Crítica

Bangalore: un indio con ambiciones

En la capital podemos disfrutar ya de varios locales con una oferta de calidad

Carlos Maribona

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Aumenta la presencia de la cocina india en Madrid . En la capital podemos disfrutar ya de varios locales con una oferta de calidad. Probablemente el mejor de todos sea Tandoori Station , pero no podemos olvidar al lujoso Benares, sucursal del restaurante del mismo nombre en Londres, donde cuenta con una estrella Michelin. Desde hace unas semanas se ha unido a esa oferta Bangalore, cuyo nombre rinde homenaje a la que probablemente es la ciudad más cosmopolita de la India y que ha abierto al final de la calle de Diego de León , casi ya en su confluencia con Francisco Silvela. Sus propietarios son los mismos de Purnima y de Fathe Pur, dos buenos indios de barrio de los que ya les hemos dado cuenta en esta página. Ahora con Bangalore dan un paso más ambicioso, al menos en su decoración, que se sale del sota, caballo y rey habituales y huye del ambiente temático que se prodiga en este tipo de establecimientos. Un estilo que se acerca más al lujo de Benarés, aunque sin llegar a la sofisticación de este. La ausencia de manteles en las mesas no ayuda a ello. Cuenta además con una agradable terraza en la calle.

La india es una cocina con mucha personalidad, que se basa en sabores y en aromas y cuya clave está en las especias, naturales y muy aromáticas. En esta casa aparece representada en todas sus elaboraciones tradicionales. El horno tandoori y los curries son los protagonistas, junto a un apartado de entradas tradicionales y otro de platos vegetales, que en la India tienen gran importancia. Entre semana, de lunes a viernes, ofrecen un menú del día por 14,50 € . Y permanentemente un menú degustación (35) que permite descubrir algunos de los platos más representativos. En todos ellos encontramos un punto más de refinamiento que en otros comedores indios.

Como suele ocurrir, hay un cierto miedo al empleo de los picantes en aquellos platos que lo requieren. Así, en las salsas que se sirven como aperitivo acompañadas de un pan de lentejas falta alguna que pique aunque sea un poco. Peor aún al pedir un curry vindaloo de cordero (15,90) . Al advertirle al camarero que lo queremos como si fuera para un indio, este pone cara de incredulidad y nos pregunta dos veces si sabemos que un vindaloo pica mucho. Al final lo conseguimos y el que nos sirven está muy bueno, con ese punto que hace sudar pero no anestesia la boca. Acompañado, claro, de arroz hervido (5,50), que es lo que mejor va con este plato. Probamos también el «dhal makani» (12,90), un curry de lentejas guisadas a fuego lento, que resulta estupendo.

Restaurante Bangalore de Madrid BANGALORE

Del horno tandoori, además del imprescindible «nan», pan indio, pedimos el salmón (17,90) y los langostinos tikka (22,90). El primero muy correcto, adobado como es tradicional con hierbas y especias y servido sobre una base de patata, cebolla y pimiento. Por el contrario, los langostinos llegan a la mesa pasados de punto, bastante resecos.

Postres convencionales y una inhabitual carta de vinos , breve pero con referencias nada habituales en otros sitios, y no sólo asiáticos. En la parte más floja, un equipo de sala, indios en su mayor parte, que está bastante despistado.

Lo mejor: Los curries.

Precio medio: 30 €. Menú degustación: 35 €.

Calificación: 6,5.

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