Robert Pattinson cambia de piel en Cannes

Robert Pattinson, la estrella adolescente de «Crepúsculo», dice adiós a su imagen de hombre póster y saca pecho como actor líder en su película «Good Time». Con la etiqueta de estrella desde que enamorara por millones a las jóvenes, y no tan jóvenes, en la trilogía de los vampiros, Pattinson lleva ya varios intentos tratando de desprenderse del San Benito de «guapo» que tan poco le gusta. «Siempre he querido que me contrataran para películas callejeras, algo que no ha ocurrido hasta ahora. Durante el rodaje de Good Time en las calles de Manhattan y de Queens, en Nueva York, temía que nos encontraran los paparazzi, porque estábamos rodando estilo guerrilla y me ponía nervioso solo de pensarlo».

Robert Pattinson ha aterrizado en Cannes

con la película de los hermanos Safdie, «Good Times». El actor confesó tras el filme que quería trabajar con Josh y Benny Safdie desde que vio el póster del filme «Heaven Knows What». «Vi esa película y me quedé impactado. Yo fui quien buscó a los cineastas para que me contrataran en cualquier proyecto que tuvieran en el futuro. Parte del equipo de actores es callejero, y eso era lo que yo buscaba, ser un actor callejero. Sino hubiera conseguido el papel protagonista, hubiera intentado cualquier otro de la película. Yo quería formar parte de este proyecto», ha confesado Pattinson.

El filme de los Safdie compite en la Sección Oficial del Festival convirtiendo a Pattinson en un ladrón de bancos que intenta sacar a su hermano, con una minusvalía, de las cárcel donde ha ido a parar por su culpa. «Rodamos toda la película en Nueva York y los directores me camuflaron tan bien para el personaje que nadie me hizo ni una sola foto en las calles de Manhattan. Fue una experiencia increíble». Intentando seguir su colaboración con cineastas independientes, el actor ha confesado en la rueda de prensa de Cannes que en los próximos meses tiene intención de trabajar con el director de «Christine», Antonio Campos, y con David Michod. «Gracias a este filme he experimentado lo que significa ser anónimo pero, al mismo tiempo, he podido crear un personaje donde confluye la energía de distintas personas. Este ha sido una película muy personal. No sé cuánto he dado de mí y cuánto del loco que me habita».