MOTOCICLISMO

Sete Gibernau comienza una nueva vida en Ducati, «con sensaciones positivas»

El piloto catalán se compromete este año a «trabajar más y hablar menos» Tanto Gibernau como Capirossi ya se preparán para una temporada «divertida»

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El equipo Ducati tiene por costumbre reunir a mediados de enero a la prensa internacional y a todos sus pilotos en la localidad alpina de Madonna di Campiglio. Así, desde el pasado fin de semana Loris Capirossi y Sete Gibernau se encuentran involucrados en un trepidante programa que combina encuentros con la prensa y actividades deportivas a unos 10 grados bajo cero.

Sete Gibernau quiso agradecer la confianza de Ducati, aunque no parece lógico que pueda estar al máximo de su competitividad sobre la Ducati desde la primera carrera: «Creo que será una temporada divertida, pero también es verdad que hay que trabajar más que nunca porque para mí ha cambiado todo: el motor, el chasis, los neumáticos... Pero las sensaciones han sido muy positivas desde el primer momento y yo he elegido el conjunto Ducati-Bridgestone como paquete ganador. Seguro que tendremos unas carreras mejores que otras, pero al final del año el balance tiene que ser positivo».

Propósitos para 2006

También el componente humano que acompañará a Sete es completamente nuevo, con la excepción de Juan Martínez, que ha abandonado el equipo Gresini junto a Gibernau para continuar siendo su responsable técnico en esta nueva aventura con Ducati. Sete también quiso hacer referencia a este asunto. «Para mí Juan es una parte muy importante del conjunto que hemos creado. Tengo mucha fe en él, pero también la tengo en todos y cada uno de los miembros del equipo. Tenemos que dar el cien por cien y en ningún caso se puede considerar más importante el trabajo de unos que de otros».

En cualquier caso, parece que el piloto catalán quiere convertirse en un hombre de pocas palabras este año: «Yo no quiero hablar mucho esta temporada. Es un propósito que me he hecho para 2006, porque quiero trabajar más y hablar menos»

Gibernau ha trabajado para Yamaha, Suzuki y Honda. Ahora defiende los colores de la glamourosa Ducati partiendo de cero y olvidando la dura temporada de 2005, en la que los resultados no llegaron nunca. El gesto del piloto barcelonés continúa siendo serio, pero como dice el director del proyecto Ducati-MotoGP, Livio Suppo, «cuando las cosas van bien y los resultados salen, es más fácil ser simpático». Lo cierto es que Sete ha sido dos veces subcampeón del mundo de la máxima categoría y merece un voto de confianza.