'mu shico' a la calle Hércules.

-¿A qué se dedicaba su padre?

-Tubero en Matagorda.

-Vamos, que apenas tiene memoria de sus primeros años en Santa María.

-Nada, nada. De hecho, yo me fui muy 'shico', con un año y medio, dos años, nos fuimos ya para la calle Hércules. Y ya 'to' la vida en la calle Hércules. Además, tuve unos vecinos... Yo vivía en el segundo, en el primero vivía Jesús Monzón. Enfrente, el Beni de Cádiz; y también el Gaviño, mi amigo de toda la vida, que es mi hermano. Y eso, en la calle Hércules me he 'criao' yo toda la vida. Hasta que con veintitantos años ya nos fuimos a vivir a Adolfo de Castro, pero mi infancia es la calle Hércules.

-Tenía pensado llevarle a la Semana Santa del tirón, pero con esos vecinos me da que el Carnaval se coló en su vida de sopetón. ¿Fue así? ¿Su padre era 'aficionao'?

-Mi padre nada. Nada. Ni cantaba, ni nada. No le gustaba; la Semana Santa sí, pero en plan tradición. Él era muy cuadriculado. A mí me encantaba porque nosotros nos sentábamos en el Séneca, en la calle Ancha. Él tenía una costumbre que era que mi madre nada más que podía salir Domingo de Ramos, Miércoles Santo y Jueves Santo. Un machista de 'toa' la vida de Dios y en esos tiempos... Pero él a mí me llevaba a mí todos los días. Nos sentábamos allí en el Séneca y de ahí viene mi afición por la Semana Santa. Para mí es mi verdadera pasión. O sea, en el Carnaval, bueno, llevo 32 años y 'to' el que me conoce, me conoce por eso. Pero mi pasión realmente es la Semana Santa.

-'Home', también es normal, Fali. En una fiesta se le ve, y destacando, y en la otra va metido en un pozo.

-Claro, claro, jeje. De hecho, siempre he dicho: ¿cosas que me quedan por hacer en la vida? Salir en una banda de música de Semana Santa; siempre, desde niño, lo que pasa es que no es compatible ensayar con la comparsa y ensayar con la banda. Pero siempre quise salir en una banda, y otra es el pertenecer a una junta de gobierno 'pa viví' todo el año lo que es una hermandad. Lo que pasa es que, entre que soy autónomo y la comparsa, me quitan 'musho' tiempo. Pero esas dos cositas siempre las he 'tenío' ahí y las cumpliré en algún momento.

-Ahora me dirá sus devociones, ¿pero por qué su hermandad es Luz y Aguas?

-Te explico. Mi Cristo es el de la Sagrada Cena porque me he 'llevao' 18 años cargando, el primero contigo, recuerda que nos llamaban la guardería.

-Hombre, muy grande ese año. Con Jorgue, el gran Gorila de 'Cádi'.

-Digo, qué bonito año fue. Desde entonces, incluso de antes, yo le tenía mucho cariño a esa imagen, y al final, con los años, se le va cogiendo más. De hecho, es a la imagen que le tengo fe y a la que voy todos los días. Y mi Virgen es la Dolores de Santa María. Mi Cristo es el 'Manué' y mi Virgen es la Gitana. Pero Luz y Aguas será mi cofradía siempre porque mi 'cuñao', que para mí es como mi padre, porque cuando él me conoció tenía yo un día de vida. Él empezó a salir con mi hermana [Interrumpo].

-¿Cuántos hermanos son?

-Soy el pequeño de cuatro, tres hermanas y yo el más chico. Y mi 'cuñao', cuando empieza con mi hermana, tenía yo un día de vida, o sea que es como si fuera mi padre. Y él era cargador de siempre; cargaba Luz y Aguas, el San Juan, cuando él era joven. 'Totá', que yo siempre de 'shico' estaba con ellos y mi ilusión era salir ahí.

-¿Debutó en el San Juan?

-Sí, debuto, pero primero me meten como penitente en el San Juan.

-O sea, su primera experiencia cofrade fue de penitente en el San Juan.

-Correcto. Bueno, miento. Lo primero es mi madre, que cuando tal como yo nazco, me hace hermano del Nazareno. Pero antes de llegar a ese punto donde yo salgo en el Nazareno está Luz y Aguas, donde salgo de penitente en el San Juan, salgo de monaguillo en el Cristo, monaguillo en la Virgen, penitente en el Cristo, penitente en la Virgen, hasta que con 16 años mi 'cuñao' y su cuadrilla del San Juan pasa al palio con el Puche. Y como los capataces eran gente de la cuadrilla de la Virgen, entonces mi 'cuñao' habla para que me metan y entré con 16 años en el San Juan, que lo saqué dos años en el San Juan hasta que a los 18 años mi 'cuñao' me mete en la cuadrilla del palio, con el Puche. Entonces, dos años en el San Juan cargando, cinco años cargando en la Luz y este año voy a cargar el Cristo, por lo que voy a cumplir todo en la cofradía.

-Ya ve, jejeje. ¿Cómo se ha dado lo de cargar el Cristo?

-Pues porque el Baena, que es amigo mío y con él he estado muchos años en la Cena, va a ser el capataz del Cristo; hace dos años ya me llamaron para el palio de la Luz, y el año pasado le dieron el Cristo. Entonces digo, mira, pues perfecto para cumplir y haberlo hecho todo en esa cofradía.

-¿En qué se diferencia cargar un misterio de un palio?

-El problema del palio es que con el palio, por muy corto que tú hagas el paso, ese movimiento que tiene el palio te va 'arriñonando' cada vez más. ¿Por qué? Porque cuando el palio gira a la izquierda tú sientes la caída hacia el otro lado y el Cristo, aunque tenga 'mushos' kilos, es un peso más firme, no es un peso que va moviéndose; es un peso que tú lo vas a llevar siempre pero tú vas andando y eso no se mueve. Cuando tú mueves el palio tú notas como si tira para la izquierda te duele aquí, te duele allí [y gesticula con su cuerpo bamboleándose]; y ese es el cambio. Y más si te coge un palio tipo Amargura, tipo Soledad, tipo La Luz, que ahora es más liviano pero en ese momento era también un tarugo que no veas.

-Otro de los palios que con mayor devoción ha cargado es Dolores del Nazareno. Cuénteme su vida en esa cofradía.

-Santa María es especial 'pa' lo bueno y 'pa' lo malo, sobre todo en el tema de la carga. Yo cuando entré ahí fue un sueño, aunque ahora llevo cinco años sin salir, sin sacarla. Yo entré en el 2004 creo que fue; tendría yo 20 y tantos años, y para mí era un sueño. Porque yo tengo; o sea, mi madre, cuando tenía yo 8 añitos me hizo la túnica de propiedad del Nazareno. 15.000 pesetas le costó, me acuerdo perfectamente. Que lo pagó ella porque mi padre se negaba y lo pagó ella, de limpiar casapuertas. Y juntó 'pa' pagarme las 15.000 pesetas, con su escudo de la hermandad. Y esa túnica es de propiedad mía. Entonces ya empecé a salir de penitente en el Cristo; miento, empecé en la Virgen primero, después en el Cristo.

-¿Acababa la procesión cuando eso no tenía fin una vez que entraba en el barrio siendo un niño?

-Y que no se llegaba, y que no se llegaba. Eso lo he vivido yo siendo un niño, pero 'pa' mí era un sueño, yo no me podía 'despegá'. De hecho, recuerdo a mi madre riñéndome. 'Vámono, vámono'. Y yo: 'que no me voy, que no me voy'. Entonces ya después entré a cargar, que 'pa' mí era un sueño sacar allí a la Gitana, lo más grande. Pero el primer año que yo entro me encuentro... Uff, es que la cuadrilla ha mejorado muchísimo desde esa época 'pa' acá. Sobre todo en el control; todo lo bien estudiado que está todo, lo controlado que está. Y no solo la cuadrilla, también la gente de fuera; de fuera me refiero al público de ese paso, el barrio. Antes era todo más al 'pelu'; yo he llegado a ir el primer año por Santo Domingo, yo en la pata izquierda, siendo un pibe, y el supuesto patero de la Gitana de 'toa' la vida empezó a jalarme desde fuera gritando y cogiéndome del pie diciendo '¡sarte de ahí que esa pata es mía!'

-Jajajajajajajajajajaja

-Menos mal que la gente que venía conmigo, Saucedo y más cargadores, me decían: 'Quillo, Fali, tranquilo'. Y yo, 'ya, pisha. Pero es que este tío me está cogiendo de la pata, cojone. ¡Me dice que la pata es suya!'. Y yo, 'to asustao'. 'Dios mío de mi arma'. 'Pa' mi se queda eso.

-Jajajajajajajajaajajajajaja

-Sí es verdad que después, poco a poco, ha ido todo más controlado, y ahora está la cuadrilla mucho mejor.

-Me ha dicho que lleva cinco años sin cargar a pesar de que es su Virgen. ¿Qué ha pasado?

-Yo llevo cinco años sin salir y lo llevo con pena, con mucha pena porque creo que se fue muy injusto conmigo. Yo llevo saliendo en 'Carnavá toa' la vida, y con Antonio Martínez Ares yo la Cuaresma no la vivía, porque era todos los fines de semana cantando. Y durante dieciocho años yo he estado cargando la Gitana faltando a las reuniones. Yo entiendo que hay gente que no lo comparte, y que no lo entiende, y estoy de acuerdo. Pero llevo toda la vida así, y con un dato importante, que es un trabajo 'pa' mí. ¿Por qué? Porque yo sí canto cuatro veces al fin de semana, yo llevo a mi casa dinero [Y da un pequeño golpe de rabia en la mesa]. Entonces yo ya, al final, con Antonio era como un trabajo. Porque yo no siempre quería cantar. Es más, nunca quería ir a cantar. Pero al fin y al cabo estaba en un sitio donde tenía que cumplir. Y hace cuatro años, en una reunión, y cuadraba que cantábamos en Granada y Almería, hacíamos noche y yo no podía ir a la reunión (de la cuadrilla). Y ese día Antonio Ramírez (el Poli, capataz de Dolores) decidió no contar más conmigo después de dieciocho años. Hay que respetarlo, pero ahí llevo intentando volver. Pero pasa como con Antonio (Martínes Ares), que si tú ya no estás ahí, 'pa' entrar ahí es muy complicado otra vez. Por ejemplo, cuando yo me voy de Antonio, entra Ramoni y si Ramoni no se va, no voy a volver a entrar yo. Entonces ahí ha 'entrao' gente, gente muy buena, y esa espinita la tengo. Este año hablé con él (el Poli) y le dije que por favor, que no sé si será este año o el que viene, pero que tengo que volver. Y tengo que volver porque eso es más mío que el 90% de la cuadrilla. Porque yo he vivido eso y siento eso desde que nací. Hay gente en la cuadrilla que son 'carguetis', pero como en todas las cuadrillas, eh. La que está arriba es la Gitana, y yo la que quiero es esta, que es la mía. Y sin embargo se me está privando de algo que es mío. Pero bueno, es su decisión. Hay que respetarla. Lo único que espero es que con el tiempo...; este año lo he intentado, no ha podido ser, pero espero que pronto pueda volver a sacarla.

-¿Cómo ha visto la evolución de la Semana Santa desde los 80, siendo un niño, a la actualidad?

-Mira, yo soy muy gadita, muy gadita, pero me adapto a los tiempos y, por ejemplo, una persona a la que se le ha dado mucha caña en Cádiz es Ramón Velásquez, que en su época se le crucificó [Interrumpo].

-Se llegó a silbar a Sentencia con él de capataz...

-Digo. Pues para mí es un ejemplo de cómo hacer las cosas. Te repito, me considero gadita pero él en ningún momento faltó a la tradición.

-Está bien que lo diga alguien como usted, que suele pertenecer a ese estilo de cuadrillas, llamémosle, de 'Cádi, Cádi'.

-Yo soy gadita al 100% pero él nunca, para mí, él nunca ha 'traicionao' a la tradición; él lo único que hacía era no ser tan escandaloso; él llevaba los pasos [y hace el gesto de fetén]; es más, 'na ma' que tienes que ver los pasos de él cómo van. ¿Que a mí me gustan otras cosas? Sí, pero yo respeto siempre lo que ha hecho él.

-Le tenía yo como un talibán de la carga...

-No, no para nada. Soy gadita al máximo y tiraré siempre 'pa' eso; las cuadrillas siempre sin relevo, el 'andá' de Cádiz, los dos pasitos patrás', que 'pa' mí eso es santo y seña, pero respetaré al que no lo haga haciéndolo bien y con respeto. Te he puesto el ejemplo de Ramón porque es al primero que le dieron caña; bueno también en Ecce Homo hubo una época...

-Se lo digo o se lo cuento, jaja. Yo ensayé con Dani Robledo esa Cuaresma antes de que se liase en Palillero. Don Daniel Robledo era el capataz, hoy director espiritual de Oración en el Huerto, que se ha instalado en la iglesia de Santa Catalina. Una gran persona que vino con un libro de estilo que provocó la ira de los más talibanes con su levantá a pulso.

-Robledo, Robledo. Correcto. Pero Ramón pienso que siempre hizo las cosas bien. Tú ves andar el paso de Las Penas y eso es una elegancia y una dulzura maravillosa.

-Es cierto que hacían cada vuelta esquina milimetrada, al son de la marcha, exquisito.

-Claro. Todo trabajado, todo ensayado. Eso es lo que más noto, que antes todo era más a lo loco, de 'barcón a barcón' -como se le llamaba-; y ahora tú puedes llevar un palio de 'Cádi' y por 'Cádi' sin 'tené' que hacer esas escandaleras, esas cosas de que las perillas den con la pared, jeje, no hace falta. Ahora, eso sí, sus dos pasitos 'patrá' y su 'andá' de 'Cádi' tiene que existir siempre.

-Si le parece, demos dos pasitos 'patrá' y volvamos a su infancia y su camino al Carnaval. Entiendo que Monzón tuvo mucho que ver.

-Tuvo mucho que ver porque 'pa' mí Monzón era un Dios; yo era un niño y lo veía como tal porque Jesús Monzón era el director de Paco Alba, de la Peña Nuestra Andalucía, del Coro La Viña; todos sus hijos salen en Carnaval: Ale Monzón, con el Vera y con la peña en su época; Andrés Monzón también ha 'salio'; Antoñito Monzón, Selu Monzón, el difunto, con la chirigota del Petra de 'toa' la vida. Entonces, esa casa era CAR - NA - VAL; mi casa no lo era porque ni a mis hermanas ni a mis padres les gustaba, pero 'pa' mí esa casa era un templo. Recuerdo que tenía un ritual que era que los viernes, cada 've' que yo llegaba del colegio, Jesús Monzón tenía en su entrada un mueblecito lleno de cintas de carnaval y todos los viernes cuando yo llegaba del colegio, llamaba a la puerta y él me dejaba coger cinco cintas de ese mueble.

-Qué arte. 'Pal' fin de semana, ¿no?

-'Pal' fin de semana; el lunes se las tenía que bajar y al viernes siguiente hacía lo mismo; entonces, 'pa' mí eso era... Y aparte es que esa familia era tan buena y tan pura que 'pa' mí era un sueño tenerlos abajo. 'Pa' mi el Carnaval era eso. Y entonces, su hijo, el chico, salía con la peña Nuestra Andalucía, con las comparsas infantiles de la peña; la 'shirigota' en esa época. Y, claro, yo siempre quería entrar pero para entrar era muy 'complicao' porque ahí entraban los hijos de los peñistas; el niño del Piojo, el Silva, el Monzón y nunca pude salir. Pero resulta que después, mi mejor amigo, mi hermano, que es David Gaviño, vecino mío de enfrente, él sí empezó a salir en carnaval. Entonces, yo le decía siempre 'Gavi, búscame un hueco' [y lo dice como implorando, recordando la historia con su amigo de la infancia]. Bueno, pues salí en Carnaval de casualidad.

-Me habla, obviamente, de agrupaciones de la cantera.

-Sí, sí. Comparsa infantil 'Batillo' de Juan Contreras Pinto (1992), pero salgo 'engañao'.

-¿Patillo?

-Batillo, batillo, la marioneta. Me llama Gaviño y me dice que vaya a una prueba a casa de Juan Pinto. Total, que voy a esa prueba a casa de Juan Pinto, que sacaba ese año comparsa infantil y 'shirigota'. Hago la prueba y me dice Juan que no valgo, pero que vaya a la 'shirigota'.

-Que se exige menos, ¿no?

-Claro, que no hay que 'cantá' bien; y la pena mía porque no estaban mis amigos, que salían en la comparsa. Total, que voy a la 'shirigota', estoy dos días y me dice que tampoco valgo.

-¿Tampoco?

-A los dos días ensayando me dicen que tampoco valgo. 'Totá', me voy 'pa' mi casa hecho una mierda, 'destrozao'.

-Jajajajajajaja Ese viernes no cogió ni cintas de Monzón, ¿no?

-Ni cintas cogí jajaja. Por la cara. Pero a los dos días mi amigo Gaviño y mi amigo Javi Catumba, que también salía en esa comparsa, me engañaN y me llaman y me diceN: '¡quillo, que ha dicho Juan que vayaS, que vas a entrar en la comparsa!'. Y yo: 'eso no pue sé, ¿cómo va ser eso, joe?'. Total, que me llevan al local y cuando entro en el local dice Juan Pinto: '¿qué hace este aquí?' jejeje.

-Jajajajajaja No vea con el Pinto, joe. Qué duro, picha.

-Y esta gente. '¡Quillo, Juan, que es mentira; que no viene a cantá; déjalo aquí que esté con nosotros, que es de la pandilla, joe!'. Me quedé con ellos dos o tres días hasta que al final me puse a canturrear con ellos y al final dijo Juan. 'Quédate, ¡como dieciséis!' O sea, 'quédate con nosotros pero no vas a cantar en el Falla'. Al final, hay dos de ellos que no pueden salir y me quedo en la comparsa, ¡de segunda! Yo salgo en 'Batillo' de segunda.

-Bueno, se supone que la voz va cambiando en la adolescencia.

-Claro, yo empecé como segunda y ahora estoy de contralto. Pues resulta que yo salgo en 'Batillo' y en 'Canela Fina' con Juan Pinto, dos comparsas infantiles. Pero en esa época, en la cantera, lo que mandaba era Tino Tovar, que estaba con el grupo del Palomar, Dani Obregón...

-Cierto. Grandes años, con Levantito de David Palomar y la comparsa 'El Lavaero'.

-Levantito fue después. Y antes, Jesús Bienvenido, con Tino y dos o tres más de su 'shirigota', que eran los bonka, 'Cuidaíto con nosoto que buscamos Bonka' (1992); van a un ensayo nuestro y Jesús Bienvenido dice que le gusto, 'qué bien canta ese niño'. Había un segunda en 'Cádi', que era Paco Delfort, que salía con Encajebolillos y que cantaba muy bien. Y Jesús me puso 'Fali Derfo'. Todo éramos infantiles, pero Jesús le dijo a Tino 'quillo, vamos a meter a ese el año que viene'. 'Fali Derfo' me puso, como el apellido del comparsista de Antonio Martín. Efectivamente, el año siguiente me llama Tino para salir ya en juveniles con 'El Príncipe de las Mareas'; voy a ensayar, y el primer día que voy a ensayar, como segunda supuestamente, me dice Tino: 'No, qué va, qué va, qué va...' Y empecé como tenor. Ya fue 'El Príncipe de las Mareas', 'El Lavaero', 'Callejeros', 'Botica', 'Cielo de Cádiz', y a partir de ahí...

-El debut en adultos fue con 'Callejeros'. ¿Puede ser?

-En adultos, sí, en el 96. Y ya a partir de ahí, pues, 'to' lo que viví con Tino, que fue una época maravillosa. Y ya a partir de ahí, gracias a Dios, he 'salio' con los mejores. Con todos, aunque tengo la espinita [Interrumpo].

-De Juan Carlos.

-'Pa' mí, el número uno. Sin haber salido con él. He salido con todos; con Tino, Bienvenido, Quiñones, los dos Antonio (Martín y Ares), por favor, ahora el Carapapa...

-¿Cómo se llevan esas llamadas?

-Cada uno fue distinto. Por ejemplo, con Martín me llamó Paco Catalán, que es mi amigo, y él hizo la antología de Antonio Martín ese año, y me llamó para salir y ya quedarme en la comparsa. Y con Martínez Ares, pues, fue Rafita, amigo mío también, que Antonio decide salir y le encomienda a él que forme el grupo, y me llama. Y cuando me llama, pues imagínate.

-¿Por qué salió de la de Bienvenido, su grupo de siempre?

-Pues con Jesús, yo estaba con él cuando dijo en una reunión que no salía, aunque después al final salió. Y claro, yo tenía que decidir en ese momento, porque era ese barco ese día, o ese barco pasaba, porque a los dos días se hizo el grupo. Y nada, decidí salir con Antonio (Martínez Ares), que ha sido una experiencia maravillosa, aunque también un desgaste muy grande, muy grande. Un nivel de ensayo tremendo, un nivel de cantar jueves, viernes, sábados y domingos... Lo que pasa es que hemos vivido cosas muy bonitas, muy bonitas. Cantar en el Liceo (de Barcelona), un Liceo lleno a reventar, en el Teatro La Latina, en Madrid... Vivir esas cosas con Antonio son cosas que ya se van a quedar para los restos.

-Y lo mismo. ¿Por qué sale de ese grupo y acaba con David Márquez Mateos Carapapa?

-Te cuento. Yo me separé hace tres años, y necesitaba... O sea, la comparsa ya no me hacía bien a mí. Yo tenía, tengo, a mis niños siete días cada uno, con la madre. Entonces, llevar eso... Además, anímicamente no estaba bien, el ritmo de Antonio era muy grande. Entonces, Antonio tuvo muchas clase; quedó conmigo un día para tomar café y me dijo: 'Fali, tú no estás disfrutando'. Y era verdad, yo era un alma en pena. Yo iba a cantar sin disfrutar. Yo tenía muchas cosas en la cabeza, tenía que desatender a mis niños, y me dijo Antonio: 'creo que es el año para descansar'. Y le respondí: 'Antonio, yo llevo un tiempo pensando esto. Pero no era valiente de dar el paso. Pero con tu ayuda, sí, Antonio, hay que parar. Quedan muchos años por delante'. Y paré, y descansé. Y hace dos años, me llama David, que había hecho un grupo nuevo, con Lali, Pacoli, Tato..., el grupo de 'El joyero'. Aparte, son gente con los que yo ya había salido, pero además gente muy sana del Carnaval. Entonces, pues, le dije que sí. Hablé con mis niños, y les dije: 'quiero salir otra vez, sé que este ritmo de David no es ni la mitad del ritmo de Antonio. Puedo compatibilizar estar con ustedes y salir en Carnaval con una comparsa que compite. Y aparte una comparsa que se canta bien, que es lo que a mí me gusta del Carnaval'. Entonces decidí salir, y estoy súper bien ahí.

Fali, un gaditano que vive y siente las pasiones de si ciudad como el primero. Francis jiménez

-Cómo se lleva como componente cantar una letra que pueda doler a un exautor suyo o amigo, incluso? ¿Cómo se lleva eso?

-Pfffff. Yo he vivido dos concretamente, la de Kichi de 'Los sumisos'. Por ejemplo. Kichi es mi hermano, yo me he criado con él. Eso no quita que piense que al final creo que la gestión no fue buena. Una cosa no quita la otra. Yo lo quiero muchísimo, porque nos hemos criado de niños, 'pa' mí era un sueño verlo como lo vi en ese 'barcón'. Creo que no se rodeó de un buen equipo y creo que la gestión al final no salió bien. Y el día que Antonio lleva el pasodoble a Kichi, pues claro, lo primero que me dice es: '-Fali lo que tú quieras'. Y le digo que no, que yo lo voy a cantar porque pienso que el pasodoble, gran parte del pasodoble, eran cosas que llevaba razón, por lo que te digo de la gestión. Si tú me dices prefieres cantarla o no cantarla, pues hubiera preferido que no la hubiera traído nunca [contesta con la carita de qué le voy a hacer si ha traído un letrón, con razón y a pesar de que sea un amigo el destinario].

-Jajajajajajajaja

-Hubiera preferido eso, pero una vez que la trae, yo tengo que asumir que es una letra del autor quiere cantar. Además, Antonio, defensor de Kichi a muerte, estuvo ahí en el 'barcón' cuando llegó a alcalde.

-De hecho vuelve al concurso o por él o coincidiendo con su llegada a la alcaldía.

-Correcto. Entonces, creo que la gestión no fue la apropiada. También pienso que las oposiciones siempre hacen mucho daño, tanto si está el PSOE, el PP le hace mucho daño; eso es así. Entonces es muy complicado, pero sobre todo creo que no tuvo un equipo en condiciones. Entonces esa letra había que cantarla. De hecho, hay un meme por ahí colgado que me coge la cámara perfectamente justo antes de cantar el pasodoble haciendo así [y se persigna].

-¡Es verdad, es verdad? Lo recuerdo.

-Y doy a entender, claramente, que lo que voy a cantar no me gusta. No me gusta, no, que me duele cantarlo. Pero bueno, al final esto es así. Y este año el pasodoble que David le hace a Antonio (Martínez Ares), donde ahí estoy menos de acuerdo con la gente, porque al final el pasodoble no le dice nada malo. El pasodoble le dice 'no ha sido buen compañero', pero esto tiene una clara explicación porque la comparsa de Antonio veta a la comparsa de David Carapapa porque está Rafa. Entonces, paga David, pagan justos por pecadores, por así entendernos. ¿Por qué? Porque el que canta hoy por hoy es Antonio en 'tos lao'. Entonces, casi todos los carteles llaman a Antonio, y si Antonio dice que 'este no canta', este no va a cantar en la vida. Y hablamos también del pan de David.

-Y el de catorce más.

-Y el de catorce más, pero, bueno, yo soy autónomo, yo tengo mi trabajo, pero David, en concreto, este es su pan. Y su compañero lo está vetando por culpa de una tercera persona. Entonces, él se sentía decepcionado con Antonio. ¡Pero del trío 'palante' es una alfombra roja! Y ahí es donde yo me siento identificado, donde le dice que 'es un maestro, que ojalá vuelva y que ojalá te recuperes'. porque yo me considero amigo de Antonio y tengo una relación con él muy buena. Por eso, por lo que soy, yo no iba a permitir que se le cantara algo deseándole algo mal, al contrario, se le desea que te recupere, que vuelva, pero que luchemos 'tos', en vez de hacer esta guerra de 'si yo estoy aquí, tú no puedes estar', porque al final le haces daño a esa persona. Entonces, David tiene todo el derecho del mundo a decirle que no ha sido buen compañero, que es lo más grave que le dice, porque no le dice absolutamente nada. Y aparte, Antonio es el primero que le ha dicho a cada uno lo que le ha dado la real guerra, duela o no duela, entonces David tiene ese mismo derecho. Esto es así de siempre.

-Demos otros dos pasitos hacia atrás en los recuerdos y lléveme a su infancia. ¿Cómo fue?

-Pues mira, yo tuve la suerte de vivir una infancia preciosa, preciosa. De hecho, ojalá siempre hubiera vivido en esa infancia, aunque ahora, claro está, tengo cosas como mis hijos que son lo mejor que tengo, pero mi infancia fue muy bonita. Nosotros éramos cuatro amigos, bueno teníamos más, claro. Pero éramos cuatro, que éramos Juanlu Mayones, Gaviño y yo, pero sobre todo Gaviño y yo. Nosotros era todo el día en la calle jugando, en las casas de cada uno, pero sobre todo, como te he dicho, Gaviño, que 'pa' mí es mi hermano.

-De esas amistades que perduran en el tiempo.

-De hecho, estos dos últimos años hemos salido juntos en Carnaval. Como decía, nosotros teníamos... Nuestra pasión era el Carnaval, nos podíamos llevar todo el día cantando. Y nosotros teníamos una costumbre que era... [Interrumpo]

-¿Qué cantaban de pequeños? ¿De qué autores?

-'Po' mira, sobre todo Martín, porque su hermano era el bombista de 'Entre Rejas', 'Soplo de vida', 'A fuego vivo'..., o sea, estamos hablando de lo que era lo mejor en esos momentos. Es que nosotros, sin salir en Carnaval, nos hemos criado con Jesús Monzón, David Gaviño, o sea, eso era lo máximo. También nos gustaba mucho cantar las cosas de Mario Rodríguez Parra. El pasodoble de 'Coral vajilla' (1991), no, de 'Coral vajilla' no, perdona, el de 'Los mala hechura' (1990), lo habremos cantado mil millones de veces. Todos los días, todas las veces.

-Con su botelloncito y eso entiendo.

-No, no, no. Te estoy hablando de mucho más joven, de más niño. De 10, 11, 12, 13 años. Nosotros nos íbamos a jugar al fútbol y terminábamos todos los días en el mismo sitio, que era... Yo vivía en Hércules 15, él vivía en Hércules 12, y en Hércules 17 terminábamos nuestra rutina.

-Contentos me tendrían a los vecinos de esa casapuerta 17...

-Jejejeje Pues en ese portal nos sentábamos a las 11 de la noche, con las rodillas llena de mierda del fútbol y ahí que nos poníamos a canturrear, a charlar. Así estuvimos años y años, y ya con más edad, pues lo típico 'ahora me gusta esta niña', o venga hablar de fútbol y de 'Carnavá'. También teníamos una costumbre que era que en verano nos quedábamos hasta las 4 de la mañana, por lo menos. 'Sentaos' ahí, eh. O sea, mirando los 'barcones', mirando, hablando, diciendo pamplinas. Y todos los días, a las 4 de la mañana, antes de irnos, íbamos a la panadería de Las Navas, que ya estaba abierta a esa hora y nos daban una pieza cada uno. Ya estaba trabajando allí Manolo y nos daba una pieza recién hecha a cada uno y nos íbamos para casa [dice aún con la cara de un niño que acaba de recibir su panecito calentito]. Los más felices del mundo jejeje. Y eso un día, y otro día, y otro día, y otro día...

-Bonitos recuerdos, sí señor.

-O él (Gaviño) se ponía en su 'barcón' y yo en el mío, llegábamos y nos poníamos a cantar de 'barcón a barcón'. Y la gente abajo mirando y diciendo '¿quién está cantando, joe?'

-¿En qué colegio estudió?

-Yo estudié en San Rafael, donde también guardo muy buenos recuerdos. Incluso en lo que es el tema de los profesores, recuerdo con mucho cariño a don Manuel Soto, que no se me olvidará en la vida. Vivía en la calle Ángel, caletero de pro. ¡Sus desayunos eran cangrejos moros! O sea, con eso ya te lo digo 'to'. Se llevaba todos los días un cangrejo moro. Y ese era su desayuno diario. Más bueno que era. También teníamos otro que era Ildefonso, del que también me acuerdo de muchas lecciones que daba. En fin, buenos ratitos también en el colegio.

-Como gaditano y adulto ya, ¿cómo ha ido viendo evolucionar a su ciudad?

-Hombre, yo creo que ha mejorado porque la vida avanza y todo tiene que avanzar.

-Me ha hablado de su infancia con los ojos de un niño y su misma ilusión, pero eran tiempos -aquellos 80, principios de los 90- donde la droga se instaló muy adentro de la juventud y a todos nos tocó de cerca. ¿Cómo la evitó, cómo escapó o qué hizo para no quedar atrapado?

-Pues es lo que te digo, mira. Porque nuestras nuestras miradas estaban puestas en otras cosas. El fútbol, por ejemplo. A mí me apasiona el fútbol. Y 'pa' mí el fútbol, el Carnaval y la Semana Santa eran mi vida. 'Pa' mí no había sitio para nada más. Y nosotros, con esa edad, o sea, 13, 14, 15 años, ya teníamos amigos golfos. Y sin embargo, nosotros nunca nos tiramos por ese camino. Pero por lo que te digo, porque hemos estado con 14 años y gente fumando al lado y demás, y no nos interesaba.

-O esos portales por la noche, que era como las puertas de Humor Amarillo, que era raro el que no estuviese ocupado con aquello de la papelina.

-Sí, sí, me acuerdo. Pero nosotros, gracias a Dios, esa terna que yo te digo, de mis tres amigos y yo, no salíamos de lo nuestro, que era Carnaval, Semana Santa, fútbol, Carnaval, Semana Santa, fútbol...

-Buenos refugios, sin duda. ¿En qué equipo jugó?

-Yo jugué en el Panamá.

-¿De qué jugaba? 

-De 'latera' derecho. Pero...

-Uhhhh... Jajaja

-Pero... Hasta que decidí ponerme de portero y ahí fue donde realmente jugué.

-Anda.

-Jugué en el Cádiz Futbol Sala, en el Virgili B, y después fiché por el Cádiz FS. Y ahí fue donde jugué dos años Segunda Nacional, con Carlos Contreras.

-Hombre, un mítico del fútbol sala gaditano. Recuerdo que había dos equipos de Cádiz en la misma categoría y ese pabellón Portillo.

-Correcto. Disfruté que no veas. El Portillo era increíble.

-Estábamos con la transformación de Cádiz.

-Lo que te comentaba antes, veo que todo avanza, pero sí veo que se está perdiendo muchas cosas. Yo soy muy clásico, muy clásico. O sea, yo tengo una costumbre, que me la enseñó mi padre también, que es que el sábado por la mañana tengo que entrar en la plaza. Tengo que entrar en la plaza y tengo que entrar en el 'pescao'. Aunque no compre. Mi niño siempre me dice 'papá, ere un viejo'. Pero es que mi padre lo hacía.

-Jajajajaaj ¿Y para qué?

-'Pa ve' los puestos de 'pescao', cómo cortan el 'pescao', el olor a 'pescao'. Mi padre lo hacía; me llevaba todo los sábados por la mañana a La Marina a 'tomá' café y churros, y entraba en el 'pescao'; era yo muy chico, pero a mí se me quedaba de que él entraba, pero no compraba. La que compraba después era mi madre, pero él entraba. Ya, cuando era más mayor, le preguntaba y me decía...; mi padre es que era muy 'cuadriculao', tenía sus cosas jaja. Pero lo peor es que yo lo sigo haciendo. Y entro el 'pescao' y doy mi 'vuerta'. Mi niño lo sabe, pero mi niño al principio decía: '-papá, ¿por qué no compra? -Porque yo no he venío aquí a comprá; yo he venío a da mi vuertecita'.

-Jajajajajaja Costumbres que tiene uno, joe. Y punto.

-Mi padre también fue portero del estadio Carranza durante 30 años. Yo entraba con él siempre gratis. Él estaba en la puerta A de tribuna. Por lo tanto, también he 'vivío' lo que es el Cádiz desde dentro y con él. Yo, recogepelotas desde 'shico'. Ya te digo que he 'tocao' todos los palos de la infancia gaditana.

- ¡¡¡¡¡Y qué Cádiz!!!!!!

-El Cádiz de Mágico González. Yo he peloteado con Mágico González en el césped antes de empezar un partido. Ellos, los porteros, entraban dos horas antes del partido. Y mi padre me cogía, me metía por dentro y me ponía en el césped, en el banco de pistas. Eso lo he 'vivío' yo con mi padre.

-Y de las costumbres de su padre a las suyas propias. ¿Cómo es un 'díííta' gaditano de Fali Figuier?

-Yo vivo aquí, en la calle Cobos, por lo que empiezo aquí y me doy, como te he dicho antes, mi 'vuertecita' por la plaza, por San Juan de Dios; comprarle camarones en la esquinita de San Juan de Dios al hombre que se pone allí todos los días. Ya te digo, yo también soy muy 'cuadriculao', pero que esas cosas son las que a mí me han 'llenao' siempre.

-Vamos, que me encuentro ante uno de esos gaditanos que, con excepción de Carranza, el Río Saja era una venta, ¿no?

-Correcto, correcto, correcto. Pero también me abro, ¿eh? De hecho, por ejemplo, en Semana Santa, todos los Sábado Santo me voy a Sevilla, porque me apasiona la Semana Santa de Sevilla. O sea, yo soy de aquí, y yo de aquí no me voy a mover, pero el Sábado Santo ya lo he 'cogío' por costumbre y aquello es una barbaridad. Entonces yo me abro a los demás, pero Cádiz es Cádiz 'pa' mí. El simple hecho de ir a andar por mi ciudad; o sea, yo me embeleso todavía de las cosas que he visto 3.800 veces. Y me sigo embelesando. Yo voy por la Alameda un atardecer y... soy muy gaditano, y muy gadita.

-Y que lo siga siendo. Ha sido todo un placer y a seguir disfrutando de la Semana Santa hasta lo que deje el agua.

-Lo mismo te digo. Y a ver cómo se porta. Eso digo yo. Jejeje.

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