Rechazada la oferta de Roman Polanski para cerrar su caso de abuso sexual y volver a Estados Unidos

Un juez deniega la posibilidad de pactar inmunidad en el caso de violación por el que huyó del país hace 40 años

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El cineasta Roman Polanski perdió su último intento de hacer las paces con la justicia estadounidense. El director, de 83 años, fue acusado de violación a una menor en los años 70 y, desde entonces, se encuentra huído. La condición que ha puesto para volver a pisar tierra de Estados Unidos ha sido tener la seguridad de que no lo van a detener de inmediato. Sin embargo, con los cargos aún vigentes, un juez de Los Ángeles dictaminó que el director polaco-francés no podía pedir ayuda a los tribunales mientras siguiera siendo un fugitivo.

El magistrado, del Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, Scott M. Gordon, desestimó la petición de Polanski porque estaba basada, dijo, en «los mismos hechos y argumentos legales» presentados y rechazados en el pasado por otros jueces.

«No hay una base suficiente o convincente para reconsiderar estos asuntos», apuntó Gordon.

Polanski está acusado de haber mantenido relaciones sexuales en 1977 con una menor de 13 años, Samantha Geimer, después de una sesión fotográfica en Los Ángeles. Geimer acusó a Polanski, que en ese entonces tenía 43 años, de drogarla y obligarle a mantener relaciones sexuales, por lo que el director de cine fue arrestado. El director se declaró culpable y pasó 42 días en la cárcel, pero estando en libertad bajo fianza y ante el temor de tener que volver a prisión para cumplir una condena mucho más severa huyó de Estados Unidos a finales de 1978.

Nueva documentación

El cineasta había presentado en febrero de este año una serie de documentos legales ante el tribunal de Los Ángeles para regresar a Estados Unidos y cerrar el caso siempre y cuando contara con la garantía de que no pasaría más tiempo entre rejas.

Polanski argumentó que en su día llegó a un acuerdo con las autoridades para cumplir solo 48 días de prisión, pero que escapó del país porque el magistrado Laurence Rittenband pretendía imponerle una condena más dura de la pactada.

El último intento de encarcelación

Este nuevo varapalo al realizador extiende un embrollo judicial que ha restringido su libertad de movimiento por todo el mundo durante años por miedo a que Estados Unidos reclamara su extradición. En 2009, las autoridades estadounidenses solicitaron a Suiza la detención del realizador, quien tiene nacionalidad francesa y polaca. Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich y pasó tres meses en prisión y otros siete en arresto domiciliario, hasta que, finalmente, Suiza denegó su extradición y lo puso en libertad.

El intento más reciente de llevar a Polanski ante los tribunales se vivió en 2015 cuando Estados Unidos pidió a Polonia la extradición del artista, una solicitud que fue finalmente rechazada.

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