El TekilaGot Talent, o el peligro de dejar que el público tome la palabra

Está claro que en un programa como «Got Talent», en Telecinco, la audiencia es soberana. Y, al final, pasa lo que pasa, que una comunidad como Forocoches se organiza para dar en las narices a Risto Mejide y lograr que el concursante con menos talento se lleve el premio a casa. Es el riesgo que se corre cuando el público tiene en su mano la última palabra.

El valor de un programa como el de Telecinco está, precisamente, en el hecho de mostrar a la audiencia aquellos talentos ocultos que, de cualquier otra forma, jamás tendrían oportunidad de subirse a un escenario. Para bien o para mal. Porque, sin «Got Talent», raramente podría «El Tekila» haber gozado de su minuto de gloria. La actuación del joven no era, para Risto Mejide, digna de una final de semejante envergadura y, por ello, su clasificación entre los primeros puestos indignó al publicista, quien llegó incluso a abandonar el plató. Risto, sin embargo, había aceptado su papel de juez en el talent show sabiendo que, en el último programa, la audiencia podría quitarle la razón en cualquier momento.

Haya o no «trolleo» por parte de Forocoches (Telecinco asegura que no ha habido fraude en las votaciones), la cuestionada final con «El Tekila» en el primer puesto no debería empañar los valores de un programa que, semana tras semana, nos ha demostrado que el talento está a la vuelta de la esquina, sobre todo en España.

El formato nos ha dejado ver a Samuel Martí, el impresionante bailarín que quedó en segundo puesto, así como a Solagne Freyre, Mar Gabarre o el grupo Madrid Frao. Los perdedores del programa, aunque parezca lo contrario, no son los perjudicados de la última edición de «Got Talent». Aquí el único damnificado es «El Tekila», que quedará en el breve recuerdo (los espectadores somos de memoria escasa) como aquel chaval de baile desordenado que fue utilizado por Forocoches para dar en las narices a Risto.

Aunque totalmente injusta, la victoria de «El Tekila» no es, en realidad, para tanto, pues el resto de concursantes no necesitan ganar el programa para llegar a la cima. Han hecho un casting ante más de dos millones de personas y han podido demostrar en horario de máxima audiencia su sobrado talento. No necesitan más. De finalistas y perdedores está el mundo de la farándula lleno. ¿O acaso recuerdan quién ganó «Got Talent» el año pasado?