A cambio de nada

Darío afronta un infierno en casa tras la separación de sus padres. Después de huir del hogar, su amigo del alma Luismi, un viejo delincuente con aires de triunfador llamado Caralimpia y una anciana que recoge muebles abandonados se convierten en su nueva familia.

Tras años de esfuerzo, Daniel Guzmán pudo estrenar en 2015 "A cambio de nada", la película que significó su debut como director de largometrajes. Una faceta en la que el madrileño, visto en innumerables ocasiones en series de televisión españolas como "Aquí no hay quien viva", ya prometía tras ganar el Goya al mejor corto de ficción en 2004 por "Sueños".

En el filme, Guzmán rememora su propia experiencia en una de las etapas vitales más complicadas: la adolescencia. Lo hace a través de un drama urbano e intergeneracional en el que se mezclan el humor, la alegría y el dolor, todo ello personificado en un adolescente inmerso en un proceso de maduración y autoconocimiento.

Nominada a seis premios Goya, el filme se alzó con el galardón al mejor director novel y al mejor actor revelación, para el también debutante Miguel Herrán, cuya vida iba sin rumbo hasta que se cruzó con Daniel Guzmán un martes de madrugada.