First Dates

La pareja más liante de «First Dates»: Dos drag queens ponen patas arriba el restaurante

Noah y River estaban hechas la una para la otra, pero finalmente prefirieron quedar como amigas

River y Noah durante su cita en «First Dates» CUATRO

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First dates

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A Carlos Sobera y los suyos se les acumula el trabajo. Decenas de solteros llaman a diario a las puertas de «First Dates» con la esperanza de que en «el restaurante del amor» también ellos tendrán suerte. «Este no es un restaurante cualquiera», recuerda siempre Sobera al empezar el espacio de Cuatro. Como viene siendo habitual, «First Dates» no defrauda a la hora de mostrar al espectador lo más granado de la sociedad española . El aficionado al formato sabe que no sabe lo que puede esperarse de una cita de «First dates»: los seres más diversos y extravagantes que pueblan nuestro país se dan cita, y nunca mejor dicho, en el programa de Sobera.

La primera pareja de la noche ya prometía maneras. La primera en llegar fue Noah, una transexual barcelonesa de 23 años que es youtuber y diseñadora de moda. Con un acento oscilando entre el español latinoamericano y el inglés, Noah confesó que aquello no le importa mucho en realidad, porque «lo que realmente quiero es una cita con Matías, el camarero» . No menos extravagante fue su pareja, que se hace llamar River Kyler, y es una artista y performer barcelonesa de 24 años, también transexual: «Yo soy una Lolita a la japonesa: soy muy sentimental, me gusta cantar sobre sentimientos. ..». Ya entró al restaurante dando la nota, subiéndose sobre la barra porque, según dijo, «al llegar he sentido ganas de hacer la loca».

A ambas les gusta dejarse notar , y no hacía falta más que ver su aspecto para comprobarlo. Tanto a Noah como a River les encantó dar con una persona tan parecida a ellas mismas. La conversación empezó por sus respectivas formas de entender la sexualidad y su identidad de género . «Yo nunca me he planteado hacer el cambio completo, porque me siento chico pero me encanta mi feminidad», explicó River.

Luego, con la brocheta que habían pedido en el plato, se retaron a darle la mordida más sexy que pudiesen. Allí en medio del restaurante montaron todo un circo. A River no le salió muy bien la mordida, pero Noah demostró tener mucha práctica y muchas horas de ensayo. Las dos dragqueens no se cansaron de armar escándalo, y antes de marcharse montaron una discoteca en el restaurante y volvieron a subirse a la barra. «Me encantó cuando le bailé a Carlos, puso una cara...», dijo Noah, peinándose su peluca, en un tono pícaro.

Al final parecía que todo estaba hecho, pero hubo una sorpresa de última hora . Noah no tuvo duda al contestar, y dijo que por supuesto que quería tener una segunda cita con River. No obstante, River dijo querer otra cita «pero no romántica, sino como amigas. De hecho, ahora tengo planes y puedes venirte conmigo ». Sin malos rollos, se marcharon del restaurante juntas y amigas.

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