CÁDIZ

Encierro indefinido de las trabajadoras de limpieza de la UCA: «No podemos ir a la huelga»

Limpiadoras de los campus de Cádiz y Puerto Real siguen esperando un acercamiento con el rector Casimiro Martell de cara a negociar un pliego que fue retirado en su momento y que «debe atender nuestras reivindicaciones»

Las trabajadoras de limpieza de la UCA denuncian un ERE encubierto: «Se están recortando horas y no se cubren las bajas»

Trabajadoras de limpieza de la UCA en la Facultad de Filosofía y Letras antonio vázquez
Rubén López

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A principios del pasado mes de agosto el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía (TARCJA) tumbó el pliego del servicio de limpieza presentado por la Universidad de Cádiz. Entonces, el ente universitario no tuvo en cuenta las reivindicaciones de las 200 trabajadoras que dan este servicio en los campus de Cádiz, Puerto Real, Jerez y el Campo de Gibraltar.

Así fue como los sindicatos y las propias trabajadoras han estado pidiendo por activa y por pasiva un encuentro, una reunión o una toma de contacto con la Universidad o con su rector, Casimiro Martell, que desde entonces y hasta el día no se ha producido.

Por todo ello, las trabajadoras han dado un paso más en sus reivindicaciones y desde este lunes han comenzado un encierro en diferentes facultades de los campus de Cádiz y Puerto Real, a la espera de que una vez por todas la universidad se siente con ellas para negociar las bases del que debe ser el nuevo pliego de limpieza.

«No nos podemos permitir ir a la huelga», explica una de las trabajadoras. «Tenemos sueldos que en algunos casos no llega ni a los 1.000 euros y es lo único que entra en nuestras casas. Así que nosotras vamos a seguir trabajando pero también protestando y luchando por lo que consideramos justo».

Una situación que ha dado un paso más con un encierro «sin fecha de finalización» que ha comenzado por ejemplo en la Facultad de Filosofía y Letras de la capital gaditana. «Las trabajadoras siguen esperando que les llamen para negociar el pliego de limpieza. Si sale en los mismos términos condenan a las trabajadoras de la Universidad de Cádiz», explica el delegado sindical de Autonomía Obrera Manolo Bienvenido.

«El pliego no puede salir porque no se ha negociado con el sector sindical las reivindicaciones de las trabajadores, eso no se incluye y por tanto no se puede salir. Si la UCA tiene la osadía de sacar el pliego sin la negociación con los sindicatos las movilizaciones van a ser permanentes», añade.

Con todo, las trabajadoras y los sindicatos lamentan la falta de comunicación con el ente directivo de la universidad gaditana. «A día de hoy el rector no ha mostrado interés alguno ni nos ha comentado absolutamente nada. No sabemos qué piensa de las reivindicaciones». Bienvenido recuerda que «lo que pedimos es la dignificación laboral de las trabajadoras en consonancia con el trabajo que realizan y otra es la supresión de más de 11.000 horas del actual pliego que está vigente y que ha supuesto una pérdida de puestos de trabajo, un ERE encubierto de la UCA«, denuncian desde Autonomía Obrera.

Las demandas de las trabajadoras aspiran a evitar la supresión de horas, una revisión lógica salarial en consonancia a otras universidades y una mejora respecto a la jubilación. Asimismo, garantizar que las sustituciones por baja o absentismo no se cubra como se está haciendo ahora a partir de los 18 días.

El sindicato precisa que las trabajadoras van a seguir cumpliendo con su jornada laboral. «Hay una cuestión muy clara. Será una decisión de las trabajadoras lo de ir a la huelga o no pero con el salario que tienen y al depender de un sueldo tan bajo van a multiplicarse en acciones reivindicativas junto a su jornada laboral. Son trabajadoras que no pueden permitirse una huelga pero van a seguir protestando como no puede ser menos».

Tras semanas y ya meses esperando una solución, las trabajadoras señalan que «tenemos mucho cansancio. Este trabajo requiere mucho esfuerzo. Tanta sobrecarga nos quema física y mentalmente», sostienen. Asimismo, apuntan que «este encierro no tiene una finalización porque no hay acercamiento por parte de la Universidad de Cádiz y el rector. La misma rabia por el maltrato laboral que está padeciendo contrasta con la energía positiva que tienen ahora mismo los colectivos», apunta Manolo Bienvenido.

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