Paloma Gómez Borrero: «No me gusta el periodismo de cotilleo»

Paloma Gómez Borrero acaba de ser galardonada con el Premio Iris Toda una Vida en la edición de 2016 que concede la Academia de Televisión. Se trata del máximo homenaje que otorga esta institución y que en esta ocasión se deposita en las manos de una profesional con más de 50 años de carrera. «Este premio lo han recibido grandes compañeros a los que muchos de ellos considero mis maestros y mis amigos: Jesús Hermida, Miguel de la Quadra Salcedo, Chicho Ibáñez-Serrador, María Teresa Campos... Además, me lo han dado mis compañeros y según tengo entendido por unanimidad. Me siento enormemente feliz de ser tan querida en esta bendita profesión», reconoce.

Paloma Gómez Borrero y antes Jesús Hermida, Cirilo Rodriguez, Juan Carlos Azcue, Pedro Wender, Federico Volpini, Manuel Piedrahita, Diego Carcedo o José Antonio Plaza son algunos de los pioneros corresponsales de TVE.

Ellos abrieron el camino a muchos que les siguieron después. «Recuerdo que comencé cuando salió el UHF en el espacio “Redacción de Noche”. La forma de trabajar ha cambiado, a Dios gracias para bien. Hoy en día hasta con un móvil puedes mandar tu trabajo. En aquellos años no siempre disponíamos de los medios suficientes para traer la información. Las tareas del corresponsal no se limitaban a enviar crónicas para las distintas ediciones de los Telediarios, sino también suministrar piezas de todo tipo y género para los programas de TVE e incluso a RNE. Aprendíamos sobre la marcha la realidad del país en el que estábamos destinados. Al margen de esto teníamos que manejar todos los estilos periodísticos: un día podíamos estar dando una noticia y otro una entrevista. Recuerdo que tras el secuestro y muerte de Aldo Moro tuve que ir corriendo a un bar en Roma para que me dejaran llamar por teléfono a la centralita de TVE para que a su vez me pasaran con la redacción», cuenta.

Su vitalidad es increíble y nos comenta que cuando peor lo pasaba era en los viajes del Papa en los primeros años, «sobre todo cuando nos tocaba África, ya que todos los periodistas teníamos que luchar por pillar un teléfono y mandar la crónica...era una auténtica batalla campal. Hoy en día el internet te ayuda, pero en aquellos años ibas con tu máquina de escribir (nada de portátil) y encontrar un telefax en algunos lugares era toda una odisea», afirma.

Nuestra homenajeada asegura «estar enamorada» de su trabajo y lo que más le gusta es «la inmediatez y la influencia». «Por eso hay que tener mucho cuidado ya que al ser testigo de unos hechos tienes que contar la verdad y esto supone mucha responsabilidad». Si hay algo que no le gusta de esta profesión es el periodismo «de cotilleo». «No me gusta. Parece que es como si miraras por el ojo de la cerradura. Cuando se hace una entrevista creo que hay cosas más importantes del personaje que saber de su vida privada. Yo apuesto por la buena educación en los medios», razona.

Paloma Gómez Borrero asegura que va a dedicar este premio a sus compañeros, especialmente a los que ya no están, como Jesús Hermida y su amigo y maestro José Antonio Plaza. Al margen de los profesionales, la periodista que tiene el honor de ser la primera mujer corresponsal en el extranjero de TVE, también quiere agradecer su premio a Italia, «que ha sido muy generosa» y a su marido e hijos. «Ellos han sido mi apoyo y mucho de lo que soy en esta profesión se lo debo a la santa paciencia de mi marido y mis hijos. La de veces que les he dejado comiendo en la mesa para irme a mandar una crónica».

En estos más de 50 años de profesión Paloma Gómez Borrero ha dado más de 29 vueltas al mundo siguiendo los viajes del Papa. «El primero fue con Pablo VI y lo último que he hecho es el cierre de la Puerta Santa con el Papa Francisco. Sigo en la brecha. Te pueden jubilar las circunstancias: la salud, que te falle la voz o tengas que ir en silla de ruedas, bastón y comiendo sopitas». En la actualidad sigue trabajando en la tertulia de «Amigas y conocidas» de La 1 y en 13 TV.