CÁDIZ
La desternillante historia de Antonio Reguera como Hijo Predilecto de Cádiz
El humorista y músico gaditano levanta al público asistente al Palacio de Congresos con el relato del viaje a Ceuta con su compañera Agustina a finales de los años noventa
Ovaciones, memoria y emoción en el homenaje de Cádiz a quienes «representan lo mejor de nosotros»
Genio y figura. Lejos de hacer un discurso convencional al ser reconocido con una distinción del nivel de Hijo Predilecto de tu ciudad, el genial Antonio Reguera quiso hacer lo que mejor sabe y fue contar una de sus tremendas historias, basada en hechos reales.
La ceremonia de entrega de los Honores y Distinciones de la Ciudad de Cádiz 2025 contó con la presencia de personalidades gaditanas del nivel de Antonio Martín García, Elvira Lindo, Ignacio Moreno o José Luis Pájaro, entre otros. Y por supuesto la ceremonia contó con un Antonio Reguera más feliz que nunca que quiso dejar su sello cuando fue llamado al escenario para ser reconocido como Hijo Predilecto.
Se mascaba que el humorista y músico gaditano iba a hacer una de las suyas cuando nada más dirigirse al atril para dedicar unas palabras soltó un «envidio tu ingenuidad», dirigido a uno de los organizadores del evento que pedía algo de brevedad a los premiados.
Fue entonces cuando Reguera contó una de sus historias en la que lo realmente importante no es ni mucho menos el final sino el desarrollo de la misma. En este caso un viaje para actuar en Ceuta a finales de los noventa acompañado de su inseparable Agustina.
Antonio Reguera reconocido como Hijo Predilecto
Una inspección aduanera con los protagonistas: dos agentes de la Benemérita, «uno con la máquina de escribir en la cabeza y »un cánido pariente de Rintintín« y unos agentes »familiares de Sylvester Stallone«.
«Ese perro dentro del coche dice 'guau guau' dos veces y eso le sale en papel al de la toga y el martillo enfrente del Río Saja y entre los dos te meten 20 años». La historia dio para mucho entre las risas del público asistente y el alcalde, Bruno García, que escuchaba todo detrás del humorista sin parar de reírse.
Una de sus grandes desternillantes historias que acabó con su máxima, su amor por Cádiz y pasión por una ciudad de la que siempre ha hecho gala durante toda su vida. «Llevo 75 años en la ciudad más bella del universo… ¡Viva Cádiz!».
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