Jordi González y Sandra Barneda, presentadores de «GH VIP»
Jordi González y Sandra Barneda, presentadores de «GH VIP» - Mediaset

¿Cómo se hace «GH VIP»? Así es la trastienda del famoso reality

Alvaro Díaz, director general de Zeppelin TV, cuenta los detalles de la nueva entrega de este concurso de famosos que arranca este domingo

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Tras diecisiete ediciones con concursantes anónimos y cuatro con famosos, el reto de «Gran Hermano» es seguir sorprendiendo a su audiencia, fiel pese a que han pasado más de quince años desde que el popular concurso de Telecinco revolucionó para siempre el mundo del reality. Este domingo (a las 22.00) arranca la quinta entrega de la versión VIP, que encierra durante tres meses a varios famosos en la popular casa de Guadalix de la Sierra.

«El reto de este año es que el programa sea muy divertido. Toda la mecánica está dedicada a disfrutar. Hay sorpresas que iremos desvelando poco a poco, pero el lema de la primera gala es «Entra si puedes», que más tarde se convertirá en «como puedas». Los concursantes tendrán que apañárselas para casi todo», desvela después de un ensayo Álvaro Díaz, director general de Zeppelin TV (productora del programa) y antes director de las galas. El objetivo es que todo funcione a la perfección esta noche, cuando Jordi González vuelva a ponerse al frente de la edición que copresentará, una vez más, con Sandra Barneda.

«Gran Hermano» es un continuo. «Los meses previos al arranque de cada edición se intensifica el trabajo, se piensan los giros, las pruebas... Pero es un formato muy vivo y cambiante, siempre estamos pensando cosas para el concurso que a veces usamos para los anónimos y otras para los famosos», añade Díaz. «Aunque tenemos un plan diseñado, luego también hay que saber manejarlo con flexibilidad y tener mano izquierda para lidiar con lo que pasa en la realidad de la casa».

Así era la sala de estar de la casa el año pasado
Así era la sala de estar de la casa el año pasado- Mediaset

Los protagonistas de «GH VIP», desvelados con cuentagotas por la cadena, serán en esta ocasión Toño Sanchís, exrepresentante de Belén Esteban, la actriz Emma Ozores, los presentadores Irma Soriano, Ivonne Reyes y Alonso Caparrós, el productor Alejandro Abad, la reportera Alyson Eckmann, la locutora Daniela Blume, el youtuber Aless Gibaja, el político Sergio Ayala y los famosos Elettra Lamborghini y Marco Ferri.

Concursante número 13

La cadena se reserva un decimotercer nombre en la manga que desvelará en la primera gala del programa. «Tenemos perfiles muy distintos, con trayectorias de lo más variadas, y luego vamos jugando hasta configurar la foto de familia que queremos. Para que funcione hay que tener gente de todo tipo: mayores, jóvenes... Aunque luego la clave es la química que haya entre ellos. Está claro que el público de Irma Soriano no es el de Aless Gibaja. Este año es un lujazo, porque tenemos un casting lleno de glorias, gente que antes de entrar ya tenía una carrera en televisión. No viejas glorias, que suena algo peyorativo», remarca el directivo.

La selección se hace a partir de múltiples vías: algunos llaman al programa anunciando que quieren participar, a otros les llama la productora y algunos surgen espontáneamente en alguna conversación y son tentados por la productora. También escuchan la opinión de los espectadores en Twitter, aunque «no les condiciona». «Las redes sociales son parte de la grandeza de GH VIP, un concurso emitido con éxito en 22 países. Que hablen mal de él es lo segundo mejor que nos puede pasar, después de las críticas constructivas», plantea Díaz.

Este año, reconoce, eran muchos los que querían entrar en el programa. «Si todos a los que dicen que tentamos quisieran venir tendríamos para varias ediciones», comenta. ¿Qué lleva a los famosos a entrar en la casa, más allá del premio final de 100.000 euros? «Existe el efecto Carlos Lozano. Muchos ven una oportunidad de volver a la primera línea televisiva. Sin embargo, nosotros siempre insistimos en que se exponen como en ningún otro sitio, aunque hayan hecho millones de horas de televisión en decenas de programas. Aquí no se apaga la cámara, y se muestra lo que nos den».

Análisis médicos y psicológicos

El máximo responsable de Zeppelin admite que el contrato de cada participante es distinto, y que incluyen algunas cláusulas o condiciones, «pero muchas menos de las que imagina la gente», aclara. Otra diferencia con el casting de los anónimos es que las celebrities no pasan por pruebas de cámara, aunque sí por análisis médicos y psicológicos.

En el día a día, el equipo que realiza «H», formado por unas 150 personas, funciona como una máquina perfectamente engrasada. «Hay un equipo que prepara cada programa, varios turnos de montadores, editores, realizadores...», explica Díaz. Su tarea es vigilar las cuatro señales simultáneas que llegan de la casa y las imágenes recogidas por más de las ochenta cámaras colocadas en todos los habitáculos de la residencia de Guadalix de la Sierra.

Los turnos afectan incluso al Súper, Floren Abad. Siempre hay alguien dispuesto a escuchar a los concursantes en el confesionario, pero como Abad no puede trabajar 24 horas, le ayudan varios «minisúper». Por la transformación de su voz, muchos concursantes apenas lo perciben. «Es como cuando un Fórmula 1 entra en boxes; acuden decenas de personas, pero cada uno tiene claro su cometido para que todo esté a punto en cuestión de segundos», explica.

Los días más intensos son los que toca gala: jueves y domingo. «Hay equipos independientes para cada una. Ese día entran muy pronto, hay una reunión con el presentador, se lee el guión, se repasan las tramas... Y cuando acaba todo, ya de madrugada, otro grupo empieza por la mañana a preparar la próxima», concluye Díaz. Una cuenta atrás interminable.

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