Cardo Máximo
Ya se verá
Se trata de un mal generalizado en la política española del momento, donde nadie conoce a nadie
En su tiempo, los partidos políticos exigían la misma fidelidad que la Iglesia, a la que civilmente querían sustituir. La disidencia se castigaba con las penas del infierno de quedarse en la cuneta, lo cual era metafórico en los regímenes parlamentarios y muchas veces literal ...
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