«El jefe infiltrado» pierde una demanda contra la peluquería Spejos por retirarse de una grabación

En 2014, la franquicia paró el rodaje al considerar que las situaciones, «guionizadas», generaban perjuicio a la marca

Dos participantes de «El jefe infiltrado», en una foto de archivo ATRESMEDIA

Helena Cortés

La Audiencia Provincial de Madrid ha dado finalmente la razón a la franquicia de peluquería Spejos en su litigio con Eyeworks, productora de «El jefe infiltrado», el programa de La Sexta, después de que la primera declinase participar en el formato una vez iniciadas las grabaciones y la segunda le pidiese 53.366 euros en concepto de daños y perjuicios. Ahora, la productora ha sido condenada a pagar las costas judiciales.

En 2014, la productora demandó a la empresa que iba a participar en «El jefe infiltrado» porque suspendió el rodaje, una vez iniciado, al considerar que el contenido del espacio «perjudicaba su imagen». Eyeworks le reclamó en los tribunales 53.366,07 euros a la peluquería por daños y perjuicios «debido al coste de la preproducción, producción, así como del cambio de programación de la grabación del resto de los capítulos del programa ».

Spejos alegó, según fuentes judiciales, que el formato «no pretendía transmitir la vida real de la franquicia, sino que teatralizaron o guionizaron las intervenciones de los trabajadores de la demandada, incidiendo solo en puntos negativos para la franquicia, lo que supuso un incumplimiento del contrato y fundamentó el abandono» .

Aunque ambas partes habían firmado un acuerdo en el que la productora ostentaba «el control de la grabación y la producción, determinando el plan de grabación, así como las decisiones relativas a la producción, edición, promoción, explotación y difusión», la Audiencia Provincial estima en su sentencia que este contrato era un principio de colaboración «para la grabación de un programa de telerrealidad, basado en la vida real y cotidiana de la empresa ». De hecho, la peluquería no percibía ninguna remuneración, solo se beneficiaba de la promoción que generase la emisión del programa en La Sexta.

«Sin embargo, la guionización y existencia de escenas ficticias por la productora, que han quedado plenamente acreditadas, perjudiciales para la demandada [SPEJO’S] y su imagen, excede de la línea editorial de la actora/productora a la que el contrato no le autorizaba, y que dieron lugar al incumplimiento contractual de la productora y justificó plenamente el abandono por parte de la demandada la grabación», añade la sentencia, contra la que no cabe recurso

La veracidad de la telerrealidad, a debate

La defensa de Spejos, el despacho especializado en propiedad intelectual Visualiza Legal, explica que este litigio abre un viejo debate sobre la guionización de ciertos formatos de telerrealidad y el daño que puede suponer a la imagen de ciertas empresas crear situaciones que pueden ser « ficticias y lesivas » para la marca con el objetivo de ganar espectadores. En el caso de «El jefe infiltrado» y «Spejos», la productora explica que las grabaciones no pueden ser espontáneas, porque los propios equipos de grabación alteran el día a día de la empres, pero que las situaciones ficticias se basan en el estudio previo de la empresa.

«La sentencia podría abrir la puerta para que otras empresas que participan en la producción de distintos formatos de televisión, puedan defenderse y/o formular una reclamación frente a las productoras que dañan su imagen y reputación a costa de intentar conseguir más share de audiencia para sus formatos», argumenta en un comunicado.

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