«El documental no es un somnífero para dormir la siesta ante el televisor»

Los directores de las cuatro producciones nominadas al Goya como Mejor Película Documental analizan en ABC la situación actual del género

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El documental vive uno de sus mejores momentos. Este sábado optan al Premio Goya cuatro de las grandes creaciones del género en 2016: «Frágil Equilibrio», de Guillermo García López, «Omega», de José Sánchez-Montes y Gervasio Iglesias, «Nacido en Siria», de Hernán Zin y «El Bosco: el jardín de los sueños», dirigido por José Luis López Linares. Tal y como indica el informe sobre los datos del cine español en 2016, editado por la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), a fecha de 15 de septiembre de 2016 se habían producido 142 películas españolas de las que casi la mitad, un 49,3%, fueron documentales.

El dato, sin duda alguna, invita al optimismo pues indica que, desde el punto de vista creativo, España comienza a ser un importante referente para el género acercándose al nivel de otros países europeos de mayor tradición documental, como Francia y Alemania. ¿Es tan dulce el momento que vive el sector? ABC ha trasladado la pregunta a Guillermo García López, José Sánchez-Montes, Hernán Zin y José Luis López Linares, responsables de las cuatro producciones que el sábado competirán por llevarse el «cabezón» a casa y que han analizado para este diario las luces y las sombras de un género cuyo futuro, a tenor de sus opiniones, se antoja brillante.

La dilatada trayectoria de José Luis López Linares, quien traza en «El Bosco: el jardín de los sueños», un completísimo esquema para explicar los significados «El Jardín de las Delicias», obra más icónica de «El Bosco», otorga al creador el privilegio de elaborar un nítido retrato sobre la situación del género. «Cuando hice “Asaltar los cielos”, hace veinte años, no se hacían documentales en España y no había Premio Goya al Mejor Documental. Este año hay 62 documentales propuestos a los Goya. El género está por todas partes, en Netflix, HBO...». La transformación del sector, dice López Linares, es evidente. «El documental está viviendo un momento como nunca antes lo ha vivido, no sólo en España sino internacionalmente. Nunca antes se había hablado tanto de nuestras producciones como ahora», explica Linares.

Guillermo García López opta también al Premio Goya por «Frágil Equilibrio», un recomendable trabajo con el firme propósito de sacudir conciencias y que cuenta con la narración del expresidente de Uruguay, José Mujica, como telón de fondo. García López recurrió al crowdfunding para sacar adelante un ingente proyecto que, dada su calidad, el público no tardó en respaldar en las salas. «La gente quiere escuchar historias de realidad, y eso es lo que es este documental, realidad pura. El interés por el género es evidente», afirma.

El documental, en primera categoría

En «Nacido en Siria», el reportero de guerra Hernán Zin narra la huida desesperada de siete niños durante un año y once países, desde la guerra hasta Europa. Un duro trabajo en el que el esfuerzo creativo se demuestra en cada plano. El director se muestra claro al sentenciar que España comienza a acercarse «poco a poco a lo que ya ocurre en otros países europeos, donde el género goza de una importancia tremenda». En lo que se refiere a los creadores, «vivimos en uno de los momentos más dulces para nuestro trabajo, pues jugamos en primera división», destaca.

Que el documental juegue en la liga de los mejores, dice Zin, depende en gran medida de los creadores, «grandes responsables» del dulce momento por el que atraviesa el sector. « Si haces un producto atrevido y de calidad, con temas interesantes, el público responderá positivamente. Nuestro éxito o fracaso es, claramente, una relación de dos: a mayor esfuerzo creativo, más gente en las salas», explica.

Poco presupuesto

José Sánchez-Montes, responsable del exitoso «Omega», se remonta hasta los años 70 para ejemplificar el éxito actual del sector. «Después del famoso boom de esa década, en la que se estrenaron en salas varios documentales importantes, hubo un declive que duró bastantes años. Creo, sin embargo, que las nuevas generaciones están creando muy buenas películas que, en cuanto son promocionadas adecuadamente, conectan con el público». El director de «Omega» afirma, además, que «la existencia de nuevas fórmulas para difundir los trabajos facilitan esa conexión [con el público] que yo considero fundamental». Sánchez-Montes vislumbra, eso sí, alguna que otra sombra en el éxito del género. «Estamos haciendo nuestros documentales con un presupuesto que no llega a la tercera parte de lo que teníamos a principios de siglo y lógicamente en muchas ocasiones “se nos ven las costuras”. A veces no basta solo con el talento», señala.

'Hoy hacemos documentales con mucho menos presupuesto'

Como Zin, Sánchez-Montes se refiere a la situación de otros países europeos como Francia, Alemania, Holanda, Reino Unido o los países escandinavos, donde «encontramos una producción muy sólida de grandes documentales muy bien financiados y con una buena distribución». En el este de Europa, dice el director de «Omega», «existe una gran escuela de documental clásico, mientras que los países sureños cuentan con grandes figuras del documental que han dejado obras maestras para la Historia con unos medios precarios».

El público, dicen los nominados,valora al género como se merece aunque los datos de exhibición del documental en las salas de cine no hagan sombra a los recogidos por la ficción española. Al respecto, López Linares señala a ABC cómo en España ya han comenzado a abrirse «nuevas vías de distribución en la salas de cine que no son las convencionales. 'El Bosco: el jardín de los sueños' se ha distribuido en formato even cinema (evento de cine) y, hasta la fecha, ha alcanzado a más de 15.000 espectadores y se ha estrenado en más de cien salas. Parece un medio de distribución muy interesante para cierto tipo de películas y es el modo en que queremos seguir trabajando», dice el creador. Aumenta, igualmente, el interés de las cadenas por el género, afirma López Linares. «En estos momentos nos encontramos trabajando con Telecinco, que ha producido varios documentales de calidad, y esperamos que otras cadenas tomen ejemplo», dice López Linares.

Vías de exhibición

Está claro que el documental, como vehículo para mostrar la realidad, debería tener vocación de llegar al mayor número de espectadores. ¿Deberían los creadores explorar, entonces, otra vía de exhibición más allá de las salas? Guillermo García López, director de «Frágil Equilibrio», pide no confundir el 'todo gratis' con el acceso libre a la cultura. «Está claro que la meta de nuestro documental es la de llegar a la mayor cantidad de gene posible. Podríamos colgar la película gratis en internet para lograrlo, pero también creo que es bueno entrar en la industria para que la película llegue a la gente y pueda exhibirse en pantalla grande, algo que, creo, es maravilloso». La misión de creadores y distribuidores, dice García López, es «que la película llegue a todo el mundo» algo que, apunta, «puede hacerse de muchas vías, como por ejemplo introducirla en circuitos educativos, una de nuestras estrategias».

El cine, resalta Sánchez Montes al respecto, «se disfruta mucho mejor en una pantalla grande». «No es lo mismo escuchar a Morente y Lagartija Nick en una buena sala que hacerlo en casa. Y nos encantaría que mucha más gente hiciera ese pequeño esfuerzo y apreciara esa importante diferencia. Pero somos contadores de historias y lo que queremos es captar los sentimientos de nuestra audiencia y que ésta sea cada vez más numerosa. Por eso veo enriquecedor que mis películas sean accesibles: que se vean en un festival, en un salón con la familia reunida o en un ordenador en la cama a través de un portal, por supuesto legal, de la Red.».

Está claro, también, que la apuesta de las televisiones privadas es determinante a este respecto. «Hasta ahora mis documentales han estado siempre co-financiados por televisiones públicas, que tienen la obligación legal y ética de apoyar este tipo de películas digamos “no comerciales”. Los presupuestos que esas televisiones dedican a las producciones han disminuido sensiblemente, dice Sánchez-Montes. «Omega» es, sin embargo, un caso excepcional, pues «una televisión privada, Telecinco Cinema, ha creído mucho en nuestro proyecto y lo ha promocionado con verdadero cariño y entusiasmo. Ojalá les vaya muy bien con su apuesta, sobre todo porque sería fantástico que cubrieran sus objetivos, de modo que abriéramos una puerta muy importante para el género documental español si somos capaces de demostrar que la fórmula “buena historia + buen guión + buena promoción” genera películas que dan beneficios». Si esto ocurriera, dice el creador, «romperíamos ese techo de cristal falso pero recurrente que habla de los documentales como esos somníferos que sirven para dormir la siesta delante del televisor».

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