CÁDIZ

De la alegría estival al invierno estudiantil

Numerosas personas atraviesan a lo largo del año por San Rafael para acercarse a La Caleta, la Universidad o el teatro Falla

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Amplia, comercial y cerca de los rincones que más enamorados tienen dentro y fuera de la capital como la Caleta o el Falla. Así es la calle San Rafael, una vía en la que predominan en su día a día la familiaridad entre sus vecinos y la diversidad comercial.

Desde la plaza de Fragela hasta la calle de la Rosa pueden verse continuamente a numerosas peatones recorriendo esta calle. Camino obligado para quienes acuden a la playa de la Caleta en verano, así como recorrido fijo para los cientos de estudiantes universitarios que se dirigen a la facultad de Empresariales o de Relaciones Laborales durante el invierno. Alumnos de menor edad se dejan ver también con sus mochilas en dirección al colegio del mismo nombre de la vía.

Buen ambiente

Carmen Gallego y su marido, Manuel Vázquez, viven en el número 26 de San Rafael desde 1968.

La gaditana califica a esta calle como «muy familiar porque nos conocemos todos», explica. Así, asegura que nada más empezar el mes de mayo, e incluso a veces en abril, acude en compañía de algunos vecinos a la Caleta. Para Carmen la calle ha perdido bastantes negocios, en comparación n con otros tiempos, si bien señala que «tiene de todo: farmacia, colegio, bares, tiendas y supermercados».

A esta oferta hay que unirle la que viene ofreciendo desde hace 12 años Rosario Saldaña en la esquina de La Rosa. Así, esta gaditana vecina de la calle Patrocinio, se sienta cada día a vender flores muy variadas traídas desde Chipiona a quienes pasan por allí como son los claveles, las clavellinas, las rosas o las margaritas.

Entre los vecinos más recientes se encuentra Diego García Parra, que fijó su residencia en San Rafael el pasado 28 de diciembre. «Antes vivía en Sopranis, 1 y aunque tenía siete balcones que daban a San Juan de Dios no he notado la diferencia porque aquí el ambiente es muy bueno al igual que la vecindad», afirmaba. Tanto se ha integrado este residente en el barrio que no ha dudado ni un minuto en repasar la finca «con una manita de pintura para lavarle la cara», con la ayuda de los demás inquilinos de la finca.

Junto a su vivienda, destaca una casapuerta bastante singular, por su decoración. Así, próximo a un azulejo del Nazareno llama la atención las figuras de escayola de un gato y un perro en la ventana del bajo. Para muchos vecinos del barrio ésta es una iniciativa que gusta, «sobre todo porque adorna la calle con luces en Navidad o coloca un antifaz enorme en Carnavales», señalan. Cabe destacar el alboroto que vive dicha vía con la celebración de la fiesta gaditana por antonomasia, dada su proximidad al teatro Falla y al barrio de La Viña, epicentro de las noches carnavalescas.

Vida universitaria

Pero si hay algo que mantiene viva la calle es su cercanía con la centros universitarios.

Esto es algo que tiene claro el dueño de la copistería Master, Pedro Muñoz, quien afirma que «los estudiantes son quienes mueven el barrio desde septiembre hasta finales de junio», así como que «en vacaciones se nota que la calle está muerta».

El mayor potencial de su negocio lo cubre la clientela juvenil, si bien son varias las empresas que se dirigen hasta su local demandando encuadernaciones o fotocopias láser a color. Muchos son también los estudiantes que adquieren productos en Deportes El Balón, ubicado en la calle desde hace 16 años. No obstante, la amplia gama de productos deportivos existentes en el negocio hace que se acerquen también «desde la mujer que quiere unas zapatillas para andar a los amantes de la natación o la pesca», asegura su propietario, Cristobal Cornejo.

La alimentación San Rafael es otro de los establecimientos que más frecuentan los estudiantes, sobre todo los alumnos del colegio de San Rafael en busca de bocadillos o frutas para desayunar en el recreo. Su propietaria, Isabel Franco, apunta que la calle es «muy variada» y «para el sitio en el que está es de las más comerciales del barrio».

Asimismo, señala al verano como la fecha en la que más se incrementan las ventas y «donde más se nota la llegada del turismo porque vienen pidiendo refrescos y patatas fritas».

Para sobresaliente

La mayoría de los usuarios de la vía coinciden a la hora de apuntar las carencias y necesidades de que adolece dicha calle.

En primer lugar, destacan la pobreza de su iluminación, «sobre todo cuando cae la tarde porque se vuelve muy oscura», apunta la propietaria de la Alimentación San Rafael, Isabel Franco. En este aspecto, el dueño de Deportes El Balón, Cristóbal Cornejo, añade que «por la noche la calle está muy triste» y que «deberían de aumentar también el servicio de limpieza».

Como comerciante, Cornejo considera que podría hacerse mucho más para mantener vivo al barrio en determinadas fechas del año como por ejemplo la campaña de Navidad. «Por aquí no se ve ningún Rey Mago ni se organizan actuaciones de coros o música», lamenta el empresario.

Por último, la asociación de padres de alumnos del colegio San Rafael, denuncian la falta de seguridad en las proximidades del centro educativo. «Solicitamos al Ayuntamiento hace dos meses que nos pintaran los dos pasos de peatones y le colocaran una señal vertical pero no lo han hecho», lamentaba una de las madres, Maribel Peinado. Algo que, por el bien de muchos pequeños y la tranquilidad de sus padres debería realizarse para que, junto a la ejecución de las demás peticiones de los usuarios de la vía, fuese una calle de Sobresaliente.