Manolo y Candela se instalan en el madrileño barrio de Malasaña, junto a sus tres hijos y el abuelo Fermín. Pero hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos. Tras una vida dedicada a los cortometrajes y debutar en 2017 en la dirección de largometrajes con "Matar a Dios", Alberto Pintó se pone al mando de una nueva historia, en este caso de terror sobrenatural, ambientada en el Madrid de 1976 e inspirada en hechos reales. Los protagonistas de la historia son la familia Olmedo, que dejan atrás su pueblo de toda la vida en busca de la prosperidad que parece que puede ofrecerles la capital de un país que se encuentra en plena transición. El director catalán cuenta con un reparto encabezado por Bea Segura ("Hospital Central") e Iván Marcos ("45 revoluciones"), acompañados por intérpretes como Begoña Vargas ("La otra mirada"), José Luis de Madariaga ("30 monedas") o Javier Botet ("Historias de miedo para contar en la oscuridad"). A modo de curiosidad, el número 32 de la calle Manuela Malasaña no existe en la capital española.