Irene, la revelación de «La Voz», pasa directamente a la fase de directos

Las batallas de «La Voz» se acercan a su final. Este miércoles, en una gala que volvió a ser líder con 2,9 millones de espectadores y un 22,4% de cuota de pantalla, los cuatro jueces y sus asesores eligieron a los miembros de su equipo que pasan directamente a los directos del concurso de Telecinco y evitan enfrentarse a sus compañeros en una nueva ronda clasificatoria. Entre estos afortunados está Irene, la gran esperanza del equipo de Malú.

La cantante destacó la «energía, fuerza y ganas» de sus alumnos, y se quedó con Maite, Shanti y la gallega que ha revolucionado el programa con su potente voz. Irene emocionó la semana pasada a Malú y a su asesor, Pablo López, durante su enfrentamiento con Akuo, al que venció con su interpretación de «Cry me out».

[Aquí puedes ver la última actuación de Irene]

Alejandro Sanz, por su parte, que no duda de que su equipo es «el mejor del mundo», seleccionó a Noelia, Manu González y Esperanza. Manuel Carrasco, con una fe ciega en sus oportunidades para ganar el concurso, se quedó con Esmeralda, Carlos Torres y María Cambas para pasar directamente a la fase de los directos. Destaca la ausencia de Álex Forriols, uno de los favoritos de la edición, que volvió a conquistar en su duelo con Sislena. Finalmente Melendi eligió orgulloso a Deborah, Sahra Lee y Mario.

Así es Irene

Casi desde la cuna, Irene ya cantaba y bailaba. Lo ha mamado de su familia, tanto paterna como materna. Su tío le regaló un piano cuando era pequeña y su tía Andy, profesora de música, le enseñó solfeo y a tocar el clarinete. Además, «pertenece a un pueblo marinero, donde es típico este tipo de cosas», explicó Carlos Caruncho, su padre, a ABC

Creció bajo dos directrices: aprender a respetar a los mayores y tocar un instrumento. «Siempre tratamos de inculcarle la música. Es muy bueno y es algo que tendrá para toda su vida», explica su progenitor. «Cariñosa, trabajadora, inteligente, espontánea, amable y simpática», así es como la definen sus orgullosos progenitores, separados desde hace 17 años. También algo tímida de primeras, aunque a la hora de cantar se olvida de esa vergüenza inicial que tanto la caracteriza. Su vida no ha sido precisamente un camino de rosas. Su madre padeció cáncer de mama recientemente y sus abuelos también tuvieron graves problemas de salud. «Ella lleva una vida dedicada a ellos y por eso ha madurado tanto», explica su padre, feliz con lo que ha conseguido su hija hasta la fecha.

El tiempo libre que le deja su ciclo superior de Turismo en el centro Rodolfo Ucha Piñeiro (Ferrol) lo dedica a cantar. Pero no todo es música en su vida. También ayuda en el negocio familiar (Café Cacao): una conocida pastelería de Cedeira en la que aprendió a cocinar, su otra pasión. Además, le gusta pasear en lancha, ir al campo y la cultura gallega.