EN LA PINTURA. La defensa catalana, infranqueable. / O. CHAMORRO
Polideportivo

Dos platas y un bronce; excelente botín para los equipos andaluces

Los combinados masculinos sucumbieron en sus respectivas finales La selección infantil femenina se impuso a Galicia y finalizó en tercera posición

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Si hubiera que poner una nota a la actuación de los combinados andaluces en el Campeonato de España, que se despidió ayer de la Bahía de Cádiz con la disputa de las finales, no cabe ningún tipo de duda que rozaría el sobresaliente. Acabado el curso, el premio al esfuerzo nunca parece suficiente, pero lo cierto es que, objetivamente, dos medallas de plata y una de bronce son botín suficiente como para pensar que la cantera del baloncesto andaluz progresa adecuadamente.

En la jornada de ayer, la suerte no terminó de acompañar a los andaluces. Dos combinados luchando en la final por el máximo galardón hacían soñar a los más optimistas con situar el color verde en lo más alto del podio. El mejor colocado a priori era el combinado cadete masculino, que se enfrentaba a Canarias en un choque de poder a poder. Los infantiles volvían a verse las caras con su particular bestia negra -Cataluña, que ya les arrebatara el primer puesto en la final del año pasado, disputada también en tierras gaditanas-, y las apuestas no terminaban de situarlo como favorito.

Al final, decepción para unos, resignación para otros.

Cruda derrota del cadete

Perder un partido por dos puntos de diferencia no suele ser del todo gratificante. Menos aún si se tiene en cuenta la estadística de haber fallado un total de 50 lanzamientos a canasta. Pero los hombres más altos del combinado canario decidieron un choque en el que los andaluces acusaron en demasía la falta de espacios. No comenzó mal la cosa, pues la primera parte tuvo color andaluz, pero la diferencia de altura fue mermando poco a poco la moral de los de Francisco José Tomé. A falta de unos segundos, un lanzamiento errado pudo haber cambiado las tornas y haber dado la vuelta al marcador, pero la precipitación en el pase y la mala colocación dejaron a Andalucía a dos puntos de conquistar la tan ansiada medalla de oro (56-58).

Los infantiles volvieron a darse de bruces con el potencial de Cataluña. La cantera catalana se ha revelado en este torneo como la más poderosa a nivel nacional, pues también se hicieron con la medalla de oro en la categoría cadete femenino, tras vencer a Madrid por un cómodo 76-63.

Como era de esperar, la calidad ofensiva rival armó una barrera infranqueable para los chicos de Juan Luis Esteban, que volvieron a mostrar su mejor cara trabajando hasta el último minuto y no dando un sólo balón por perdido, pero que nada pudieron hacer para imponerse en el marcador (70-49).

Dos platas interesantes, pues llegan después de firmar una actuación brillante en la que el único encuentro perdido, tanto en infantil como en cadete, ha sido precisamente el de la final. En las estadísticas quedan los primeros partidos correspondientes al grupo de clasificación en los que los andaluces barrían prácticaamente de la cancha a sus adversarios, sobre todo los infantiles, que cerraron en dos ocasiones el acta antes de la conclusión del partido -ante Melilla el primer día y ante Cantabria en el último partido de clasificación-.

Un triunfo glorioso

Pudo ser un oro pero los nervios traicionaron y el País Vasco terminó ganándoles la partida. Quedaba entonces la final de consolación, en la que estuvo a punto de suceder algo parecido, pero esta vez pudo ponerse remedio a tiempo. La selección infantil femenina se hizo con la medalla de bronce en el partido que le enfrentaba a Galicia por un sólo punto de diferencia (59-58). No obstante, el conjunto dirigido por Adolfo Magrañal -que jugaba en casa- fue claro dominador durante la mayor parte del encuentro, llegando a adquirir ventajas más que solventes en algunas fases del juego -la máxima, doce arriba-. Pero a la llegada del último cuarto las piernas comenzaron de nuevo a temblar y las gallegas se llegaron a colocar por encima. Una canasta en el último suspiro ponía la justicia en el luminoso del Pabellón de El Puerto de Santa María.

La hermana pobre fue la selección cadete femenina. Comparándose con sus hermanos, fue la que peores frutos obtuvo. Pero las comparaciones siempre son odiosas, y decir que se ha conseguido la sexta plaza del Campeonato de España es sinónimo de que se ha realizado un buen trabajo y se cuenta con jugadoras de un excelente nivel.

Castilla y León fue el verdugo en esta ocasión. Las chicas de Rafael González dejaron escapar un encuentro al que nunca perdieron la cara (52-60) y en el que realizaron un juego vistoso pero tal vez acusaron en exceso el cansancio acumulado.