Crítica de Siberia: Desatino con diamantes

«Cualquier famosete relleno de botox mueve más la cara y si Keanu Reeves se cree que tenemos paciencia para otro héroe lacónico ultracongelado…»

Keanu Reeves en Siberia
Antonio Weinrichter

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ficha completa

Que una estrella de Hollywood produzca y protagonice una película tan fallida como esta, da que pensar. Quizá habría que empezar por cuestionar el valor estelar de Keanu Reeves , que no tiene un currículo escaso precisamente, pero tampoco grandes éxitos recientes, « John Wick » aparte. Aquí ha pensado que podía sujetar con su cara, el resto del físico lo usa poco, una doble trama de amor y mafiosos rusos que le lleva de San Petersburgo a Siberia, sin cambiar de abrigo ni de expresión ni un solo momento. Lo primero puede quedar estoico, cosa que se aviene bien con la peripecia de un tratante de diamantes en tratos con un gangster ruso de manual, un drag queen de mafioso si me siguen la idea, de tan tópico y exagerado que es; pero Pasha Lychnikoff es el único de todo el reparto que parece divertirse interpretándolo, incluso a la hora de forzar una escena de humillación sexual que es la única que saca al espectador de su sopor.

Pero ni siquiera en esa escena logra Keanu expresar algo, ni cuando vive un apasionado romance con una hostelera siberiana ni cuando regaña con ella, ni cuando se la juega con los gangsters. Cualquier famosete relleno de botox mueve más la cara y si este actor se cree que tenemos paciencia para otro héroe lacónico ultracongelado… pues lo dejaremos en manos de sus incondicionales. Yo prefiero al ruso malo, aunque solo salga un par de escenas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación