Ronaldo, tres semanas de baja por otra rotura en su gemelo derecho

El sóleo, un músculo situado en el gemelo y desconocido para el aficionado medio, se ha hecho popular a causa de las múltiples lesiones que persiguen en esa zona de la pierna derecha a Ronaldo. La última recaída, sufrida en el transcurso del choque ante el Vi-llarreal, dejará al astro tres semanas de baja, según confirmaron ayer los doctores del Real Madrid.

La resonancia nuclear magnética a la que fue sometido Ronaldo en la Clínica Ruber confirmaron la temida rotura fibrilar que ya presagiaba el delantero, desde que sufrió el pinchazo durante el primer tiempo del Madrigal.

Ronaldo no ha hecho sino reincidir en la lesión que arrastraba desde hace semanas y que, sin ir más lejos, le dejó ausente del pasado choque copero ante el Athletic.

Cuando abandonaba los vestuarios del campo castellonense, Ronaldo ya desvelaba que la lesión era de nuevo la misma que le lleva causando problemas desde el inicio de campaña y que ahora le obligará a perderse hasta media docena de partidos.

Tras confirmarse los peores presagios, el brasileño no quiso hablar pero salió serio del hospital. Triste, cojo pero con prisas para no perder el avión que le trasladó a Múnich, donde era el invitado estrella a la presentación de una nueva gama de botas.

El pasado 29 de diciembre, cuando se ejercitaba junto a sus compañeros tras las vacaciones navideñas, ya sintió una molestia parecida en el sóleo que, tras las pruebas médicas, resultó ser una microrrotura fibrilar de grado 1.

Los doctores calcularon entonces entre 10 y 14 días de baja, pero él quiso acelerar su recuperación, forzó la máquina, trabajó más que el resto y, cuando trató de competir, con el consentimiento de los cuerpos técnico y médico, se perjudicó a sí mismo y al Madrid volviéndose a romper. Ya suma cinco lesiones desde el inicio de curso, lo que deja en entredicho su estado físico, el sistema de preparación diseñado por entrenadores y preparadores físicos, y la conveniencia de cambiar de técnico y método a mitad de Liga.

No sin alguna contractura previa, el calvario de esta campaña se inició en el derbi ante el Atlético, en la séptima jornada. Todo le iba a la perfección, con siete goles en otros tantos compromisos, hasta que una entrada involuntaria de Perea, cuando trataba de evitar el tercer gol blanco, le provocó una rotura parcial en el ligamento tibio peroineo del tobillo izquierdo.

Ronie se puso casi un mes en manos de los fisioterapeutas e hizo todo lo posible para llegar a tiempo al clásico contra el Barça. Jugó infiltrado, asumió un serio riesgo y el órdago le salió fatal. El Madrid fue superado de cabo a rabo y el brasileño recayó. Acabó con una artritis en la articulación y causó baja para dos partidos.

El caso es que sólo ha jugado 11 de los 18 partidos de Liga, con nueve goles anotados. En la Champions ni siquiera se ha estrenado. Estaba sancionado para los dos primeros encuentros y los siguientes coincidieron con las lesiones.

Ahora, se perderá el choque copero contra el Athletic y los hipotéticos cuartos si su equipo hace valer el 0-1 de San Mamés. En Liga, no jugará contra Sevilla, Cádiz y Celta. Se estima que su reaparición tendrá lugar en la primera semana de febrero, ante el Espanyol. Seguro que ya no adelantará los plazos porque el Arsenal aparece a la vuelta de la esquina.