El periódico del padre
Ahora soy yo quien escribe en tu periódico, y eso me llena de orgullo y de tristeza. No pudiste leer ningún artículo mío porque te fuiste antes de que yo llegara
Tenías diez años y trabajabas como botones en aquella Exposición que marcó tu infancia. Me lo contabas en aquellas tardes sin relojes, cuando el tiempo iba más allá de las fronteras digitales que nos encarcelan en el presidio de la prisa. De noche se iluminaba ...
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