Una asociación de ex toxicómanos revienta la inauguración de la residencia de mayores de la Caridad

El traslado de los ancianos del hogar de mayores de la calle Almonte a la nueva residencia Nuestra Señora de la Caridad, que ayer abría sus puertas para recibir a sus nuevos inquilinos, no se realizó con total normalidad. Una veintena de miembros de la Asociación Nazaret, de ayuda contra la drogadicción, se concentraron a las puertas de la antigua residencia para ocupar las instalaciones una vez que los abuelos las hubieran abandonado. Una medida de protesta que fue abortada por efectivos de la Policía Local que acudieron a custodiar las instalaciones de la residencia municipal de la calle Almonte.

«Pretendíamos entrar en la residencia como una medida de presión para que el Ayuntamiento se diese cuenta que este local que ahora se queda vacío podía convertirse en una sede para nuestra asociación a la que llevan más de seis años engañando con promesas de un local», explicó Francisco Rodríguez, monitor de la Asociación Nazaret.

«No nos importa quedarnos a las puertas de la residencia todo el día o incluso ponernos en huelga de hambre, pero necesitamos que el Ayuntamiento nos dé una solución pronto porque no podemos seguir trabajando en nuestra sede actual» agrega.

Por su parte, la delegada de Bienestar Social, Asunción Rodríguez, que acudió a acompañar a los ancianos en la inauguración de la residencia Nuestra Señora de la Caridad, aprovechó la ocasión para adelantar que «los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo están analizando el avance del PGOU para encontrar una parcela que se adecue a las necesidades del colectivo Nazaret», según explicó.