«Aladdin»

El nuevo final de Jasmine: feminista y políticamente correcto

Guy Ritchie, con la ayuda de John August, ha modificado la trama de la princesa Disney para adecuarla a la sociedad actual: «Quería que fuese más contemporánea, accesible y con aspiraciones como las que puede tener cualquier niña»

Naomi Scott interpreta a Jasmine en la readaptación del clásico de Disney DISNEY

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Jasmine nos ha enseñado la que probablemente es la lección más valiosa que podemos obtener de las princesas Disney: « lucha por aquello que quieres ». En la versión de «Aladdin» que crearon John Musker y Ron Clements, por allá por 1992, la princesa de Agrabah soñaba con poder casarse por amor. Sin importar la procedencia de su amado ni su condición social. «Siempre ha sido alguien que tiene que pelear duramente por aquello en lo que ella cree y tiene que dejar claro que tiene buenos argumentos para pensar así», reflexiona Naomi Scott , la actriz encargada de interpretar a la princesa en la gran pantalla. Ahora, en la reinterpretación capitanea por Guy Ritchie, sus aspiraciones son mayores.

« Han pasado 27 años desde que se estrenó la versión animada. Hay cosas que han cambiado mucho y eso nos ha obligado a ser más ambiciosos», añade. Después de un engaño, muchas manipulaciones y un secuestro, Jasmine consigue casarse con quien ella ama. Pero (siempre hay un pero en cualquier historia de Disney) es Aladdin quien, al casarse con la princesa, tiene que ser un sultán. «Esto no podía quedarse así», espeta el director Guy Ritchie («RocknRolla»). «Tenía que encontrar la forma de que Jasmine fuese más contemporánea, accesible y con aspiraciones como las que puede tener cualquier niña », añade.

Con ese cambio en mente, Ritchie, con ayuda de John August («Big Fish»), escribió una nueva trama para Jasmine (y han eliminado escenas que podrían haberse antojado polémicas, como el secuestro de la princesa a manos de Jaffar). «Ahora, Aladdin simplemente anima a Jasmine para que pelee por lo que quiere. La película nos deja muy claro que es la persona adecuada para gobernar , la más preparada. No se me ocurre mejor forma de revolucionar a este personaje», confiesa Naomi Scott, quien de pequeña soñaba con convertirse en la princesa. «Me veía identificada en ella».

Por si hay algún espectador que tiene dudas de ello, Alan Menken , además de modernizar la banda sonora original, ha añadido una nueva canción. «”Speechless” nos cuenta todo por lo que Jasmine está pasando para dejar de ser la linda princesa y encontrar su propia voz», explica el compositor. El rodaje de esta canción fue uno de los más emotivos de la película. «Hay mucha gente a la que han acallado, a la que le han hecho sentir que no valía para nada. La idea de “no voy a quedarme sin palabras” me parece un mensaje increíble para empoderar a pequeñas niñas y niños para que hablen claro y si ven algo que está mal, lo denuncien», arenga Scott.

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