EL RECUADRO

Sin franquicias

Hay un territorio sentimentalde Sevilla al que nunca llegarán las franquicias: las sensaciones de su Patrimonio Emocional

Tienda de capirotes en Sevilla ABC
Antonio Burgos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Sevilla está franquiciada, ¿quién la desfranquiciará? Ya, nadie. Dicen que una cuarta parte del comercio es franquicia. Y en la hostelería, la mitad de los establecimientos. Con decir que hasta hay franquicias en la calle Francos, que era el cardo y el decumano, en una sola pieza, del comercio tradicional... Pero hay un territorio sentimental de Sevilla al que nunca llegarán las franquicias: las sensaciones intransferibles de su Patrimonio Emocional, sobre el que siguen enviándonos sus apuntes los lectores. Así que, sin franquicias, sin una Sevilla que deje cada día más de parecerse a sí misma, vamos al turrón.

Rezar al paso de Virgen de una cofradía, ay, Paco Robles, en la misma esquina donde nuestra madre, de niño, nos llevaba de la mano a verla. Ver el vuelo del primer vencejo. Fijada con engrudo en una iglesia, la convocatoria de cultos del quinario del Señor del Gran Poder, con el que empieza el año cofradiero. Naturalmente que descubrir el primer naranjo en flor. O ver el azul de la primera jacaranda. El olor de los jazmines a la caída de la tarde en primavera. El pregón de las loteras: «¡De Sagasta, la de los millones!». Llamar Mateosjago a la calle Mateos Gago. Los pocos talonarios de participaciones de Lotería de Navidad de las hermandades que van quedando en los bares, que ya la venden por décimos enteros. Ese museo etnográfico en movimiento que son las blancas hileras de carretas del Rocío de Triana por la calle San Jorge, entre caballistas destocados, con los sombreros de alancha en el codo, enganchados por el barbujejo, y las clásicas chaquetillas blancas, como fotografías en sepia, del traje corto. Las carretas de la Hermandad de Sevilla a la sombra de la Giralda, rodeando el monumento a la Inmaculada. Ese cohete que estalla en la tarde anunciando la novena del Rocío de Triana y que se oye perfectamente en las novilladas de la plaza de los toros. O, a la noche, el cohete que en el barrio, según colores, anuncia que Sevilla o Betis han marcado un gol. El repeluco del «olé, olé, olé, olé» de la Salve Rociera de Rafael de León y Manolo Pareja Obregón, que siempre parece que es la vez primera que la escuchamos.

La belleza de una muchacha vestida de amazona con chaquetilla de terciopelo en el paseo de caballos de la Feria, con su calañés. Esos grupos de caballistas por la Plaza de América, que evocan a muchos la Feria del Prado. Ese carruaje enganchado a la media potencia y enjaezado a la calesera entre borlajes, cascabeles, cascos de caballos y ruedas de hierro resonando sobre los adoquines que son el mejor pregón de: «¡A la Feria!» Ese cielo de farolillos, con sus redondeadas sombras sobre una alfombra de albero recién regado. Ese mismo albero, extendido antes de Semana Santa sobre las pocas plazas no «duras» que van quedando, como otro pregón de la cercanía de las fiestas. Ese matrimonio perfectamente vestido y arreglado, de traje oscuro como de quinario de la hermandad él, con sus galas mejores y el mantón que heredó de su abuela ella, camino de la inaugural Cena del Pescao Frito en la caseta de la que son socios y que ponen con veinte viejos amigos más. Llevar a un hijo por vez primera a echarles arvejones a las palomas de la Plaza de América.

La pancarta de «Capirotes», que ya está puesta en la Puerta Carmona y que es el más sentido Pregón de Semana Santa. Dormitar viendo colgada toda la noche tu túnica y tu capa impecablemente planchadaa por tu madre o tu mujer en la puerta del armario. La colocación de La Rampla en El Salvador. La Mudá de los Fantasmas. La Esperanza Macarena ya en su paso, sin candelería, sin flores, sola: Ella lo llena todo. Una mañana de Domingo de Ramos, cuando Sevilla se estrena a sí misma. Y en esa mañana, la ilusión con que todos volvemos a ser niños al ver el primer nazareno. Siempre blanco. Como el azahar de una novia, Sevilla, que celebra sus nupcias con la primavera.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación