First Dates
El incómodo silencio de una comensal cuando le piden que diga algo bueno de su pareja
Juan Manuel estaba encantado con Eva, pero ella no estaba muy satisfecho con su pareja
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First dates
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«Los solteros de First Dates llevan todo el día pensando solamente en enamorarse». Así anunciaba en Twitter el programa de Cuatro su sesión de este jueves. En efecto, mientras haya solteros obsesionados con «encontrar el amor» la permanencia del programa de Carlos Sobera está garantizada. Siendo así, todo indicada a que tendremos «First Dates» para rato. El gancho del programa está en la diversidad, en la amplia gama de parejas que intentan enamorarse delante de millones de españoles.
Llegó el primero Juan Manuel, un estudiante de periodismo andaluz que vive en Madrid. A sus 20 años, se define «como un desastre, un auténtico desastre ...». El joven buscaba una chica «que me deje ser yo mismo, que me deje expresarme y hacer lo que a mi me salga». Su pareja sería Eva, una joven madrileña de 19 años que contó al llegar que «soy catequista de la parroquia, porque me gustan los niños y soy creyente. Hay mucha gente que se queda impactada cuando les digo que voy a la parroquia ». Eva tenía claro lo que buscaba: «A mi pareja le tiene que gustar el reggaeton, porque cuando salgamos tiene que perrear conmigo a muerte».
Se notó desde el primer momento que a Juan Manuel le resultó atractiva Eva , aunque ella no parecía tan satisfecha con su pareja. No obstante, tuvieron una charla animada y fueron descubriendo algunos puntos en común y aficiones que les unían. «Él tiene mucha labia y habla todo el rato, por eso yo bebía», confesó Eva.
Hacia la mitad de la cena, se acercó a su mesa una de las camareras de «First Dates» para proponerles un juego: que se cogiesen de la mano y, mirándose a los ojos, dijesen cosas que les gustan de la otra persona. Juan Manuel enseguida recitó un listado de adjetivos poniendo por las nubes a Eva. Cuando llegó el turno de ella, se quedó callada sin saber qué decir, hasta que el silencio se volvió incómodo . «Madre mía es que no sabía qué decirle», confesó luego Eva. «Pero dime algo bonito, algo tendré», dijo él preocupado. «Bueno, eres muy agradable...», respondió ella intentando quitarse el muerto de encima. Al final, aunque él sí quiso tener una segunda cita , ella dijo que no le había «entrado por los ojos, no eres de mi tipo».
Para la siguiente cena llegó Nassin, un cantante valenciano de 27 años que se dedica a la música: « Canto música comercial y en mis canciones hablo de vivencias mías». El joven aseguró que él «en el amor lo doy todo, siempre a tope, y no concibo otra forma de vivir el amor». Su pareja fue Sandra, una cocinera manchega de 24 años a la que le gusta sobre todo « ir de costalera en la Semana Santa , es algo que me llena y lo seguiré haciendo hasta que me dé la espalda». En la velada demostraron tener mucha armonía y acabaron besándose tras la cena, por lo que decidieron tener una segunda cita.
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