Cultura

La pintura como herramienta para contar la historia en Alcalá de Guadaíra

Javier Hermida es un especialista en la recreación histórica, con obras en museos de España y el extranjero

Javier Hermida ha realizado las recreaciones históricas del recién inaugurado Museo Íbero de Jaén ABC

ALBERTO MALLADO

Javier Hermida, pintor y profesor alcalareño, emplea sus obras pictóricas para contar la historia, para poner imagen a lo que muchas veces se narra sólo con textos cargados de datos. Él tiene el poder de transformar miles de páginas en un imagen clara, que los resume y multiplica su capacidad educativa.

Se ha convertido en un especialista en esta materia y tiene a sus espaldas una l arga lista de encargos de museos españoles y extranjeros para ilustrar con sus dibujos sus salas y vitrinas. Sus obras son, más que un complemento de las piezas que se exponen, el medio para darles vida e integrarlas en un contexto que las haga comprensibles.

Su último trabajo han sido los murales de los paneles expositivos del Museo de Arte Íbero de Jaén, recientemente inaugurado. En él ha dado vida a escenas clave de la vida de este pueblo. Una boda donde ha tenido que representar con total fidelidad vestidos y adornos de una multitud de figuras, con especial detalla a las ricas joyas de las damas, los músicos con sus instrumentos,  el funeral de un príncipe, la cueva donde se adoraba a una deidad femenina y en la que han quedado cientos de exvotos. También una escena actual, la del expolio de un yacimiento a la luz de los faros de un coche, ya que una parte de los contenidos son la denuncia de la multitud de expolios que ha sufrido el patrimonio de esta época en Jaén.

En todas las  representaciones el rigor ha de ser absoluto. Recibe fotos de objetos reales que debe llevar a las imágenes. Algo que le ha servido para comprobar la riqueza ornamental de esta cultura, su alto sentido estético y la delicadeza de su artesanía. No se puede inventar absolutamente nada, todo lo que se pinta debe estar documentado. Es la práctica que se sigue en este tipo de trabajos. Hasta en cinco veces le han devuelto algunos de sus dibujos para que los rehiciera.

En una ocasión ejemplo se le ocurrió pintar un cubo con agua de la que se abastecía un alfarero. Un sencillo cubo de madera. Pero al revisar los archivos, los historiadores comprobaron que no había ningún testimonio del uso de un cubo de madera en la época que se recreaba, así que tuvo que eliminarlo y en su lugar poner una vasija rota, algo que sí estaba documentado.

Antes el trabajo se hacía sobre papel, pero ahora se realiza con tarjetas gráficas. En la práctica es lo mismo, pero en lugar de con un pincel o un instrumento tradicional, dibuja con un lápiz óptico. Luego va aplicando colores y texturas hasta alcanzar el resultado final. Esta forma permite que las correcciones sean más fáciles de realizar, ya que antes un cambio suponía realizar una nueva obra.

En su lista de trabajos figuran por ejemplo las ilustraciones del Museo Arqueológico de Alicante . Y en el extranjero tiene trabajos de gran nivel como los realizados para museos de Atenas y de Estambul. En el primero de ellos los contenidos versan sobre la cultura griega y Hermida realizó ilustraciones sobre la vida cotidiana: el mercado, las fiestas o los dioses. En Turquía su obra está en el Museo de Caligrafía, una disciplina a la que la cultura árabe da gran importancia. Su misión fue dar vida a un enorme cortejo de época otomana en la que cientos de personas portaban libros. Aquí tuvo que realizar un gigantesco mural de 33 metros de largo y tres de ancho alrededor de una sala.

Javier Hermida tiene también prestigio internacional en otra disciplina de la ilustración, la v isualización de espectáculos. Antes de que se realice un gran evento, el se encarga de ofrecer una idea de cómo quedará. Ha realizado trabajos en Sevilla sobre el mapping o la inauguración del centro comercial de la Torre Pelli, pero u no de los más complejos que ha realizado es para el colosal Gran Museo Egipcio que se inaugurará en El Cairo. Aquí ha tenido que ilustrar la grandiosidad de una ceremonia que se prevé apoteósica, cargada de personalidades, de fuegos artificiales y de actuaciones que tienen como escenario nada menos que el kilómetro y medio que separa al museo de las pirámides.

Aparte de todo ello, Hermida es profesor de dibujo en el instituto Albero de Alcalá (posee el Premio Nacional de Innovación Educativa por un proyecto desarrollado en el centro y tiene un notable carrera artística como pintor. Es heredero de la tradición paisajística alcalareña y se prodiga en esta temática, pero va más allá ya que en sus obras tiene también protagonismo la figura humana o la abstracción.  Entre sus últimos trabajos figura el cartel de Carnaval para la localidad de Alcalá que se presentó hace pocos días.

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