España, huérfana de maestros de la televisión

Tras la muerte de Chicho Ibáñez Serrador, el país recuerda a todos los pioneros de la televisión que ya no están, desde José María Íñigo a Ana Diosdado o Valerio Lazarov

Félix Rodríguez de la Fuente RTVE

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El viernes Chicho Ibáñez Serrador hizo mutis a los 83 años . El maestro llevaba el espectáculo en la sangre, y revolucionó con su arte la televisión española. Un legado al que contribuyó después de anotar, a los veinte años, su primer gran éxito, «Historias para no dormir», cuyos episodios presentaba a lo Alfred Hitchcock, con unas introducciones cargadas de humor negro, tan apreciadas como los capítulos. Dos de sus episodios ganaron a finales de los setenta la Ninfa de Oro, que supuso el primer premio internacional para TVE.

Ya en la nueva década se estrenó «Un, dos, tres... responda otra vez», presentado por Kiko Ledgard. De entrada –cuenta Federico Marín–, contenía una novedad diabólica, el don Cicuta al que daba vida Valentín Tornos, un personaje que deseaba el mal de los participantes. El título no era casual. Chicho sostenía que solo había tres tipos de concursos: de preguntas y respuestas, de dificultades físicas y de intercambios. En lugar de elegir una única fórmula, combinó las tres y dio el «rupertazo». El programa, gracias también a la falta de com petencia, superaba los 20 millones de espectadores.

Valerio Lazarov RTVE

Uno de los más influyentes hombres de la televisión española pero no el único. Tras su estela quedan otros que ya no están como el rumano Valerio Lazarov , que logró otra Ninfa de Oro para la cadena pública con rompedor formato musical «El irreal Madrid». Introdujo un modo de hacer televisión desconocido en TVE, destacando el uso martilleante del objetivo zoom y el barrido rápido de panorámica para la puesta en imágenes y acumuló más éxitos gracias a «La última moda», «Especial pop», «Pasaporte a Dublín». Como Chicho, convirtió TVE en cantera, apostando por el debut de María José Cantudo, Norma Duval o Ángela Carrasco en «¡Señoras y señores!».

Hace unos meses fallecía también otra de las pioneras de la televisión, Lolo Rico , referentes de los programas infantiles y juveniles, que fue creadora y directora del mítico programa «La bola de cristal» , que se emitía los sábados por la mañana durante los años 80. El programa, que finalizó su emisión en 1988, contaba con varias secciones orientadas para diversas franjas de edad.

«Fantástico», «Directísimo» y Eurovisión. .. Mucho antes de que Chicho Ibáñez Serrador llegara con «El semáforo», José María Íñigo ya era un cazador de fenómenos. Cuando hace un año se conoció la noticia de su muerte, Rosa Belmonte habló del presentador así: «Pasaban muchas más en los programas de José María Íñigo. Hasta pasaba «Star Trek» en «Directísimo» (pero entonces la serie se llamaba «La conquista del espacio»). En la segunda etapa de «Estudio Abierto» fue donde Lolita anunció que se casaba y que todo el mundo estaba invitado. Por eso se desbordó la iglesia y Lola Flores dijo lo de «Si me queréis, irse» . En otra ocasión, la Faraona metió en un lío a su hijo. Íñigo le preguntó por Antonio y Lola contestó que estaba haciendo la mili. «Pero no va porque conocemos a un coronel…». Al día siguiente, Antonio Flores hacía de verdad la mili. Yendo. Íñigo siempre estaba ahí».

El «Redes» de Eduard Punset abrió una nueva era en televisión, demostrando que podían tener cabida programas de divulgación científica. Fue pionero, además, en la utilización del primer plató virtual de televisión en España y entrevistó a personalidades como Howard Gardner, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2011.

Imanol Arias y Ana Diosdado en «Anillos de oro»

Una leucemia crónica le ganó la batalla a Ana Diosdado , que falleció en 2015 en plena reunión de la SGAE. Con «Anillos de oro» rindió a la audiencia y la actriz y dramaturga rompió tabúes en la sociedad, una serie que, en plenos ochenta, hablaba en RTVE de temas realmente controvertidos en aquella época, como el divorcio, la homosexualidad, el aborto o el adulterio e hizo que toda una sociedad se familiarizara con ellos.

Félix Rodríguez de la Fuente y su ecologismo irrumpieron en televisión en 1973 gracias a «El Hombre y la Tierra», el programa que dirigió para Televisión Española entre 1973 y 1980. cuenta Bernardo Álvarez que a lo largo de 124 capítulos, Rodríguez de la Fuente acercó a los espectadores el ecosistema de la Península Ibérica, Venezuela, el Amazonas, Canadá y Alaska. Trabajaba con una paciencia minuciosa, sin prisas, hasta el punto de haberse pasado cuatro años siguiendo a una manada de lobos para grabar un documental de apenas treinta minutos.

Hablando de abrir caminos, no podía faltar Pilar Miró , pionera española y mujer para todo, con nueve películas como directora, ocho realizaciones teatrales, más de 200 realizaciones en televisión, desde programas dramáticos hasta informativos, pasando por musicales y, hasta dos bodas reales.

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