«Ad Astra», o cuando todo el universo cabe dentro de Brad Pitt

Lejos de las grandes aventuras espaciales llenas de explosiones y riesgos, la cinta de James Gray viaja al corazón del protagonista

Brad Pitt en Ad Astra Vídeo: EuropaPress
Fernando Muñoz

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Hace 25 años, allá por 1994, dos nuevos directores arrasaron en el ecosistema de los festivales. En Cannes, Quentin Tarantino celebraba su 31 cumpleaños con la Palma de Oro por « Pulp fiction ». A unos cuantos kilómetros de allí, en Venecia, James Gray ganaba el León de Oro con un espeso thriller policíaco titulado «Cuestión de sangre (Little Odessa)». Tenía 24 años e irrumpía con la fuerza de un asteroide, pero quedó eclipsado por la buena estrella de Tarantino, esa que deslumbró a público y prensa. Ahora, ambos cineastas vuelven a coincidir, esta vez en la cartelera y con un protagonista común, Brad Pitt. Si en «Érase una vez en Hollywood», lo último de Tarantino, el actor viaja a los años sesenta, en « Ad Astra » se convierte en un astronauta en busca de los confines del universo.

Entre tanto, el director James Gray se ha mantenido este cuarto de siglo nadando a contracorriente, con un estilo sobrio -algunos dicen de él que es el último clásico; o al menos el más joven de entre los clásicos- y cinco películas donde el interior de los personajes cuenta tanto como lo que pasa fuera, siempre explosivo y emocionante.

Con «Little Odessa» inició una trilogía sobre el hampa que completó con « La otra cara del crimen » y « La noche es nuestra ». En 2008 filmó una de las historias de amor más extrañas y arrebatadoras del siglo XXI con un Joaquin Phoenix demoledor titulada « Two Lovers », y dos años después vivió con Marion Cotillard « El sueño de Ellis ». Pero lo importante viene ahora. En 2016 filmó « Z. La ciudad perdida », donde se metía en el corazón lleno de tinieblas de los exploradores que se perdían en las selvas del nuevo mundo. Tres años después, continúa esa historia de exploradores que miran fuera para escapar de lo que tienen dentro. Lo hace con un astronauta cargado de traumas que debe viajar a las profundidades del sistema solar, más lejos de lo que nadie ha ido nunca, como si fuera un conquistador en las selvas de Perú.

« ¿Cómo sería la experiencia de partir del Viejo Continente a las Indias hace siglos? Algo así como ir hoy a Marte» -reflexiona el cineasta sobre su trabajo-. «En “Z” es el padre el que va a la selva escapando de su hijo, en “Ad Astra”es el hijo el que busca al padre: es la Odisea de Telémaco», cuenta el neoyorquino. Porque al final ese viaje «hacia las estrellas» que propone el título en latín no es más que una aventura espacial en la que el personaje de Brad Pitt se enrola en una misión suicida para localizar la nave de unos pioneros que se perdieron más allá de Saturno. Unos astronautas que fundaron la misión con la que se asentaron las bases del futuro de la exploración espacial y a los que la sociedad considera héroes. Entre todos ellos, el personaje de Tommy Lee Jones, que interpreta al padre ausente de Brad Pitt. «A veces la sociedad encumbra a figuras heroicas, pero detrás de estos héroes hay siempre un personaje trágico. La exploración es muy valiosa, pero el porqué es lo importante. En “Z” muestro que él empieza buscando la gloria y descubre que eso es ridículo, un sinsentido, y que al final la búsqueda está en la redención con su hijo. En “Ad Astra” el padre mira siempre hacia fuera , como una extensión de su ego, pero además, para evitar su vida emocional interior», reflexiona.

Ficción dentro de la ciencia

«Ad Astra» no es «Armageddon» ni «Alien» o «Star Trek», pero no por ello Gray se olvida de las escenas de acción ni descuida la ficción que cabe en la Ciencia, como cuando deja en segundo plano ideas más que interesantes de cómo sería el futuro cercano en los viajes espaciales. Ante eso, las explosiones y las tramas artificiales se los cede a los superhéroes: «El Hollywood actual es un vehículo para vender un producto. Sus películas son trabajos corporativos carentes de especificidad», lamenta el cineasta, que recuerda un consejo que le dio Francis Ford Coppola al inicio de su carrera: «He intentado hacer un cine que me rompa, que me dé una respuesta emocional, y si eso no está de moda, pues que no lo esté. Como creador debo fijarme en los sentimientos y en cómo expresarlos. Es lo que Coppola me dijo: “Sé personal, porque eres la única persona que puedes ser, y si te ves reflejado en tu trabajo podrás mostrar toda tu amplitud», descubre.

En «Ad Astra» el «armageddon» está en el interior de Brad Pitt y en los soliloquios con los que analiza los orígenes de sus traumas y la incapacidad para mostrar sentimientos. Al final, la combustión interna del astronauta es la que pone en marcha la nave de la película: «La familia, los conflictos personales... Son el motor de la sociedad», sentencia el director, que hace el paralelismo con lo que ve en las calles: «¿Acaso no tiene sentido comprender la historia familiar o la infancia de Adolf Hitler, de cómo se convirtió en esa persona, de buscar los porqués? El drama está tanto en lo pequeño como en lo grande. Tengo que mostrar la complejidad del mundo: la aspereza y la dulzura, el amor y el odio, la indiferencia... Cuanto más amplio sea el tema, más específico puedes ser. Con todo esto, lo único verdadero es que si haces un gran espectáculo sin intimidad, se queda vacío, no es nada. Sí se puede hacer una película íntima y que parezca épica, como hacía John Cassavetes. Esto significa que al final lo único que importa es el alma», sentencia.

Protagonista y productor

Todo ese universo -complejo y fascinante, si se entra en él- que propone James Gray tiene el sello de Brad Pitt tanto delante de la cámara como detrás del set. El intérprete no solo llena cada plano de las dos horas de metraje, también es el responsable de la producción en una faceta desconocida pero que le da tantas alegrías como cuando los focos le iluminan. «Moneyball», «Moonlight», «La gran apuesta», «El blues de Beale Street», «El vicio del poder», «Corazones de acero» o «12 años de esclavitud» son algunos de los títulos que el ex de Angelina Jolie ha producido.

Brad Pitt en el espacio en Ad Astra

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