Hannah Baker no volverá a «Por trece razones»
El personaje interpretado por Katherine Langford no aparecerá en la tercera entrega de la serie de Netflix
Estaba claro que los responsables de «Por trece razones» no podían continuar estirando las tramas del personaje protagonista, sobre todo por el hecho —y esto no es spoiler— de que Hannah Baker lleva muerta desde el primer capítulo de la serie de Netflix. Ya esta segunda temporada, que toma la violación como telón de fondo, era innecesaria para muchos críticos con la ficción juvenil, que acusan a la plataforma de streaming de alargar innecesariamente una serie que cerró de manera redonda con sus primeros 13 episodios.
Noticias relacionadas
Aunque «Por trece razones» contará con una tercera temporada, Katherine Langford, su protagonista, ya ha dicho que no intervendrá en la nueva tanda de capítulos . Así lo ha confirmado la australiana a «Entertainment Weekly», donde ha asegurado que «la historia de Hannah quedó bien cerrada en la primera temporada» y que intervino en la segunda para proporcionar un cierre al personaje desde la perspectiva de Clay Jensen. «Hannah... te quiero... y dejo que te vayas» , ha afirmado la protagonista de la afamada serie en su cuenta de Instagram.
En el último capítulo de «Por trece razones» se produce una escena que, aunque busca concienciar al espectador, ha sido tachada de «excesivamente gráfica y explícita» por parte de la audiencia, que incluso ha pedido en redes sociales que sea eliminada.
[No sigas leyendo si no has visto la segunda temporada de la serie]
La escena en cuestión tiene como protagonista a Tyler, quien regresa al instituto tras meses de ausencia. El joven será atacado en el baño por Montgomery de la Cruz y otros alumnos quienes, tras darle una paliza, proceden a violarle. ¿Era necesario? En opinión del creador de la serie, Brian Yorkey, «era importante para nosotros intentar que el público se pusiera de parte de Tyler. Aunque la escena sea tan difícil de ver, reto a cualquiera a hacerlo y no sentir pena por Tyler», destacó. La crudeza de las imágenes pretende, además, poner de manifiesto que «uno de cada seis hombres han sufrido una agresión sexual. Es más difícil para los hombres hablar de ser las víctimas porque sienten la misma vergüenza y miedo que las mujeres, pero también entra su propio sentido de la masculinidad y virilidad».
