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Vídeo: ‘La la land’ bate records en los globos de Oro - ATLAS

Recital de «La La Land» y Meryl Streep en los Globos de Oro

ABC fue testigo de varias anécdotas de la noche, como el inusual y desapercibido aplauso a Brad Pitt tras su divorcio con Angelina Jolie

Los Ángeles Actualizado: Guardar
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Hollywood, orgulloso y seguro de sí mismo, se reunió para celebrar la fiesta de los Globos de Oro, su favorita. Los premios dieron la victoria a una película que es un homenaje a la ciudad donde habita Hollywood. « La La Land», un musical ácido para el género que muestra, entre bailes y sus canciones, las dos caras del espectáculo: el éxito y el fracaso.

«La La Land» se llevó a casa siete Globos de Oro, incluidos el de mejor película de comedia o musical, mejor director para Damien Chazelle, mejor actriz en la categoría de comedia o musical para Emma Stone y mejor actor de comedia para Ryan Gosling.

En drama, los premios estuvieron más repartidos, siendo el de mejor actriz para la francesa Isabelle Huppert por « Elle

», mejor actor para Casey Affleck por «Manchester frente al mar» y mejor película dramática para « Moonlight».

No fue la noche de Mel Gibson, que terminó no ganando nada con « Hasta el último hombre», aunque era uno de los favoritos, ni de una embarazadísima Natalie Portman, que perdió con su «Jackie»; ni de Sarah Jessica Parker, que perdió por su serie «Divorce». Sarah Jessica Parker, a mi lado al final de la noche, me confesó emocionada que quería ver ganar a Cassey Affleck, uno de sus mejores amigos.

Guiños a la ganadora

La ceremonia de los Globos de Oro comenzó con un segmento inspirado en la película de la noche, «La La Land», cortesía del presentador Jimmy Fallon. Un surtido de estrellas se prestaron a participar en la apertura, desde Justin Timberlake, que estuvo toda la ceremonia paseándose entre las mesas agarrado de la mano de su esposa, la actriz Jessica Biel; hasta Nicole Kidman, Amy Adams, Evan Rachel Wood y Kit Harrington.

Son ya 74 ceremonias de los Globos de Oro celebradas en los salones del hotel Beverly Hilton y, desde siempre, estos premios han destacado por conseguir un momento inolvidable para la historia del cine. La noche de ayer no defraudó, aunque no fueron los discursos de los ganadores, sino el de la homenajeada Meryl Streep, a quien dieron el premio Cecil B. DeMille, quien emocionó a los asistentes con sus palabras.

Las grandes estrellas, las que ya están establecidas y pueden decir lo que quieren sin miedo a las consecuencias, porque su trabajo ha quedado ya grabado para la posteridad, dignifican un Hollywood últimamente demasiado correcto políticamente frente a las circunstancias. Meryl Streep es la actriz más premiada de Hollywood, la más reconocida y, al mismo tiempo, más comprometida. «Hubo una interpretación este año que me dejo de piedra. Clavó su gancho en mi corazón, no porque fuera buena, no había nada bueno en ella, sino por su efectividad, por como hizo su trabajo. Consiguió entretener a la audiencia para la que actuaba al mismo tiempo que mostró sus dientes. Fue, en el momento en que la persona pidiendo por el asiento más respetado del país imitó a un periodista discapacitado, alguien a quien superaba en privilegio, poder y capacidad de lucha, cuando mi corazón se rompió. Todavía no puedo entenderlo porque no era una película, era la vida real», dijo Meryl Streep ante la sorpresa de los asistentes, testigos mudos de un discurso político contra el presidente electo Donald Trump. (Streep se refería a la imitación que Trump hizo durante la campaña del periodista del New York Times, Serge F Kovaleski, que padece artrogriposis).

«Su instinto por humillar, cuando es modelado por alguien en una plataforma pública, por alguien poderoso, se filtra en la vida de la gente común, da permiso a otros para hacer lo mismo». Meryl Streep midió cada frase, escritas con tinta punzante, consciente de los millones de televidentes al otro lado de la cámara. «Gracias a la asociación de periodistas extranjeros encargados de dar el premio, esos extranjeros que ahora son vilipendiados. Pero pensémoslo, Hollywood está lleno de extranjeros», dijo, y acto seguido se dedicó a relatar el origen de muchos de los actores presentes en la sala, para terminar recordando a su amiga Carrie Fisher, fallecida hace un mes a los sesenta años de edad, un día antes que su madre Debbie Reynolds. «Como diría Carrie, la princesa Leia: usa tu corazón roto y conviértelo en arte».

Amor al cine: victoria segura

Precisamente por amor al arte, al cine, se creó «La La Land». Damien Chazelle es el arquitecto tras el guion y la dirección de esta historia dedicada a los actores y músicos de Hollywood. Un filme que, tras su mágica noche en los Globos de Oro, está muy cerca de los Oscars. En la saludable obsesión de las listas de mejor vestidos, epidemia que invade la cultura pop, cuesta encontrar lo que realmente significa una gran interpretación, la reflexión de la propia identidad en la esencia del personaje. Gosling y Stone lo consiguen en «La La Land», una auténtica gema cinematográfica.

Emma Stone y Ryan Gosling, los protagonistas, son los actores de moda en la gran pantalla y la magia que viven, en la ficción y en la realidad, solo sucede en Hollywood. «Quiero dedicar mi premio a todos los actores a quienes cierran la puerta en las narices», dijo Stone al recibir su galardón. Gosling fue más personal dedicando su premio a la memoria del hermano de su mujer, la actriz Eva Mendes. «Sin ella, sin su apoyo, no hubiera podido disfrutar del rodaje de este filme como lo hice».

Reconciliaciones merecidas

En la cena de los Globos de Oro, que no es tal porque no hay platos sobre la mesa desde el momento que comienza la ceremonia, dos actores se redimieron con la industria. Primero Isabelle Huppert, la actriz francesa encontró su premio gracia a la película «Elle» y, por primera vez, puede conseguir su nominación al Oscar (iba siendo hora). El otro fue Casey Affleck, el hermano pequeño de Ben, que curiosamente no quiso sentarse en su mesa, con él y Matt Damon, para no robar protagonismo al benjamín de la familia. Affleck, Casey, ganó por «Manchester frente al mar» y se defendió de los ataques a los que está siendo sometido por mal comportamiento en los rodajes. «La gente puede decir lo que quiera, no importa lo que tú respondas sí eres famoso. No lo entiendo. Yo también tengo familia e hijos». Luego, en privado, reconoció que le han dolido las críticas. «Fue un malentendido que me afectó mucho», recalcó.

El momento de la noche

Qué decir del momento en que apareció por la puerta de atrás Brad Pitt, el productor de «Moonlight», para presentar su película, que a la postre fue la ganadora de la noche. El alboroto entre los presentes fue increíble. El padre de Angelina Jolie, John Voigh, fue testigo de la ovación que recibió su ex yerno, y uno entonces se pregunta qué sabrá ese Hollywood en la intimidad que desconocemos los demás, para aplausos tan encendidos. Brad, elegante y delgado, estuvo unos minutos, igual que Ben Affleck y Leonardo DiCaprio, los tres abandonaron la fiesta rápida y furtivamente.

En esta noche mágica de premios y emociones hubo muchas sorpresas, entre ellas la victoria como mejor secundario del actor británico Aaron Taylor Johnson por su papel en el filme de Tom Ford « Animales Nocturnos», o en los premios televisivos, tan importantes como los cinematográficos; el galardón a Billy Bob Thorton por su papel en el drama Goliath, serie que acaba de estrenarse en Estados Unidos, o el anuncio de Donald Glover como ganador en la categoría de mejor actor cómico de la pequeña pantalla por su papel en Atlanta, superando al protagonista de Transparent Jeffrey Tambor que era uno de los favoritos, o incluso Elle como mejor cinta extranjera. Enamorados del arte de entretener, Hollywood se miró el ombligo y se acordó que, ante la falta de libertad, siempre quedará la magia, «La La Land» y Meryl Streep intentaron recordarlo.

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