Crítica de «Un verano en Ibiza»: El turismo es un gran invento
El nivel de los chistes está por debajo del cine de nuestro abuelete, situándose más bien al nivel binguero de Pajares-Esteso
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Película claramente financiada por la Ibiza Film Commission, ofrece un nutrido recorrido por los tópicos que se asocian con la isla en su versión de paraíso de marcha y drogas químicas, mariscadas y «after hours».
Por si eso no parece ya bastante sonrojante, se nos ofrece a través de la mirada de turista de un podólogo francés sesentón encarnado por el fiel escudero de la saga de «Los visitantes», Christian Clavier, que siempre parece a punto de ponerse a gesticular como Louis de Funes. Una referencia más cercana -véase el título de la reseña- es Paco Martínez Soria, con la diferencia a favor de Clavier de que su personaje no es siempre mejor que sus compañeros de plano y de peripecia. El nivel de los chistes está por debajo del cine de nuestro abuelete, situándose más bien al nivel binguero de Pajares-Esteso: si esto no les asusta, esta es desde luego su película para este verano. Esperamos sentados una secuela sobre el balconing en Magaluf o así.
