Así nos ven

Los cinco de Central Park: Cuando Trump pidió la pena de muerte para cinco menores que eran inocentes

«Así ven», la nueva serie de Netflix, cuenta la historia de cinco adolescentes afroamericanos que pasaron varios años encarcelados por una violación que no cometieron

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El último día de mayo Netflix presentó «Así nos ven» , una miniserie de cuatro episodios dirigida por Ava DuVernay. La guionista, productora y actriz californiana se convirtió en 2012 en la primera mujer afroamericana en ganar el Premio a la Mejor Dirección en el Festival de Sundance por su película «Middle of Nowhere», y dos años más tarde fue también la primera directora afroamericana en ser nominada al Óscar a la mejor película por Selma, que narra la lucha de Martin Luther King en defensa de los derechos civiles. DuVernay es una directora preocupada por la discriminación que sufren los negros en Estados Unidos, y ha abordado este tema en su documental «Enmienda XIII» y en las dos películas ya citadas. En «Así nos ven» vuelve una vez más a reflejar las injusticias de las que ha sido, y sigue siendo objeto, la población afroamericana en Estados Unidos.

En efecto, «Así nos ven» narra una historia judicial que sacudió al país hace treinta años y cuyo desenlace cambió para siempre los procedimientos jurídicos y la conciencia de los americanos. La noche del 19 de abril de 1989, varias decenas de adolescentes entraron en Central Park buscando jaleo, cometiendo robos y agrediendo a los viandantes. Como todos los días a esa hora, la joven Trisha Meili, de 28 años, salió a correr por Central Park cuando fue golpeada en la cabeza y arrastrada hasta unos arbustos, donde fue violada y abandonada al borde de la muerte.

La agresión llenó páginas en los periódicos e indignó a la opinión pública. La policía relacionó el suceso con las pandillas de adolescentes afroamericanos sin tener ninguna prueba y sin basarse en ningún interrogatorio. De entre todos los treinta vándalos detenidos la policía acusó a cinco de ellos , todos negros de Harlem de entre 14 y 16 años, de la violación de Meili. Yusef Salaam, Korey Wise, Raymond Santana, Antron McCray y Kevin Richardson fueron conocidos desde ese momento como «los cinco de Central Park». Linda Fairstein, la fiscal encargada del caso, dejó una frase que resume muy bien el espíritu del momento: «Cualquier joven afroamericano que estuviese en ese parque es un potencial sospechoso».

Los detenidos fueron separados en comisaría y pasaron un día entero en aislamiento , siendo interrogados individualmente sin presencia de un abogado y sin comida ni agua. El vehemente y agresivo interrogatorio acabó por doblegar a los chicos, pese a que no se conocían entre ellos ni habían visto jamás a la víctima. A este ambiente desquiciado y paranoico hay que sumarle la intervención de Donald Trump , por aquel entonces un millonario especulador inmobiliario. El hoy presidente de los Estados Unidos pagó 85.000 dólares a los cuatro periódicos más influyentes de la ciudad, entre ellos el New York, para publicar, tan solo dos semanas después de las detenciones, una carta en la que pedía la restauración de la pena de muerte para castigar a los culpables.

Las acusaciones contra «los cinco de Central Park» no se sostenían: la víctima no podía declarar , puesto que había entrado en coma; y el ADN encontrado en la escena del crimen no coincidía con el de los acusados. Pero el clima de hostilidad racial que se vivía en Nueva York aquellos días no atendía a razones, y los muchachos fueron declarados culpables en un juicio cuyas únicas pruebas fueron las declaraciones de la policía. «Los cinco de Central Park» fueron condenados a entre cinco y diez años de prisión.

Doce años después de la violación, el caso dio un giro inesperado . Matías Reyes, que cumplía cadena perpetua por un asesinato y varias violaciones, confesó en 2001 ser el culpable de la violación. La policía comprobó que su ADN coincidía al 99% con el encontrado en el cuerpo de la víctima, por lo que el caso quedó definitivamente resuelto.

«Los cinco de Central Park» presentaron una demanda contra la ciudad de Nueva York por la tremenda negligencia judicial y acabaron recibiendo una indemnización de cuarenta millones de dólares. Pero no solo ellos fueron beneficiados por la sentencia, pues desde entonces empezaron a tomarse medidas para evitar que se repitiesen errores similares. En 2017 el estado de Nueva York aprobó una ley para que los menores detenidos sean llevados ante un juzgado de familia y no ante un tribunal penal ordinario. Otros estados han aprobado normativas que obligan a que los menores estén siempre acompañados por un abogado durante los interrogatorios.

Pese a todo, Donald Trump no quedó satisfecho con la sentencia. En su columna de opinión en el New York Daily News tachó el caso de «el asalto del siglo» y dijo que el acuerdo de indemnización era una «vergüenza» . Para el ahora presidente de los Estados Unidos aquellos jóvenes que habían pasado varios años encarcelados injustamente « no eran ángeles precisamente».

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