Los turistas italianos liberados en Yemen relatan su cautiverio como estar en guerra

Los cinco turistas italianos secuestrados el pasado día 1 en Yemen fueron puestos ayer en libertad. Los dos hombres y tres mujeres cayeron en manos de sus captores en la provincia de Mareb, a unos cien kilómetros de Sana, menos de veinticuatro horas después de la liberación de cinco alemanes que habían sido retenidos en circunstancias similares.

Según el corresponsal de la cadena de televisión qatarí Al-Yasira, las negociaciones con la tribu que retenía a los turistas «llegaron a buen puerto y fueron liberados sin sufrir daño». El clan exigía al Gobierno yemení la excarcelación de varios de sus miembros a cambio de los turistas, e incluso llegó a amenazar con matar a uno de ellos si el Ejército no levantaba el cerco en torno a su territorio.

«Fue como haber estado en la guerra», señaló Enzo Bottillo, uno de los rehenes desde el aeropuerto de Sana desde donde partieron para tierras italianas. «Todo resultó muy incómodo porque después del primer día ya no tuvimos nuestro equipaje e hizo mucho frío», afirmó Botillo. «Incluso si formalmente fuimos bien tratados, fue una situación humillante», señaló.

Otro de los liberados, Piergiorgio Gamba, relató que creía que iban a morir. «La última noche fue llena de tensión. Nos amenazaron con armas para que permaneciéramos callados sobre el suelo», añadió.

Por su parte, una de las dos mujeres que se encontraban en el grupo de los rehenes Patrizia Rossi dijo que la liberación «marchó bien», aunque hubo «momentos de miedo y armas apuntadas hacia nosotros», manifestó.

«Alegría incontenible»

Desde el país transalpino, los familiares de los liberados expresaron su «alegría incontenible» y calificaron el momento como «bellísimo» después de la angustia vivida.

«Es bellísimo; un momento de gran gloria», declaró Luca Bottillo, hijo de Enzo. Luca expresaba así el alivio de la angustia vivida durante los últimos cinco días: «Ha sido como caminar sobre cristales».

Andrea Ramigni, el hijo mayor de Camilla Ramigni, conseguía contactar con su madre a través del móvil: «Acabo de escuchar a mi madre en el teléfono, que estaba llorando, felicísima y emocionadísima, como todos nosotros».

El presidente de la República de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, quiso asimismo compartir la alegría de los familiares por la liberación. E incluso, el Papa expresó, por boca del portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, su contento por el regreso de los secuestrados. «Ha dado gracias a Dios por el éxito del doloroso suceso», señaló Navarro Valls.