Pásalo
Rancia vanidad
Enrique IV se hizo católico para ser rey; la consejera de Igualdad saldría de nazarena para no dejar de serlo
Con el sillón del despacho por calentar y memorizando los nombres de sus colaboradores, la flamante consejera de Igualdad acaba de inaugurarse como polemista con carácter retroactivo. Ya saben a lo que me refiero. La señora Rocío Ruiz, de anaranjada lealtad ideológica, escribió cinco años ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete