ÓSCAR JAENADA ACTOR

«Llegué a Camarón a través de los ojos de su mujer»

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Oscar Jaenada no se olvidará nunca del Príncipe de la Isla, figura en la que se convirtió por obra y gracia de Jaime Chávarri que le ha valido el Goya a la mejor interpretación masculina protagonista. Y jura y perjura el actor catalán que este premio no estaba cantado y que fue consciente de lo nervioso que estaba cuando escuchó su nombre y el de los otros tres compañeros candidatos. «Tuve que improvisar. Intenté prepararme un discurso, pero no me salió. Estaba tan nervioso que me olvidé de citar a Camarón, a su viuda, Do-lores Montoya, y al pueblo de San Fernando», explica.

Jaenada , que tiene en Achero Mañas, con el que hizo No-viembre a su mentor cinematográfico, toca el busto del pintor, trofeo que quiere enseñar a su familia. «Han venido todos de Barcelona, están en mi casa, y me apetece tanto que lo vean...», confiesa este actor que nació hace 30 años en la localidad catalana de Espluges de Llobregat.

«Lo que es el cine, un payo catalán haciendo de gitano andaluz. Fue un trabajo laborioso, pero fácil, sólo tuve que bajar a Cádiz, observar a su gente, pasear por sus calles y apuntarme a una escuela de flamenco en la que estaba de profesor un amigo personal de Camarón, Enrique Pantoja. Yo había aparcado este proyecto, no quería hacerlo porque estamos hablando de una leyenda, pero mi hermano Víctor, que es pintor, un artista, me convenció y decidí arriesgarme», recuerda el protagonista de XXL.

Enfundado en un elegante traje negro, Janeada se sigue pareciendo mucho a Camarón a pesar de tener el pelo corto. «El mérito es de todos los que hicimos la película, cuyo título deja claro que todos han trabajado para que mi personaje resultara creíble. Al principio, yo lo veía muy alejado de mí. No me voy a olvidar nunca de Camarón, ni del equipo artístico y técnico del filme, y tampoco de su viuda. Cuando me conoció, La Chispa me dijo que me parecía más a Raimundo Amador, pero el último día de rodaje no podía mirarme, se le saltaban las lágrimas. Llegué a Camarón a través de los ojos de su mujer», expresa.

Respeto

Sin ningún talento para el flamenco, género que ahora «aprecio y me gusta», Jaenada no tiene ningún proyecto en el horizonte. «Espero que los próximos trabajos no dependan del Goya, sino de las diez películas que he hecho. Soy actor y haré lo que menos me desvíe de mi interés: estar en trabajos de calidad y en los que note respeto y entrega como en Camarón», apunta.

Jaenada, que, sin citar nombres, acaba de abandonar el largometraje en el que llevaba trabajando una semana «por un problema absurdo en la negociación», no tiene intención de hacer publicidad y tampoco televisión, y, aunque le agobiaría, si no le llega nada «pues volvería a poner copas. Para mí, la palabra clave es respeto. Respeto a mis compañeros, a los técnicos, a la gente que va al cine. Pienso que hay que llorar menos y no venderse a nadie», manifiesta este actor que sigue a rajatabla las recomendaciones de su mentor, Achero Mañas.

«Sin Achero, no habría enfocado el mundo del cine como lo hago ahora, y por eso creo que las cosas están funcionando relativamente bien», reconoce.