Cuatro, la cadena maldita

«Cuatro Weddings» o «Bienvenidos a mi hotel»: ninguno de los últimos estrenos han conseguido conquistar a una audiencia que sigue queriendo a los clásicos de la cadena

«Cuatro Weddings» CUATRO

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Mediaset comenzó el 2019 con una noticia que llamó atención de los espectadores: Cuatro reduce al mínimo los informativos . «Noticias Cuatro» verá mermada su edición de mediodía (14.00 horas) a unos pocos minutos y se quedará sin espacio en la franja nocturna, donde venía emitiéndose a las 20.00 horas. El cambio en la programación de la cadena viene propiciado por los pobres datos de audiencia cosechados por los informativos del grupo en Cuatro y por la incorporación de un magacín en el que Carme Chaparro intentará enmendar las tardes de Cuatro, ocupadas hasta ahora por series norteamericanas que no han terminado de enganchar a la audiencia española. No es la única incorporación a la programación de Cuatro. Risto Mejide se ha puesto al frente de un espacio diario: «Todo es mentira» .

Cuatro atraviesa una crisis de identidad en la que intenta encontrar de nuevo los estandartes de la cadena y es que pasó de la información política a realities fracasados. Allá por 2005, cuando llegó a la parrilla televisiva para ocupar el espacio del Plus, la cadena llegaba con la intención de entretener y culturizar a la población española con una gran apuesta informativa, reportajes arriesgados y el deporte como principal aliado. Ahora, sus mañanas están ocupadas por un reality del que la cadena principal de Mediaset quiso deshacerse: «Mujeres, hombres y viceversa», un formato que parece haber reflotado con la llegada de Toñi Moreno tras varios meses de pérdida de audiencia. Aun así, el 4,5% de cuota de pantalla que registra ahora, según datos de Barlovento Comunicación, sigue lejos del 10,6% que promediaba la cadena con «Las mañanas de Cuatro».

Hace ahora diez años el Estudio de la Imagen GECA (Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual), considerado el barómetro nacional sobre el entorno televisivo, demostraba que Cuatro era una cadena al alza, siendo la tercera más valorada por encima de TVE o La Sexta, como ya explicó Bernardo Álvarez-Villar en ABC. En ese informe, Cuatro se situaba a la cabeza en retransmisiones y programas deportivos (fue el canal que emitió la Eurocopa de 2008) y en series extranjeras (en su parrilla podían verse «House», «Anatomía de Grey» o «Dexter»). Además, «Callejeros» era el programa de producción propia más valorado por los espectadores.

Desde entonces, Cuatro ha ido perdiendo esa identidad que le garantizaba una audiencia fiel y satisfecha. Las series fueron el orgullo de la cadena. Así lo demostraba uno de sus lemas: «Las series eligen Cuatro». Ficciones como «Entre Fantasmas», «Kyle XY» o «Los pilares de la tierra», entre otros, no solo dieron grandes alegrías a la cadena (al cosechar una media de 15,7%, 12% y 24,2% de cuota de pantalla respectivamente), también se convirtieron en un fenómeno del que todo el mundo hablaba a la mañana siguiente. Ahora, las series que ocupan su parrilla no han conseguido conquistar a la audiencia, como «Hawai 5.0» o «NCIS: Los Ángeles».

Otra de las fortalezas de Cuatro eran sus realities, capaces de unir a una familia delante del televisor para sacarles más de una carcajada, como «Granjero busca esposa» (11,6%), o para mostrarle una realidad de la que pocos se atrevían a hablar, con los «21 días» de Samanta Villar, quien llegó a transformar su embarazo en «9 meses con Samanta» en un 11% de cuota de pantalla en 2015. En la última temporada ha sumado varios fracasos como «Misión exclusiva» , un programa que llevaba meses anunciando en el que se siguen los pasos de un grupo de paparazzis en Ibiza y que se desplomó a 4,1 y 3,4%; o «Bienvenidos a mi hotel», otra de sus apuestas de la pasada temporada que tampoco conquistó a la audiencia.

Solo «Los Gipsy Kings» mantienen sus datos con un 9,6% de cuota de pantalla, 1'9 menos con respecta al año anterior. Para aprovechar el tirón, Cuatro emitió un spin off de tres episodios, «El embarazo de la Rebe», que superó el 12% de share. Si hablamos de supervivientes de la cadena tenemos que mencionar a Jesús Calleja y el planeta que ha cogido su apellido (y que ha conseguido mantener el 8,4% de share), y a Iker Jiménez y su nave del misterio (la cual, pese a su pérdida de audiencia –en 2006 cosechó un 10,1%–, ha sabido mantener a sus seguidores en torno al 7,4%).

El deporte también sigue siendo un fiel aliado para la cadena de Mediaset. Meses después de su creación, Cuatro descubrió este filón gracias al Mundial de Alemania de 2006, donde cosechó cuotas de pantalla del 53% gracias a los penaltis de la final disputada entre Italia y Francia. Ese dato lo superó dos años después con la final de la Eurocopa de 2008, la misma que ganó España a Alemania y que supuso un 58,5%. Otro español que ha dado una alegría al país y a la cadena con sus logros deportivos ha sido Rafa Nadal y su Roland Garros de 2012, que obtuvo un 20,6%. Por no hablar de la final del Eurobasket que ganó España en 2015, y cuya prórroga supuso un 31,9% de cuota de pantalla.

Cuatro atraviesa un momento en el que está replanteando su estrategia y su identidad. La supresión de «Noticias Cuatro 2», la llegada de Risto Mejide con su «Todo es mentira» y el magacín de Carme Chaparro no serán los únicos cambios que veremos en la parrilla de la cadena de Mediaset. ¿Volverá a apostar por la ficción extranjera? ¿Conseguirá hacer frente a «Más vale tarde»? ¿Sobrevivirá «Mujeres, Hombres y viceversa»? El 2019 nos lo dirá.

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