CÁDIZ
José María Esteban: «Cádiz está cambiando su paisaje con colores que no son propios de la ciudad»
José María Esteban reflexiona sobre el patrimonio de la ciudad y la pérdida de los revestimientos artísticos en su último ensayo 'El color de Cádiz': «Hay una incultura arquitectónica que se ve con la piedra ostionera sin proteger en la mayoría de edificios»
La piedra ostionera recuperada en la fachada de un restaurante de la gastronómica calle Plocia de Cádiz: «Va a quedar muy bonito»
Cádiz
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLas murallas, las iglesias, la Catedral, las Puertas de Tierra, las torres miradores y en definitiva el patrimonio, ese que está ahí en una ciudad como Cádiz como un elemento más que parece imperturbable y al que muchos ni miran siquiera pero que tiene un valor supera lo inimaginable.
Porque si de algo puede presumir esta ciudad es de tener «uno de los cascos antiguos neoclásicos más bellos de España. Una ciudad maravillosa que tiene un patrimonio que necesita ser conservado». Son palabras de un chiclanero, enamorado de la capital, y que se considera «un 'jartible'» cuando habla de la arquitectura gaditana y todo lo que nos rodea.
José María Esteban González (Chiclana de la Frontera, 1953) ha sido y es arquitecto de profesión, ahora jubilado, pero sobre todo de vocación, porque lo lleva dentro de sí y así lo quiere expresar. Entiende el panorama que le rodea y comprende que por muy pesado que sea en cuanto a las necesidades patrimoniales de Cádiz no todo se puede conseguir. De ahí que al menos pretende que se le escuche y qué mejor manera que con un nuevo libro, a modo de ensayo, en el que reflexiona sobre la pérdida de revestimientos de artísticos de Cádiz. Con este planteamiento se presenta 'El color de Cádiz', el último trabajo de este asiduo colaborador de opinión de LA VOZ y que presenta este martes 4 de noviembre en la calle Ancha, en el Espacio Cultural del Ayuntamiento de Cádiz.
-¿De qué trata 'El color de Cádiz'?
-El libro es como una continuación del primero que escribí como la piedra ostionera. No había nada escrito sobre un elemento tan identificativo de Cádiz y por eso me animé a hacerlo. He trabajado quince años en la delegación de la Cultura y en la universidad y siempre me ha preocupado de la protección del patrimonio y la tutela. Hay que valorar siempre lo que hemos tenido y tenemos porque las sociedades cambian. Ahora el turismo es importante y la mayor parte de lo que el turista quiere ver es patrimonio. Le gusta sentir la historia.
¿Qué va a encontrar el lector?
Este libro es un cántico a la verdad, a lo auténtico. Lo auténtico en el patrimonio es lo que tenemos que proteger. Todo lo que heredamos es lo que hay que valorar y la gente debe entender que la autenticidad hay que protegerla. Una historia del color en la arquitectura, que no solo va de la piedra ostionera. En definitiva una serie de reflexiones sobre la Cultura, el Patrimonio y la sociedad actual
-¿De dónde le viene ese afán literario?
-Escribo desde que me jubilo. Soy chiclanero, he estudiado en Sevilla y en Cádiz he sido funcionario público siempre ligado al patrimonio. Siempre he escrito pequeños artículos aunque no soy periodista no escribo bien ni lo pretendo, pero siempre he expresado mis inquietudes. Todo el mundo puede escribir, algunos mejor y otros peor, y yo lo que hago son ensayos y opiniones. Me preocupa fundamentalmente el patrimonio con los revestimientos. Hago muchos viajes y vengo ahora de la Puglia italiana y te das cuenta que fabrican la piedra como nosotros, la piedra lechosa parecida a la nuestra que emergió y se quedaron en los sustratos. Esa piedra se puede esculpir y allí en Italia están edificados con esa piedra. Antiguamente se encalaban y ahora mismo desde hace tiempo ya no tienen los revestimientos y la paredes pierden unos dos centímetros. Una situación muy similar a lo que pasa en Cádiz con la piedra ostionera.
-No se entiende el valor de la piedra ostionera...
-Lo que hay que tener en cuenta que nunca la piedra ostionera se deja vista porque es un conglomerado fácil de deleznar con el viento y el agua. Gran parte del caserío de Cádiz tiene protegidas sus fachadas con pinturas, pero un bajo porcentaje que va en aumento está sacando la piedra ostionera a la vista y no debe ser así. La arquitectura siempre se ha pintado, todo ha sido protegido siempre. En Cádiz se está cambiando el paisaje y te venden que van a picar la pared y voy a sacar la piedra ostionera y al final ponen un barniz que cambia el color de Cádiz. Esta ciudad no debe tener colores oscuros, no puede haber colores negros o marrones. Tenemos calles estrechas, edificios altos para protegernos del sol y los vientos. Se pintan de colores claros para que rebote la luz y llegue a la calle. Si empiezas a oscurecer las casas pierdes el color de la ciudad porque hay falta de cultura en el sentido arquitectónico.
-¿Tenemos un problema con las murallas?
-Lo tenemos con el patrimonio en definitiva. En los primeros años de las competencias en patrimonio se invertía poco dinero pero se hacía muy bien. Con el tiempo la inversión pública ha dado paso a lo privado por la falta de leyes de mecenazgo. El gobierno andaluz se ha ido quitando responsabilidades de restauración porque muchos edificios son privados. El tema también es que hoy por hoy la restauración no es prioritaria por delante de asuntos fundamentales como la sanidad y la educación.
-Vivimos en una ciudad 'condenada' por su entorno
En Cádiz hay mucho viento y se produce una erosión en los edificios. Si te fijas en las Puertas de Tierra todo tendría que estar como el torreón, el resto está con la piedra vista. Dile a la gente que hay que tapar eso pero hay mucha incultura respecto a ello. No se puede llamar maleducada a una persona que no ha tenido educación arquitectónica. Lo importante es tener una educación en cuanto a la restauración se refiere. La piedra ostionera, insisto, no se puede dejar vista porque siempre ha estado tapada. No se puede llamar a la gente inculta porque no tenga información sobre este tema. La piedra es un elemento constructivo.
¿Cuáles son los edificios mejor conservados de Cádiz?
-La Casa Aramburu es una maravilla, un trampantojo sobre piedra ostionera. El palacio de Mora lo tiene a un nivel siempre muy alto. En Diputación creo que se equivocaron con el color. Hubo un estudio de la antigua aduana y venían con los colores originales de la obra y se pensó en dejarla vista. Todo eso estaba perfectamente estucada.
-Y si tuviera financiación, ¿qué edificio restauraría?
No tengo dudas, la Catedral. Es el mejor edificio que tenemos, es la Catedral con mejor luz de Andalucía y por tanto de España porque la luz que tenemos aquí no la hay en el resto de país. Hay un juego de luces que solo tiene nuestra Catedral. Con las redes hay un fumato dentro que tenemos que trabajar en quitarlas. Luego está la parte de la calle Arquitecto Acero que tiene todas las heridas del tiempo, una zona muy afectada por el mar que agrede el mármol. La terminación idónea sería un aplacado de mármol pero como eso es muy caro por lo menos había que darle una pintura a la cal, un polvo estucado.
-Hay mucho trabajo por delante
- Parece obvio pero Cádiz es una belleza. Una de las ciudades más diferentes que tenemos en Andalucía. Un enclave más que atractivo y una ciudad en la que parece que ahora desde hace veinte años nos han descubierto. Hay que buscar también un equilibrio con el turismo y el turista, que se pueda disfrutar de la ciudad con calma y tranquilidad. Para eso también es fundamental encontrar un nivel ecuánime y por supuesto cuidar nuestro patrimonio.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión