Practicar «Deportes imposibles» y no morir en el intento

Esta noche, a las 22.50, debuta el programa en el canal A&E, una serie de seis episodios en la que el periodista Valentí Sanjuan aprenderá disciplinas poco conocidas y tan exigentes como las que ya conoce

Madrid Actualizado: Guardar
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En ocho meses, el periodista Valentí Sanjuan sufrió la muerte de su madre, la pérdida de su trabajo y el abandono de su novia. Fue el dramático punto de partida de su vida actual como deportista extremo y youtuber, seguido en la red por un millón de personas. Esta noche, a las 22.50, debuta en el canal A&E con el programa «Deportes imposibles», una serie de seis episodios en la que aprenderá disciplinas poco conocidas y tan exigentes como las que ya conoce.

Pese a estar curtido en pruebas de ultradistancia como ironman y ultraman, Sanjuan confiesa que no le resultó fácil adaptarse al hockey subacuático, el chess boxing, el fútbol gaélico, el kayak polo, el skeleton y el ultimate beach frisbee. Reconoce también que hay gente «con mejor preparación física o mental y otros con mejor predisposición deportiva», pero asegura que a ganas y actitud le ganan muy pocos.

El formato, explica, «mezcla diversión con divulgación». «Solo tengo dos días para aprender cada deporte», añade, antes de repasar las dificultades de todos ellos. En el episodio dedicado al fútbol gaélico le pusieron a entrenar con un equipo femenino en el que sufrió «patadas y placajes por todos los lados». En el kayak polo tuvo que aprender a volcar y salir sin ahogarse «rodeado de bicharracos muy locos, con mucho impacto».

El chess boxing (una mezcla de ajedrez y boxeo) «no fue el más dificil de todos, pero sí el más duro, por la presión», y el único en el que llegó a pasar miedo. «Había un tío arreándote. En un despieste se te iba la nariz o un diente». Después de tres minutos en el ring, «tenías diez segundos para quitarte los guantes e intentar que no te dieran jaque mate, con las pulsaciones a tope».

El hockey subacuático le «flipó». «Intervienen muchas cosas. Hicimos apnea, pesca submarina, respiración. Y hockey. Hay que aguantar bajo el agua y te vienen como pirañas». El skeleton es otro deporte «muy loco». «Vas a un palmo del suelo, estirado, bajando por carreteras a 80 por hora. Me pareció el más peligroso, quizá por ser el más fácil de dominar. Si te empotras, te empotras tú». El ultimate beach frisbee, por último, no parece tan extremo, pero es explosivo, al tener que arrancar en la arena, y tiene mucha táctica. No hay demasiado contacto, pero se rompió el isquio. «Es el único programa en el que he llorado como un bebé».

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