«Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald». La expansión del universo Harry Potter es infinita

Eddie Redmayne repite como Newt Scamander en una entrega que profundiza en la rivalidad entre Grindelwald y Dumbledore

Johnny Depp es Grindelwald en Animales fantásticos
Fernando Muñoz

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Al ritmo que lleva Hollywood, la categoría de mejor guión original en los Oscar va a quedar desierta. El cine de superhéroes, con sus franquicias inagotables, ha servido de espejo para que J. K. Rowling expanda hasta el infinito la saga de Harry Potter . Con las aventuras del niño mago ya concluidas, la escritora viajó al pasado para abrir una nueva vía en el mundo mágico que la convirtió en la mujer más rica de Reino Unido, por delante incluso de la Reina de Inglaterra . A la primera entrega de la saga de « Animales fantásticos » le sigue « Los crímenes de Grindelwald ». Y habrá más. En total se estrenarán, como mínimo, cinco historias del criador de «bestias mágicas» Newt Scamander durante los próximos diez años.

Un viaje que será lento y cargado de detalles. La primera entrega viajaba al año 1926, y quería alejarse lo máximo posible del universo anterior. Esta arranca en 1927, y hace justo lo contrario: el foco empieza a apuntar a Grindelwald y Albus Dumbledore, cuya batalla final se presume como el «leitmotiv» de todo lo que empieza a suceder.

«Me da la sensación de que los protagonistas eran un poco infantiles en la primera película, aquí hay más cosas en juego y tienen que madurar. Durante las cinco películas vas a ver cómo se fusionan los mundos de “Harry Potter” y el de “Animales fantásticos”», contaba ayer mismo en Madrid Eddie Redmayne, el nuevo héroe de Rowling,

Los «blockbuster» de la última época descubrieron que el secreto del éxito es llegar a todo el mundo. Pixar marcó el camino con películas destinadas a niños que disfrutaban más los padres. En «Animales fantásticos», como en las películas de superhéroes, el espectador generalista puede seguir la aventura sin la obligación de conocer todas las peculiaridades de los personajes. Para lograrlo en « Los crímenes de Grindelwald », J. K. Rowling se fija en el periodo de entreguerras, con el ascenso de los totalitarismos en todo el planeta. Aquí, el mal fascista es encarnado por Grindelwald (Johnny Depp), que emplea un discurso populista que resuena con ecos de actualidad. « El arte refleja lo que sucede en la vida , y por supuesto que esta historia es un espejo de lo que sucede en nuestro mundo. Lo que dice la película es que hay que incluir a todo el mundo», explica Callum Turner, que interpreta en la cinta al hermano de Newt y cuyo parecido físico en la vida real con Eddie Redmayne es más que sorprendente. «Lo que me gusta de los libros de J. K. Rowling es que, como una de las mejores artistas de su época, tiene esa sensibilidad de contar lo que sucede en el mundo. Recae sobre los artistas luchar», refuta el protagonista.

Los seguidores más cercanos al universo Potter, aquellos que crecieron con sus libros, se sorprenderán con las nuevas aportaciones que hace la película. Los propios Turner y Redmayne reconocen que leían «Harry Potter» en su adolescencia, y como tal se han sorprendido al descubrir el trascurrir de la historia. En concreto, y sin caer en el «spoiler», con la homosexualidad de Albus Dumbledore : «J. K. Rowling ha dicho que él es gay de forma explícita [en Twitter]. Tiene todo el derecho a contarlo como quiera, sobre todo si lo va a contar en cinco películas», defiende el protagonista ante la crítica de los periodistas de que parece esconderse su orientación mientras sí se explicitan las relaciones de otros personajes. «No los vemos besarse, pero sí pistas de su amor», cuenta, y replica Turner: «En la película hay cuatro historias de amor, y la suya es la más profunda, la más fuerte. En un punto de la trama le dicen a Dumbledore: “Estabais tan unidos como hermanos”. Y él responde: “ Éramos más que hermanos ”. Ahí se despeja la duda», sentencia acerca de un tema sobre el que se han escrito ríos de tinta por ser clave en uno de los libros más vendidos de la historia.

La exquisita educación británica de Callum Turner y Eddie Redmayne , con un verbo que parece sacado de un aula de Oxford, contrasta con la imagen trastocada que tiene su antagonista en el filme, Johnny Depp. El actor americano vive días oscuros acuciado por sus problemas de alcohol y sus desvaríos personales. Turner no se puede aguantar la risa cuando se le pregunta por su compañero de rodaje. «Fue surrealista», cuenta tímido. «Te llevaba a su furgoneta durante el rodaje, y allí cogía su guitarra y se fumaba un cigarro mientras te decía, “te gusta mi música” [con voz «adormecida»] y tú no sabías qué responder... ¡Seguía vestido como Grindelwald!».

De momento, aquí Johnny Depp firma la más seria de sus actuaciones de la última etapa. Y si todo sigue su curso, seguirá dando vida a un personaje encaminado a la batalla final contra Dumbledore (Jude Law). Allí estará Redmayne, que firmó por tres películas y se enteró de casualidad, cuando Rowling se lo contó a todo el mundo, que acabaría haciendo cinco. «Si vas a poner diez años de tu futuro en manos de alguien, que sea en alguien como ella...».

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