Noemí, expulsada de la gran final de «GH VIP», que se salta otra línea roja con Adara y Gianmarco

Á. Jiménez

13/12/2019
Actualizado 20/12/2019 a las 00:34h.

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Hace ya muchos años que «Gran Hermano» (en todas sus extensiones) comenzó a traspasar esas barreras morales que se definen como «líneas rojas». Una tendencia que no podía faltar en esta séptima edición de «GH VIP» , que en su decimoquinta gala –en la que terminó expulsada Noemí Salazar– ha terminado de dinamitar la relación de Adara Molinero con Hugo Sierra.

La azafata, una de las finalistas del «reality-show», llegó al programa pocos meses después de haber dado a luz a su hijo, fruto de su relación con su novio, Hugo Sierra. Pero en Guadalix de la Sierra ha conocido al italiano Gianmarco Onestini, con el que vivió un acercamiento emocional en las semanas que compartieron en la casa hasta que el transalpino terminó expulsado.

Aunque en un movimiento excepcional y sin precedentes, el formato abrió una votación en la noche de este último miércoles con las miras puestas en permitir que Gianmarco pernoctara en la casa de «GH VIP». El joven, que la pasada semana vivió en directo cómo Adara se reconciliaba con Hugo Sierra en su propia cara, recibía así de manos de Telecinco un nuevo «match-ball», que en esta ocasión no quería desperdiciar. Y a las 9.14 de la mañana del jueves (como anunció durante la gala a bombo y platillo Jordi González, el presentador del programa en sustitución de Jorge Javier Vázquez), Gianmarco y Adara se entregaron a la pasión y se dieron el primero de los muchos besos de la noche (o bueno, ya de la mañana).

Unas muestras de afecto en las que el programa se recreó y mucho, a pesar de que, quizá, en ese mismo momento Hugo Sierra estuviera en la vivienda familiar dando el biberón al hijo que tiene con Adara. Pero no importó. El formato tomó la infidelidad de la joven como algo normal y la trató de la misma manera en la que ha afrontado las innumerables vejaciones, humillaciones, insultos y faltas de respeto que ha recibió el también exconcursante Hugo Castejón en sus últimas semanas de presencia en Guadalix: permitiendo y alentando que Adara y Gianmarco terminasen entregándose a la pasión. Incluso Kiko Jiménez, otro exaspirante, felicitó al italiano. «Me alegro mucho de que hoy tengas esa sonrisa», le dijo, entre las lágrimas del Maestro Joao, emocionado . Porque en esa espiral tan surrealista sobre la que parece moverse esta edición de «GH VIP», ese tipo de comportamientos parecen los normales. Como lo debe ser el hecho de que Noemí Salazar , hace unas semanas, echase vinagre en el zumo de Hugo, sal en su café y canela en sus judías. «Chico, que tampoco te he echado arsénico», le dijo este miércoles. Los raros debemos ser los demás.

A propósito de Noemí, la joven terminó la noche como la expulsada de la semana en «GH VIP». La participante de «Los Gipsy Kings» ha repetido hasta la saciedad ser una ferviente seguidora del programa, aunque hace unas semanas fue escogida por la audiencia como el «mueble» de la edición –léase «mueble» como el concursante más inoperante y que menos contenido ofrece a los espectadores del formato–. Viendo lo visto, bastante ha hecho con llegar a la final de un espacio en el que apenas ha generado tramas , más allá de su continuada aversión hacia Hugo y Adara (a esta en los dos primeros meses de vida en común). Su cuarto puesto parece una victoria.

En la velada, marcada en casi todo momento por lo acontecido entre Gianmarco y Adara, «Gran Hermano VIP» ofreció a las finalistas la visita sorpresa de un miembro de su familia . Noemí, Alba Carrillo y Adara se reencontraron con sus respectivas madres: Raquel Salazar, Lucía Pariente y Elena, todas ellas más que reconocidas por la audiencia (aunque la de Adara lo es solo desde hace unas semanas). Mila Ximénez, por su parte, volvió a ver a su hija Alba, que no reparó en las faltas de respeto de su madre contra diversos concursantes de GH VIP» . «Estoy muy orgullosa de ti. Estás viviendo algo mágico y aquí te he conocido más que nunca», le dijo a su progenitora.

Pero a pesar de los reencuentros, el foco de la velada no cambiaba. El formato ofrecía un nuevo vídeo de Adara, en esta ocasión en el Confesionario y en el que la joven se «disculpaba» con Hugo Sierra por su infidelidad. «Perdóname. No sé cómo me ha podido pasar, pero me he enamorado de Gianmarco. Ahora me siento muy liberada y tengo mucho miedo», señalaba la joven, también aplaudida por su madre. «Tu corazón es muy difícil frenarlo y pasamos por el mundo una vez», le decía Elena.

Tras el adiós de Noemí, llegó el momento del tradicional «debate de campaña» de «GH VIP», en la que Lucía, Elena y Alba expusieron sus motivos por los que Alba, Adara y Mila respectivamente debían ganar el maletín del formato de Mediaset. «Alba ha aportado un crecimiento personal en su propia evolución. Ha aprendido a convivir y a decir la verdad sin hacer daño», dijo Lucía, al respecto de «la» Carrillo. «Se ha abierto en canal y ha dado lo mejor de ella misma», dijo por su parte la madre de Adara. «Hemos conocido más a mi madre gracias a este concurso», zanjó Alba hija, acerca de Mila.

A la finalización del debate, «el más tranquilo» de la vida de González, como aseguró el propio presentador, Noemí llegó a plató, donde hizo balance de su concurso y volvió a enfrentarse con Hugo Castejón. «Aquí en plató han traído a gente que son afines a ti, pero cuando salgas te vas a dar cuenta de que los comportamientos que has tenido aquí no son normales. En este programa, han echado a gente [de manera disciplinaria] por mucho menos », comentaba el cantante y economista, que lanzaba así un «dardo» al programa por su condescendencia con Noemí o Mila. «La diferencia es que a Hugo ahora no le quiere nadie, pero a ti te quiere ya hasta Adara, con la que no te llevabas bien», contestó Raquel Salazar, que salió en defensa de su hija.

Pasaban los minutos –sin apenas cortes para la publicidad, por la «fuga» de anunciantes– y la noche fue encaminándose hacia su final definitivo, con una nueva fase del debate entre Elena, Alba (hija) y Lucía, que siguieron ofreciendo todo su apoyo a las finalistas. No era para menos, pues queda solo una semana para que «GH VIP» termine para siempre y el «maletín» se decidirá entre Adara, Mila y Alba. «Se lo merecen las tres», zanjaba Jordi González. El que firma esto no comparte (ni mucho menos) su opinión, pero como dice Clint Eastwood: «las opiniones son como los culos, pues todo el mundo tiene uno». Y para gustos, colores.

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