Jornadas eternas, acoso y beneficios «fantasma»: la cara oculta del éxito de Parchís

Los integrantes del grupo infantil cuentan las luces y sombras de su rotundo éxito en los ochenta

Parchís NETFLIX
Helena Cortés

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«Discos Belter da la oportunidad a niños de 8 a 12 años que canten bien y tengan buen sentido del ritmo, para la formación de un conjunto infantil y grabar discos». Con este anuncio, publicado en varios diarios catalanes en 1979, comenzó la andadura de Parchís, grupo que dominó el panorama de la música infantil en la Transición. Más de treinta años después, Yolanda, David, Tino, Gemma y Óscar (al que luego sustituyó Frank), las cuatro fichas de colores y el dado, se reúnen en un documental que llega hoy a Netflix para recordar los claroscuros de un grupo que «no fue un éxito, sino un fenómeno social».

«Parchís: el documental » comienza con el fichaje de los cinco chiquillos. La idea de la discográfica era contar con dos chicos y dos chicas, pero cuando vieron cómo se desenvolvía David en el escenario crearon el dado para él. «No eran grandes cantantes ni bailarines, pero tocaban muchas disciplinas y funcionaban perfectamente como iconos» apunta Daniel Arasanz, director del documental escrito por Richard Rayuela , que vio la necesidad de recuperar la historia cuando su hija de 5 años se quedó hipnotizada con una de las viejas canciones. «Queríamos seguir una estructura cronológica para que el público viese cómo crecía la bola y se acababa esa ingenuidad inicial», añade el realizador. «Aquí forman parte de la cultura popular, pero su éxito no es tan único como en México o Argentina. Allí convirtieron la música infantil en un modelo de negocio . No sé hasta qué punto estaba calculado que iba a funcionar, pero donde llegaron es algo que nadie se había planteado», recuerda.

Convencer a las cinco fichas para que participasen en el documental, revela Arasanz, no fue complicado: «Comenzamos a hablar hace cinco años y les dijimos que queríamos huir del sensacionalismo. Ellos nunca rechazaron ninguna pregunta». De hecho, los cinco protagonistas hablan abiertamente de sus maratonianas jornadas de trabajo, sus relaciones (incluso sexuales), el acoso de los fans y el destino del dinero, que se esfumó. «Cada uno ha pasado por su propio proceso para digerir lo sucedido. Es algo que te deja secuelas. Que lo mejor de tu vida pase con 14 años te obliga a lidiar con unas expectativas que no siempre se cumplen». El retrato se completa con declaraciones de quienes trabajaron con ellos y de familiares como el cineasta Joaquín Oristrell, primo de Yolanda.

Cuando Toni deja la formación y Disney intenta ficharlos, comienza su declive, que acaba con el cierre de la discográfica. Solo Yolanda siguió en el negocio. «El público espera caídas muy pronunciadas. Parece que si has tenido éxito de pequeño te quedas estancado en una vida trágica. Y en este caso no, es gente que lleva una vida muy normal. Hay que cambiar ese cliché, la fama deja secuelas pero las puede superar, no queríamos lanzar una mirada parternalista», concluye el director.

Se supone que los que más van a disfrutar con las hazañas de Parchís son los niños de los ochenta, pero la nostalgia no es el único enganche de la producción de Netflix. « Es un caso de éxito paranormal en circunstancias muy particulares», concluye. Quién iba a decir que cinco españoles menudos acabarían conquistando el Madison Square Garden.

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