Franganillo no es el único: presentadores a los que la cámara traicionó en directo
El periodista de Televisión Española fue «cazado» quejándose tras su entrevista a Iglesias, un error habitual en los telediarios
El periodista de Televisión Española , Carlos Franganillo , se convirtió en protagonista esta semana cuando las cámaras de la cadena pública mostraron su enfado tras su entrevista al vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. El periodista había dado paso a Iglesias para despedirse tras la charla pero, en lugar de permitir la última alocución del líder de Unidas Podemos, el informativo de TVE dio paso a un vídeo para sorpresa de Franganillo, que no dudó en mostrar su indignación si percatarse de que el público le estaba observando. El de Franganillo es un error común en los programas en directo donde, a pesar de seguir el guion a rajatabla, en ocasiones los presentadores se convierten en víctimas del «objetivo indiscreto» de sus propias cámaras. Para muestra, unos cuantos ejemplos:
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Un clásico: «¡Pero esto qué es!»
Ocurrió durante el Mundial de Fútbol de 1998, cuando Matías Prats intentó dar paso a José Ángel de la Casa en dos ocasiones, pero en ambos casos las imágenes no se correspondñian con las anunciadas, lo que provocó que el periodista exclame un sonoro «Pero esto qué es», que debió asustar a todos los presentes en el plató y a los telespectadores. Aunque ocurrió hace más de 20 años, el monumental enfado de Matías Prats sigue siendo una de las pifias más recordadas de la televisión en España.
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De los más cómicos: Como un pepino
La periodista de Televisión Española, Beatriz Pérez Aranda, ha sido una de las presentadoras más desafortunadas con los directos. La trabajadora del Canal 24 Horas volvió a meter la pata con un gazapo que ya se ha convertido en un clásico de la red. En esta ocasión, la presentadora no encuentra otra palabra más adecuada que «pepino» para describir la velocidad a la que conducía el piloto de Fórmula 1 Robert Kubica en el Gran Premio que se disputaba en ese momento.
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Gestos extraños
La «pillada» más emblemática de Beatriz Pérez Aranda sucedió cuando la periodista del Canal 24 Horas hizo (y fue cazada por la cámara) una mueca a su equipo mientras simulaba que bebía . No sabemos si quería una copa, rascarse la nariz o, simplemente, pedía un vaso de agua, pero sin duda, su forma de disimular es lo mejor del vídeo.
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«Cuánto cabrón»
«Cuánto cabrón» hay suelto por los platós. Otra memorable metedura de pata, ocurrió tras la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988. Tras cerrar la conexión con Calgary, el presentador comienza a despedir el programa, pero las risas de sus compañeros le hacen pensar que es víctima de una broma, lo que le lleva a exclamar «¡Cuánto cabrón!». Cuando le dijeron que se encontraba en el aire no supo reaccionar y el realizador se vio obligado a finalizar la emisión, sin despedida, con un plano del logotipo de Televisión Española.
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Lorenzo Milá, también pillado
Lorenzo Milá marcó un estilo a la hora de presentar informativos en la televisión pública española. Sin embargo, eso no impidió que también fuera cazado haciendo algo que no debía ser emitido, como en este vídeo en el que le vemos colocarse la camisa y los pantalones justo al final de una noticia. Eso sí, el presentador no titubeó ni un segundo. Se disculpó y continuó con el informativo como si no hubiera pasado nada.
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Éxito en Youtube
La presentadora Tia Ewing, del programa de madrugada «California's Fox News 40» , apareció en antena haciendo la coreografía del «Single Ladies» de Beyoncé. Sus compañeros le grabaron durante una pausa publicitaria y lo emitieron después.
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Franganillo, último de la lista
El presentador despidió al líder de Unidas Podemos, que aprovechó su última intervención en TVE para agradecer el esfuerzo de los trabajadores de la cadena pública: «Queremos detenernos en la cifra que...» inició Iglesias su alocución, que interrumpió al ver que la cadena daba paso a un vídeo que cortaba sus palabras.
Tras el error, las cámaras volvieron a enfocar a Franganillo, que se quejaba enérgicamente de lo ocurrido en plató y la interrupción a las últimas palabras de Iglesias.
