Fleurquin se centra en el partido de hoy y prefiere no hablar de su pelea

Sin lugar a dudas, el protagonismo del entrenamiento de ayer del Cádiz -a puerta cerrada- lo acaparó Andrés Fleurquin. El incidente que protagonizó el jugador el viernes, y por el fue denunciado por, presuntamente, propinar un puñetazo a un aficionado, estaba en boca de todos.

Logicamente, al término del entrenamiento, los medios de comunicación pidieron la comparecencia del medio centro para que ofreciera su versión de lo ocurrido. En un principio, un responsable de prensa del club informó de que el jugador no pondría inconveniente en manifestar su opinión aunque no las realizaría en la sala de prensa, sino en los bajos de tribuna. Más tarde, y como una exhalación, Fleurquin abandonaba el vestuario haciendo oidos sordos a los ruegos de varios periodistas. Ante esto, tres informadores le siguieron hasta donde el charrúa tenía aparcado su coche.

Ya dentro y volante en mano, Fleurquin diálogó de forma correcta fuera de micrófono con los informadores aunque quiso dejar claro en todo momento que «el tema se ha exagerado». En esta línea, declinó hacer declaraciones ya que no quería perjudicar con sus palabras al equipo a 24 horas escasas del importante envite frente al Málaga.

Habrá juicio

Desde el club tampoco quiso nadie pronunciarse al respecto, tratando desde todos los estamentos de quitar hierro a un asunto que en absoluto beneficia a la imagen de la entidad. Incluso el propio Víctor Espárrago, en su comparecencia ante los medios de comunicación, fue tajante al afirmar nada más llegar a la sala de prensa que sólo iba a hablar de temas deportivos.

Por su parte, V.M.Z.H., la persona presuntamente agredida por el futbolista charrúa, afirmaba ayer a LA VOZ que su intención es la de seguir adelante con la denuncia, por lo que en los próximos días se celebrará un juicio de faltas en el que el jugador deberá dar su versión de los hechos.