La revolución industrial (y sexual) de «Halt and Catch Fire» es el gran milagro que no estás presenciando

La serie ganó enteros cuando dejó el pasado atrás, encarnado por el hombre blanco antihéroe, y apostó por un futuro en plural: las mujeres

Kerry Bishé (izquierda) y Mackenzie Davis (derecha) en «Halt and Catch Fire» ABC

ÓSCAR RUS

– Joe MacMillan : Ninguna maquina puede ser todo para todos los clientes. Todos estamos adivinando en la oscuridad en cierta medida.

– Gordon Clark : Oh, bueno, no tengo ni idea de lo que los consumidores quieren. Estoy cansado de intentar descubrirlo. Ojalá la gente me contara exactamente qué quiere y yo lo construiría.

– Joe MacMillan : Como un sastre haciendo un traje.

[Halt and Catch Fire. Temporada 2. Episodio 4]

Hay series que nacen para ocupar el nido vacío dejado por ficciones que revolucionaron el mundo de la televisión . ¿Cuántas «Twin Peaks» nacieron tras el final de la serie homónima en 1991? ¿Cuántas «Perdidos» intentaron replicarse tras su cierre en 2010? ¿Cuántas «CSI?» ? Un desesperado intento por parte de las cadenas de televisión de repetir semejantes eventos en el que también cayó el canal AMC, cuyo primer escaparate en 2007 fue la también revolucionaria «Mad Men» . Precisamente, entre mayo y junio del año 2014, y tras el final de la primera mitad de la séptima y última temporada de «Mad Men», AMC estrenó «Halt and Catch Fire».

¿Su premisa? Mostrar otra revolución: la tecnológica e informática durante los años ochenta en Estados Unidos y más concretamente, la del ordenador personal. Sin buscar tres pies al gato, el objetivo de aquella nueva serie parecía cubrir el hueco que un año más tarde (2015) dejaría definitivamente «Mad Men». Se pasaba de los años setenta a los ochenta, y de un ambiente laboral tan creativo como el de la publicidad a otro como el de la industria de los ordenadores.

Mientras que el traje de «Mad Men» contó en su momento con el renombre de su sastre, Matthew Weiner (guionista hasta entonces de «Los Soprano» ), «Halt and Catch Fire» había sido creada por dos completos desconocidos: Christopher Cantwell y Christopher C. Rogers . Tampoco ayudaba un nombre tan críptico como «Halt and Catch Fire», el cual hace referencia a un antiguo comando informático. Algo similar ya le había ocurrido a AMC cuatro años antes con la muy recomendable «Rubicon» , cuyo nada comercial juego de palabras (equiparable a «Terries» del canal FX) contribuyó a que solo durara una temporada.

«HaCF» tenía dos nombres a los que agarrarse en plena campaña de promoción: el argentino Juan José Campanella (director y coguionista de «El secreto de sus ojos» ), quién había dirigido los dos primeros capítulos de la serie, y el actor Lee Pace («muso» de Bryan Fuller tras protagonizar sus series «Criando malvas» y «Wonderfalls»), presente en títulos de Hollywood como «Lincoln», «Crepúsculo», «El Hobbit» y a punto de estrenar «Guardianes de la Galaxia». El resto de intérpretes ( Scoot McNairy , Mackenzie Davis y Kerry Bishé ) no eran estrellas que pudieran atraer a un espectro seriéfilo cada vez más fragmentado en Estados Unidos.

– Cameron Howe : ¿Quieres un consejo, Joe?

– Joe MacMillan : No, realmente.

– Cameron Howe : Todo lo tuyo, atrae a la gente pero no los mantiene alrededor. La autenticidad es lo que inspira a las personas. Si quieres guiar a la gente, necesitas mostrar quién eres realmente. Si no, tan sólo serás un traje de 1.300 dólares con nada dentro. A nadie le importa.

[Halt and Catch Fire. Temporada 1. Episodio 4 ]

Sin embargo, desde el primer episodio, fue evidente el intento de «HaCF» por ser la nueva «Mad Men». Una tentativa de copia y pega que era personificada por su protagonista, Joe MacMillan (Lee Pace): un brillante y ambicioso hombre de negocios con una vida personal no tan brillante y un puñado de secretos a su espalda. ¿Les suena? El nuevo Don Draper ( Jon Hamm ). Joe MacMillan era el último en replicar el molde del antihéroe (siempre hombre, blanco y heterosexual), perpetrado con éxito por Walter White («Breaking bad»), Tony Soprano («Los Soprano») o el contemporáneo Ray Donovan («Ray Donovan»).

Menos de un año antes, en 2013, AMC había intentado sin éxito replicar dicho molde con «Low Winter Sun». AMC necesitaba un gran éxito, ya no tanto a nivel de audiencias, sino de crítica. «Breaking Bad» había finalizado en 2013 y «Mad Men» lo iba a hacer en 2015; «The Walking Dead» era la que pagaba las facturas debido a su arrollador éxito comercial. «HaCF» no llegaba para romper audímetros sino para ser el ojito derecho de críticos y seriéfilos durante la nueva etapa del canal (2013-actualidad) bajo el eslogan «Algo más» (« Something more »).

– Tom Rendon : Donna, al frente y al centro.

[Halt and Catch Fire. Temporada 2. Episodio 4 ]

Alrededor del personaje de Joe MacMillan, giraba un puñado de personajes: el ingeniero y genio incomprendido, incapaz de hacerse valer ni notar (Gordon Clark); la mujer del genio, otra genia e ingeniera, hacinada en el hogar y un trabajo menor (Donna Clark) y una enfant terrible especializada en software (Cameron Howe). ¿Su reto? Construir un ordenador personal . El punto fuerte de la serie, además de la temática, eran sus personajes así como sus conflictos laborales y personales interconectados.

A medida que avanzó la primera temporada, todos los misterios de baratillo de MacMillan comenzaron a ser resueltos (¡Cuidado, spoiler ! Con la revelación de una bisexualidad atípica en este tipo de personajes) y el último episodio sirvió para dejar el terreno abonado para una posible y mucho más fértil segunda temporada que acabó llegando en forma de reseteo (un itinerario similar al de «The Leftovers»).

Un reinicio que dejó de lado el protagonismo absorbente de Joe MacMillan y apostó por sus dos verdaderas heroínas: Donna Clark (la más secundaria de todos) y Cameron Howe, dos mujeres de carne y hueso («las reinas de la selva» según el personaje de John Bosworth) que apuestan por la sororidad mientras manejan el cotarro. Un re-enfoque que amplió la perspectiva de género, dando cabida a originales tramas y diálogos que sus protagonistas masculinos no podrían haber vivido.

A nivel técnico, ya no solo se hablaba de ordenadores sino también de otras revoluciones: videojuegos (con la sombra de Nintendo, eso sí), el chat online o el construir una empresa desde cero (lo que hoy sería una start-up de manual). En su segundo año, el espectador podía continuar perdiéndose entre tanto tecnicismo informático, pero el mayor valor de la serie (sus personajes y sus arcos argumentales emocionales) alcanzó su cénit, atisbado durante la temporada debut y mantenido durante la tercera y cuarta (la cual será la última).

«Halt and Catch Fire», reducida a su mínima expresión, va sobre personas que no encajan en la sociedad , que quieren cambiar el mundo y no se rinden ante los obstáculos . Pero la serie también habla de algo que incluso funciona a nivel metatelevisivo: la creatividad . Puede que resulte confusa la comparación pero si uno pudo disfrutar de «Friday Night Lights» (a pesar de tener como temática, el fútbol americano), también es posible vibrar con las peripecias de «Halt and Catch Fire».

La cuarta y última temporada de «HaCF» se estrena en AMC España esta noche (jueves 31 de agosto) a las 22.10 horas.

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