CÁDIZ

La «esquina de oro» en el barrio de La Viña

Casa Manteca se convierte en un hervidero en Carnaval

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«Quedamos en la esquina del Manteca». Esta es una de las frases más repetidas cuando llega el Carnaval . No se trata de un estribillo, sino de una consigna que convierte este rincón viñero en una «esquina de oro», tal y como la denominó en su día 'El Pito', un conocido del barrio que veía como cada año, en el bar del Corralón de los Carros, cabía más gente, pese a que la barra seguía estando en el mismo sitio.

Y es que como dice un buen amigo de José Ruiz, Casa Manteca es de los pocos bares donde la estrechez no se nota, donde tomarte una copa a codazos es todo un ejercicio de saber estar por la exquisitez de su público.

En estos días el flamenco y el toreo, la esencia de este genuino establecimiento, pasan a un segundo plano y el carnaval toma protagonismo en la barra, donde los comentarios sobre las actuaciones en el Falla dan para mucho que hablar.

José Ruiz, su propietario, recuerda cómo El Peña y el Masa improvisaron más de un cuplé bajo los efectos de la buena manzanilla, o cómo ahora Manolito Santander hace un receso en el ensayo de su chirigota para aclarar voces en la taberna.

«En estos días las caras cambian y los comentarios afloran de un lado a otro de la barra: ¿Quilló, qué bien sonaba el pasodoble! o ¿qué buen cuplé!», escenifica con arte el Manteca, quien destaca que en el barrio el Carnaval se vive durante todo el año y «aquí llegando la Pestiñada, la Ostionada y la Erizada no paramos».

Desde la esquina de la barra, el maestro José Ruiz observa el entrar y salir de su público, como desde la barrera, y asegura que en carnavales, aunque entran todo tipo de personas en su establecimiento, no hay problemas porque la guasa se queda fuera.

Su hijo Tomás cuenta que son muchos los extranjeros que llegan despistados a Casa Manteca buscando información sobre el Carnaval y que siempre hay una copa de buen vino para recibirlos y un papel de estraza con queso viejo para degustar. Si hay suerte, resulta entrañable escuchar las anécdotas del Manteca, recogidas en el libro 'Escrito en tiza', de José María Otero y Francisco Orgambides.

Aunque esté a rebosar, siempre se llega a la barra, algo que sorprende, sobre todo una noche de sábado de Carnaval donde parece imposible tal hazaña.La «esquina de oro» es ya todo un símbolo de la fiesta gaditana, un motivo de encuentro en La Viña.