Shannon Murphy y la eterna pregunta sobre la mujer directora

La australiana debuta con «Babyteeth» en la sección oficial de la Mostra de Venecia

La australiana Shannon Murphy, en la Mostra de Venecia EP

David Martos

«¿Ha sido difícil para usted rodar esta película siendo mujer?», preguntaba un periodista de la radio belga en el Palazzo del Casinò. «Para serle honesta, lo realmente difícil es estar todo el tiempo respondiendo a preguntas sobre mi condición de mujer directora», contestaba la interpelada. Shannon Murphy , que concursa en la sección oficial de Venecia con su primer largometraje. Antes ha sido actriz, ha rodado cinco cortos y ha dirigido una decena de capítulos de series. Su ópera prima, «Babyteeth», es una de las dos cintas de mujeres que compiten por el León de Oro en este 2019 (la otra es «The perfect candidate», de la saudí Haifaa Al Mansour), pero la existencia de las cuotas femeninas en los festivales no parece un tema del que le guste hablar.

«Creo –dijo, después de cuestionar al periodista belga– que eso distrae la atención del valor artístico de lo que tratamos de hacer, de nuestros productos, y también prorroga la mitología del hombre director y su proceso poético, que siempre trata de la lucha y de la dificultad. Pero una vez dicho eso, en Australia rodar no ha sido difícil en absoluto. Tenemos un programa magnífico en Screen Australia, que es un organismo del Estado, que se llama “El género importa”, y que se toma este título muy en serio. Empezamos desde la base. Hay procesos de tutelaje para mujeres e incentivos para las compañías que dividen sus puestos directivos al 50%. Eso son mujeres en posiciones de liderazgo muy diferentes», explicaba.

«Babyteeth» , que ha cosechado un gran aplauso en el pase de prensa y se ha saldado con buenas críticas, cuenta la historia de Milla, una adolescente con cáncer que conoce a un chico mayor que ella en una estación de tren. Se obsesiona con él y lo introduce en su casa y en su familia, con el consecuente pánico de sus progenitores, un psiquiatra y una pianista. La cinta juega con la frescura del primer amor adolescente, con el muy conocido elemento del «novio del arrabal» que se introduce en un hogar liberal y con las drogas, que campan a lo largo y ancho de la trama. Prescritas por el padre psiquiatra, interpretado por Ben Mendelsohn, o conseguidas en cualquier fiesta juvenil.

«La disfuncionalidad de la familia es un elemento muy importante de la película», decía la protagonista, Eliza Scanlen, «y durante el rodaje pensábamos que Milla, la adolescente, era la más madura de todos. Ella es la madre en la película, que negocia con tres personalidades muy distintas», añadía la futura protagonista de «Mujercitas», a la que pudimos ver el año pasado en la serie «Heridas abiertas» . Mendelsohn añadía que el guión reúne las mejores virtudes de Australia: «Allí puedes ser un completo desastre y ser aceptado totalmente. Es una historia de amor muy poderosa, protagonizada por un grupo de gente muy contemporánea».

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