TOMARES

Tomares volverá a ofrecer a los vecinos de Sport Aljarafe la expropiación de mutuo acuerdo

El Consistorio se muestra «muy sensible con la terrible situación de los vecinos» y no dejará de trabajar hasta que se encuentre una solución definitiva

La aldera sobre la que se asienta la urbanización Sport Aljarafe, en Tomares ABC

S. P.

El Ayuntamiento de Tomares cree que la mejor solución para los once vecinos de la urbanización Sport Aljarafe es la expropiación de mutuo acuerdo , «una solución que no elimina el problema, pero se le traslada por completo al Ayuntamiento con el fin de beneficiar a los vecinos», señaló la concejal de Urbanismo, Lola Vallejo.

El problema de las viviendas afectadas de Sport Aljarafe empieza en 1987 , tras la construcción de la urbanización. En los más de 30 años transcurridos, se han sustanciado numerosos procedimientos judiciales , sin que en ninguno de ellos se haya responsabilizado al Ayuntamiento, «pero entendemos la terrible situación de los vecinos y por eso no vamos a dejar de trabajar hasta encontrar una solución definitiva para ellos y para la ladera», recalcó la edil.

El acuerdo de expropiación de mutuo acuerdo, que ya se puso encima de la mesa antes del verano y que se haría realizando la máxima valoración legal de las viviendas, es, añadió Vallejo, « un acto de generosidad del Ayuntamiento con los vecinos , porque, sin tener obligación, el Consistorio hace suyo el problema».

Hay que tener en cuenta que cuando se consolide la ladera, los propios vecinos tendrán que invertir , en el mejor de los casos, unos 60.000 euros cada afectado para su reparación y, en el peor, derribarlas y volver a edificarlas de nuevo.

Estas once viviendas se ubican en una zona muy específica de la urbanización, en el borde este de la ladera , siendo la única afectada según todos los informes técnicos que obran en el Ayuntamiento, encontrándose el resto de la urbanización en un terreno firme y seguro.

Fueron los propios vecinos los que en 2016 fueron al Ayuntamiento con un informe técnico contratado por ellos, en el que se alertaba del mal estado de sus viviendas, lo que conllevó a decretar la ruina física inminente de las viviendas y su desalojo. Desde que se produjo este grave problema, « el Ayuntamiento no ha dejado de trabajar para buscar una solución ».

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